La bola de golf más vendida de Europa: 600.000 unidades al año
La bola de golf más vendida en Europa se desarrolla en Lille (Francia). Seiscientas mil unidades se venden cada año en el Viejo Continente, de las cuales 250.000 se comercializan en España. Un equipo de 40 personas se dedica a desarrollar ese material y seis exclusivamente a la bola. Su nombre alude a ‘movimiento’ en griego y pretende democratizar el golf.
Inesis 100. Ese es el nombre de un modelo de bola de golf que hace estragos en el mercado. Procede de la palabra griega ‘kinesis’, que significa ‘movimiento’, y uno de sus objetivos es popularizar un deporte que para muchos está destinado a la elite. De momento, va por buen camino: es la más vendida de Europa. Ninguna marca despacha tantas unidades al año.
Desarrollada por Decathlon, la bola Inesis 100, enfocada a los iniciados en el golf, ha conseguido alcanzar una relación calidad-precio imbatible que ha logrado captar a buena parte de los aficionados que quieren practicar un deporte cuyo uno de sus instrumentos, la bola, genera un alto porcentaje del gasto total.
La empresa francesa peleó por acercar el golf al mayor número de personas posibles y lo consiguió. Sobre todo, a través de la bola, el producto técnico más vendido en las tiendas especializadas. Si en el tenis importa la raqueta y en el fútbol la pelota, en el golf la bola una de las herramientas clave. Sin bolas, no hay golf.
Y, a diferencia de las raquetas o las pelotas, las bolas se acaban perdiendo. En ocasiones, hasta tienen un uso único. Con un solo golpe, pueden desaparecer para siempre en el interior de los lagos o entre los árboles de un campo de golf. Por eso, con los precios que hasta no hace mucho copaban el mercado, algunos aficionados no estaban dispuestos a entrar en el circuito de comprar-perder-comprar bolas que hasta podían llegar a tener un coste de 4 euros por unidad.
Decathlon consiguió crear una bola que llegó a costar 50 céntimos la unidad y que ahora ronda los 70-80. En total, una docena tienen un coste de exactamente 6’99 euros, mientras que una docena de alta gama puede superar los 20 euros.
BOLAS DURAS-BOLAS BLANDAS, UNA CLAVE DEL PRECIO FINAL
¿Cómo han conseguido desarrollar un producto semejante que cumpla con los requisitos para practicar el deporte con un mínimo de calidad asegurada? Muy fácil. Apostaron por enfocar todos los esfuerzos en las necesidades de los deportistas que se inician en la práctica del golf, que necesitan una bola dura. Todo lo contrario que el profesional, que utiliza bolas blandas.
“A un jugador, si le pones una bola blanda al principio, no va a hacer tanto vuelo, va a cometer errores porque la bola es demasiado blanda y se va a descontrolar. La Inesis 100 te permite que con esa dureza, al jugador de iniciación la bola le salga y haga distancia, que es lo que busca”, afirmó a EFE Ángel Blazquez, director comercial de golf para Decathlon España.
Con esa premisa, la empresa francesa buscó crear una bola dura con un precio asequible. De la teoría se pasó a la acción y se encontró el método: primero, las bolas blandas que utilizan los golfistas profesionales, tienen más capas. En total, pueden alcanzar las cinco. A la Inesis 100 le bastan dos para conseguir la dureza necesaria.
“Las bolas de golf van en función de la composición que tengan. Una bola de gama alta está hecha de tres, cuatro y hasta cinco capas. Las vas añadiendo en función de diferentes necesidades y cada una de las esferas te puede aportar más dureza, menos u otra que limite el giro de la bola que hace que vaya más lejos. La nuestra tiene solo dos capas. Hay un núcleo interno y la capa exterior que es de un material que se llama surlyn, que es un derivado del petróleo que es muy duro y bastante resistente. Permite que la bola no se rompa y dure tiempo”, explica Blazquez.
El surlyn es barato y fácil de inyectar a la bola, mientras que las de alta gama destinadas a los profesionales necesitan uretano, una clase de compuestos necesarios para crear un producto más blando con el que se hacen las bolas de alta gama y con un coste más elevado.
Para crear la bola buena, bonita y barata para el deportista iniciado, Decathlon tiene un equipo en Lille de 40 personas enfocadas al golf y otro de seis que se dedican en exclusiva a la bola. Hay ingenieros y jefes de producto, un jefe de mercado, un ingeniero de test y otro encargado en la puesta en valor del producto.
BUZOS, LAGOS Y ECOLOGÍA
Entre todos, han creado una bola que también tiene sensibilidad ecológica. Además, en dos vertientes. Una de ellas muy curiosa. La primera, por el material que se utiliza: “Un porcentaje del interior de la bola se hace con producto reciclado. Para nosotros es muy importante”, destaca Blázquez.
Y, por otro lado, trabajan con Replay Golf, una empresa soriana líder en Europa en la fabricación y reciclado de bolas de golf. Una de sus peculiaridades es que recogen las bolas que se han extraviado en los lagos de los campos de golf para darles después una segunda vida.
“Tienen sus propios buzos. Recuperan las bolas que caen en los lagos y que están perdidas y las reciclan de dos maneras: una, destruyéndolas y con el material que queda vuelven a hacer un producto nuevo; y, otra, limpiando, volviendo a hacer una bola nueva de una antigua. La decapan y la vuelven a pintar. Es un mundo en el que nos movemos que en torno a un 15-20 por ciento de las bolas que vendemos, son recuperadas”, señala Blazquez.
Y, también gracias a la recuperación de esas pelotas usadas, Decathlon puede ponderar el número de ventas de sus pelotas. Aproximadamente, el 20 por ciento de las pelotas de golf que se recuperan de los lagos, responde a la Inesis 100. Justo, coincide con el porcentaje de ventas de bolas nuevas.
Inesis 100 es, de largo, el modelo más vendido en Europa. Sólo se resiste en Reino Unido, donde la marca no es tan fuerte como en el resto de países del continente. Pero allí donde se ha abierto paso, el deportista que quiere iniciarse en el mundo del golf no puede resistirse a comprar un producto bueno, bonito y barato para empezar con buen pie. Y, al final, esas son las claves de un producto que contribuye a democratizar al golf.
Por Juan José Lahuerta