La EBY adjudicó a la alemana Voith y a un consorcio argentino-paraguayo la ampliación de Aña Cuá, la mayor inversión del 2019 en Argentina
La alemana Voith -que proveyó un tercio de las 20 turbinas de la central original-, se quedó con el contrato por unos u$s 99,7 millones para proveer las tres nuevas turbinas tipo kaplan, con su equipamiento adicional. En tanto, un consorcio integrado por la italiana Astaldi, la argentina Rovella y la paraguaya Tecnoedile, se quedaron con la licitación de la obra civil, con una inversión de u$s 193,2 millones.
La inversión para realizar Aña Cuá se estima en 400 millones de dólares, la obra durará unos cuatro años y el objetivo anunciado hoy es firmar los contratos en breve y arrancar con la obra antes de que termine el año. Aún retan realizar tres licitaciones por trabajos adicionales (inspección, consultoría de ingeniería y lineas de transmisión). “La obra se financiará íntegramente con recursos generados por Yacyretá”, explicó Goerling, quien encabezó el acto junto a Nicanor Duarte Frutos, su contraparte paraguaya.
Se trata de la mayor inversión anunciada en la Argentina en este 2019 signado por la crisis y la incertidumbre electoral, que mermó a la mínima expresión los anuncios de nuevos proyectos en nuestro país.
Hoy la EBY está facturando aproximadamente unos 600 millones de dólares anuales y utilizará un excedente de ese dinero para ir pagando la obra de Aña Cuá.
Se bajó en 200 millones de dólares el costo de la obra
Un dato llamativo fue que la competencia y puja de precios entre las distintas empresas hizo bajar en unos 200 millones de dólares la cotización del trabajo. Originalmente, la EBY había contratado a la consultora MAE que ayudó a realizar los pliegos de licitación y estimó el costo de la obra en 600 millones, aproximadamente. Pero cuando se llamó a licitación para ver quién se quedaba por el trabajo, la dura puja entre las empresas recortó en 200 millones de dólares el valor de la obra.
Cabe aclarar que además de estas dos licitaciones principales, Aña Cuá se completará con 2 o 3 licitaciones más por trabajos de menor envergadura.
“Estamos haciendo todo para que nada de lo que pase en las elecciones afecte el cronograma de trabajos”, indicó Martin Goerling, titular de la EBY.
Goerling y Nicanor Duarte Frutos, el ex presidente y ahora director ejecutivo por Paraguay, trabajan para que todo se ponga en marcha pronto, aprovechando la inmejorable sintonía política que tiene Macri con Mario Abdo y que antes tenía con Horacio Cartes.
Es que la adjudicación de las obras para ampliar la capacidad de Yacyretá requirieron largas y trabajosas negociaciones que nunca antes se habían podido destrabar.
Schiavoni inició el camino hacia Aña Cuá
El trabajo de concretar Aña Cuá lo comenzó Humberto Schiavoni, quien al asumir puso como gran objetivo mejorar la capacidad generadora de la represa. Schiavoni impulsó el acuerdo para renegociar la deuda que Paraguay tiene con la EBY (cabe recordar que el estado guaraní no aportó dinero para realizar laobra, sino que el compromiso era realizar su aporte ceciendo energía). Eso, a su vez, permitió modificar acuerdos binacionales y abrir la posibilidad de llamar a la licitación internacional que hoy se adjudicó.
“Yacyretá produce hoy el 14 por cieno de la energía que se consume hoy el aporte de Aña Cuá será más importante que Pichi Picún Leufú, aportará aproximadamente el 1,5 por ciento de la energía que consume el país”, explicpo Enrique Devoto, Concejero de la EBY por el lado argentino. En total, serán 2.000 gigavatios al año que se sumarán a los 20.000 gigavatios que ya produce la mayor generadora del país.
Cómo es la obra
La casa de máquinas será del tipo convencional, construida totalmente en hormigón armado, de aproximadamente 130 m. de ancho. La cota de fundación menor será de aproximadamente 29,00 msnm. La estructura alojará 3 turbinas del
tipo Kaplan. La potencia instalada de cada una de ellas será de 92MW, y permitirán operar con un caudal mínimo de 500 m3/s.
Economis visitó junto al titular de la EBY, Martin Goerling, el brazo de Aña Cuá, un puente con 16 enormes portones naranjas que regulan el caudal del río y también cumplen una función medioambiental.
“La obra ya está hecha en una parte, estábamos desperdiciendo eso, acá lo que vamos a hacer es poner tres nuevas turbinas por alla´con una sala de máquinas”; explicó Goerling, señalando un costado del vertedero de Aña Cuá por donde hoy pasa una parte de la presa: de un lado de la presa está el embalse y del otro, hay tierras por donde mañana va a pasar el agua.
Aña Cuá está del “lado paraguayo” del largo camino, que va por arriba de la presa, y que une a Ituzaingó con Ayolas. Exactamente a 12 kilómetros de la represa principal.
Por encima también se habilitará el 23 de agosto el nuevo paso internacional que unirá Paraguay con Argentina. Economis visitó las cabinas de Migraciones, ya instaladas y terminadas y las dependencias de la Aduana.
Originalmente ese puente va a funcionar de 9 a 19. Pero cuando comiencen las obras, es probable que ese paso fronterizo sea temporalmente cerrado, al menos durante las maniobras críticas de la construcción de Aña Cuá.
Los presidentes de ambos países al final no estuvieron presentes y tampoco los gobernadores de Corrientes y Misiones, como hubiera correspondido para la ocasión. Macri no podía asistir por la ley que impide realizar actos antes de las elecciones, pero vendrá a Ituzaingó el 23 de agosto, dos semanas después de las PASO, a inaugurar el paso internacional.