Feria Internacional del Libro, un recorrido por obras, clásicos, novedades y un despliegue para todos los gustos
Como cada año, el evento está dividido por dos grandes salones y un largo pasillo o “túnel”. Es en el pabellón Ocre donde se puede tener una primera panorámica de lo que se desarrolla del otro lado del túnel: la representación de cada una de las provincias en sus respectivos stands, promocionando los libros que han sido seleccionados para esta ocasión especial. Caminando por el pasillo armado como una larga manga, que atraviesa transversalmente el predio y se encuentra al aire libre y rodeado de foodtrucks, se llega al segundo gran salón que está separado a su vez por colores (pabellones verde, azul y amarillo; y por otro lado el rojo y el blanco) donde cada editorial participante tiene un stand, a la que le corresponde un número y un lugar dentro de la feria sectorizado en alguno de estos pabellones.
En este amplísimo despliegue se pueden encontrar propuestas y actividades para todos los gustos: en la Zona Futuro por ejemplo, todas editoriales independientes, que reflejan las propuestas e ideas más frescas de los nuevos (y de los no tan nuevos también) escritores argentinos.
Pero por otro lado están los puntos más concurridos, lugar de la mayor concentración de personas, como por ejemplo la Editorial Planeta, Kapelusz, el puesto de la librería Yenny El Ateneo, entre otras.
En sus casi tres semanas de duración, el evento espera a más un millón de visitantes y contará con una convocatoria de más de doce mil profesionales.
Entre los más destacados este año se encuentran Rosa Montero y Arturo Perez-Reverte, los nicaragüenses Sergio Ramírez y Gioconda Belli y Gaël Faye, de Burundi.
Además, teniendo en cuenta el año electoral que transita la Argentina, no sorprende la cantidad de libros de personajes políticos que tienen su lugar en el evento.
Entre las presentaciones se destacó la de Cristina Fernandez y su libro “Sinceramente”, “La sociedad cómplice”, de José Luis Espert; “Y ahora ¿qué?”, de Axel Kicillof; y “La Clase Peligrosa”, de Juan Grabois.
Además de las presentaciones y firmas de autores, la FIL se renueva este año y presenta el Espacio de Diversidad Sexual de la Fundación El Libro y la FIL de Buenos Aires “Orgullo y Prejuicio” que, inaugurado el año pasado, vuelve a la convocatoria pero ahora con un stand ampliado y una programación propia todos los días.
Este es un espacio de diversidad funcional y discapacidad, que busca incentivar y promover a los diferentes autores, especialistas y organizaciones sociales abocadas a esta temática.
Como su nombre lo indica, la feria tiene un carácter internacional, y todos los años se representa eligiendo a una ciudad y haciéndole un homenaje. Tal es el caso de Uruguay (ciudad invitada de honor en el 2018) la ciudad de Barcelona, que cuenta con su propio stand en el hall entre el pabellón rojo y blanco donde también puede observarse la exposición “Barcelona en 32 ilustraciones”. La ciudad tuvo también su noche especial el 27 de abril siendo representada por la cantante Silvia Pérez Cruz en un recital gratuito y abierto al público en general que se realizó sobre la avenida Sarmiento, uno de los laterales del predio.
Otras de las actividades que fueron presentadas como años anteriores, pero no por eso menos concurridas, fueron “Los Diálogos de Escritoras y Escritores Argentinos y Latinoamericanos”, el “Festival Internacional de Poesía”, la “Maratón de Lectura” y la “Jornada de Microficción”.
Como cada año, la Feria Internacional del Libro que finaliza el 13 de mayo, ofrece un espacio más que propicio para disfrutar, y recorrer en familia.