Juan Venturino: “Trump ha capitalizado el miedo y supo gestionar el descontento”
“Trump supo gestionar muy bien el descontento generalizado en la sociedad estadounidense. Ha capitalizado el miedo y el odio”, remarcó el analista internacional Juan Venturino, sobre el nuevo escenario político que se abre en el mundo tras la vuelta del republicano a la Casa Blanca.
En una entrevista con Open1017, el especialista aseguró que la victoria de Donald Trump no fue una sorpresa, aunque “hubo momentos de incertidumbre”.
“Desde temprano, se hizo evidente que Trump tenía una ventaja considerable en varios estados, incluso en aquellos que se pensaban menos favorables para él. La gran noticia es que, a pesar de las dificultades previas, Trump ha logrado reafirmar su poder. Ahora, con su regreso a la Casa Blanca, podemos esperar que Estados Unidos siga con una agenda política conservadora, lo que podría generar un mundo más injusto. Esto se debe no solo a sus posturas en temas internos, sino también a su enfoque energético. Trump es un defensor claro de los combustibles fósiles, lo cual, como sabemos, tiene consecuencias graves en el cambio climático y en la biodiversidad”, explicó.
Entonces, si Trump avanza con sus políticas energéticas, ¿cómo afectará esto a la situación global y, particularmente, a países como Argentina?
Definitivamente, sus políticas tendrán un impacto directo en el cambio climático. Estamos hablando de un escenario en el que los combustibles fósiles seguirán siendo una prioridad, lo que acelera un proceso ya irreversible de destrucción ambiental. Esto afectará no solo a Estados Unidos, sino también al resto del mundo, incluidos países como Argentina, que ya están sintiendo las consecuencias. Además, en cuanto a la relación comercial, la situación de Argentina es preocupante. El país está sobreendeudado y no tiene un proyecto claro a futuro. Esto complica cualquier tipo de relación estratégica, no solo con Estados Unidos, sino con otros actores globales.
Hablando de relaciones internacionales, ¿cómo ves la postura de Trump respecto a China y otros países poderosos? ¿Qué implicaciones tiene esto para Argentina?
Es una relación complicada, sobre todo con China. A pesar de las tensiones comerciales, la realidad es que Estados Unidos y China no pueden permitirse una confrontación abierta. La economía de ambos depende de una relación respetuosa, y eso es algo que se va a mantener. En cuanto a Argentina, es un panorama incierto. Por un lado, Trump puede ser pragmático en sus relaciones comerciales, pero el problema es que Argentina, como mencioné antes, está atrapada en su propia crisis interna, sin una dirección clara. En este contexto, Argentina tiene que ver cómo se inserta en el nuevo equilibrio de poder global.
El conflicto en Medio Oriente también ha sido un tema de preocupación, especialmente con la postura de Trump hacia Irán e Israel. ¿Cómo ves la situación en ese frente?
La política exterior de Trump en Medio Oriente, especialmente hacia Irán e Israel, continuará siendo dura. Trump ha sido un defensor de Israel y ha mantenido una postura agresiva contra Irán. Lo que es interesante es cómo maneja esta situación en un contexto global de tensiones crecientes. Hay un lobby armamentístico muy fuerte que influye en estas decisiones. Si bien las intenciones de paz siempre están sobre la mesa, la realidad es que el complejo militar-industrial en Estados Unidos tiene una influencia enorme, y no parece que esa dinámica cambie.
¿Entonces, la industria armamentística tiene más peso que las aspiraciones de paz?
Así es. Lamentablemente, la industria armamentística es el motor de la economía estadounidense, y eso no va a cambiar. El deseo de paz es un ideal, pero las realidades geopolíticas y económicas son más complejas. La industria de las armas no solo está muy arraigada en la economía, sino que también tiene un peso político importante en la toma de decisiones, independientemente de quién esté en la Casa Blanca.
Hablando de la victoria de Trump, muchos se preguntan si ganó por méritos propios o si, en realidad, aprovechó el desgaste de la administración Biden. ¿Qué opinas?
Es una combinación de factores. Trump supo gestionar muy bien el descontento generalizado en la sociedad estadounidense. En muchos sentidos, ha capitalizado el miedo y el odio, elementos muy presentes en su discurso. Es un experto en utilizar el populismo, la política del realismo, y ha entendido muy bien cómo conectar con esa parte de la población que se siente desilusionada y perdida. En cuanto a Biden, su administración no logró solucionar los problemas estructurales del país, y eso permitió que Trump se posicionara como una alternativa. La situación de Estados Unidos es muy compleja, y Trump ha sabido aprovechar esas grietas.
Entonces, ¿la victoria de Trump no es solo por su carisma, sino también por una falta de liderazgo claro en el gobierno de Biden?
Exactamente. Trump ha entendido que, en muchos casos, el electorado no busca soluciones complejas, sino respuestas simples a problemas complejos. Su capacidad para crear un mensaje claro y directo, aunque polarizador, le ha permitido ganar apoyo. Biden, por otro lado, no ha logrado canalizar ese malestar de manera efectiva, lo que ha dejado el camino libre para que Trump recupere terreno. La política estadounidense está muy dividida, y Trump ha sabido manejar esa división a su favor.