Como todos los años, la Compañía Coca-Cola difundió recientemente su Reporte Ambiental, Social y de Gobernanza corporativa (ESG, por sus siglas en inglés) –llamado anteriormente de Sustentabilidad–, en el que presentó el balance de sus acciones a nivel global en un año caracterizado por un contexto inusual como fue el de la pandemia. Siguiendo esos lineamientos globales, Coca-Cola Argentina dio a conocer su propio informe sobre lo realizado durante el año en el que todo cambió, menos su propósito de estar cerca de cada argentino.

Si bien el concepto “sustentabilidad” suele limitarse a las cuestiones ambientales, la realidad es que va mucho más allá. Para Coca-Cola, de hecho, tiene que ver con el pensar a largo plazo, estableciendo metas y acciones que tomen en cuenta a la comunidad y el ambiente en el que opera. Así, el apoyo a su extensa cadena de valor, la gestión de los envases y el cuidado del agua son los ejes centrales de lo que significa la sustentabilidad para la filial local de la Compañía.

“Hoy, cuando reflexiono sobre 2020, una de las palabras que me viene a la mente es resiliencia. Nuestra gente y nuestro negocio fueron resistentes frente a desafíos extraordinarios. Nuestra gente se adaptó rápidamente a las nuevas condiciones para apoyar a nuestras comunidades y nuestro negocio. También mostramos una gran determinación al continuar persiguiendo metas que no cambiaron, todo guiado por el propósito de nuestra empresa: refrescar el mundo y marcar la diferencia”, afirmó James Quincey, presidente y CEO de The Coca-Cola Company.

En línea con los objetivos de la iniciativa global #UnMundoSinResiduos, desde Coca-Cola Argentina, se alentó el uso de envases retornables y la incorporación de la “Botella Única”, un mismo diseño para todas las opciones de bebidas, reduciendo así su logística inversa y disminuyendo las emisiones de carbono.

En la actualidad, el 35% de los envases de la Compañía en Argentina son retornables, en tanto el 100% de los envases ya son reciclables y se continúa trabajando para optimizar su diseño y reducir la mayor cantidad de insumos empleados, preservando los altos estándares de calidad que caracterizan a los productos.

Para alcanzar estas metas, las alianzas y asociaciones colaborativas entre los diferentes actores son siempre esenciales. Por ello, Coca-Cola Argentina trabaja junto a la embotelladora Arca Continental; YPF; la Cooperativa de Trabajo Recicladora Cataratas; y el Municipio de Puerto Iguazú en la mejora de la gestión de residuos.

En esta misma línea, junto a RSU Ambiental e YPF, apoya desde hace más de un año “Ruta Verde”, una iniciativa que apela al trabajo en equipo agrupando la recolección en puntos de acopio intermedios, lo que se traduce en una mayor eficiencia de recursos y reducción de gastos y dónde sólo en 2020 recuperó y recicló 306 toneladas de plástico con un circuito de recupero que une ocho municipios de la provincia de Buenos Aires.

Asimismo, y con el objetivo de contribuir a la reactivación económica y social del país, creó el programa “Estemos Abiertos” en alianza con FABA (Federación de Entidades de Autoservisistas, Argentina); y UKRA (Unión de Kiosqueros de la República Argentina); y Wabi. Con una inversión de $770 millones, apoyando a más de 25.000 pequeños comercios.

Además, para acompañar el desarrollo económico la compañía logró capacitar a más de 10.500 mujeres de diferentes contextos socioeconómicos provenientes de todo el país, a través de la incitativa 5by20 -Emprendemos Juntas, junto a UKRA y Fundación Global.

Entre las acciones realizadas en la Argentina durante 2020, se destacó el lanzamiento de ProgramON, en articulación con la Asociación Civil Chicos.Net, un programa integral de alfabetización digital con el objetivo de brindar herramientas para acceso al mercado laboral a jóvenes entre 17 y 24 años de todo el país.

En alianza con Fundación Vida Silvestre Argentina, Fundación Avina y Proyecto Agua Segura se logró sostener el compromiso con el cuidado del agua, protegiendo cuencas, reabasteciendo el agua utilizada en las bebidas, reduciendo el consumo del agua en las plantas y devolviendo a la naturaleza el 220% del agua que se utilizan en los procesos productivos, impulsando además, la creación de los Fondos de Agua para proteger las cuencas de los ríos Mendoza y Chubut, mejorando de esta manera las condiciones sanitarias de más de 1.5 millones de personas.

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