POSADAS. Este sábado la Experiencia Co-Cine Entre Fronteras que se desarrolla en el Cine Imax del Parque del Conocimiento se llenó de animación y ritmo brasileño con la presentación de la película “Até que a Sbórnia nos separe”, dirigida por Otto Guerra y Ennio Torresan Jr, muy esperada por espectadores conocedores del talento y la trayectoria del realizador brasileño.
Minutos antes de la proyección donde todo el público aplaudió de pie a Guerra, presente en la sala, el cineasta participó de la degustación del plato que lleva el nombre de su obra “Sbórnia”, tributo al territorio “Sur de Brasil” elaborado por el Chef  Andrés Saidman, quien diseña y promueve la cocina local y de origen, e incursiona en la cocina fusión con productos de estación del territorio. 
El menú consistió en coxinha de frango con crema de Bizuwin y bobó de camarón (sopa crema bien espesa con puré de mandioca y calabaza) acompañada de chips de mandioca y como postre brigadeiros de Bizuwin (brigadeiros de yerba mate).
Una invasión de culturas   
La película animada “Até que a Sbórnia nos separe”, fue premiada en el Décimoprimer Festival Internacional de Cortometrajes “Oberá en Cortos” -cuando se proyectó por primera vez en una pantalla argentina- en los Festivales Internacionales de San Pablo y Gramado, y fue seleccionada para los cuatro Festivales de Cine de Animación más importantes del mundo Annecy, Ottawa, Hiroshima y Anima Mundi.  
Está basada en la obra de teatro “Tangos y Tragedias” (1984), musical de Hique Gomez e Nico Nicolaiewsky. El largometraje cuenta la historia de dos músicos de Sbórnia, una isla ficticia muy particular que se ve invadida repentinamente por grupos externos, un hecho que afecta completamente el modo de vida de los pobladores.

El filme de Otto  y Torresan Jr, es una comedia con visos de dramatismo denominada “comedia negra”, teniendo en cuenta que en definitiva es una lucha de poderes entre el capitalismo y el socialismo que incluye el amor.
Una relación muy fuerte con Argentina 
El realizador de animaciones, Otto Guerra, tiene más de treinta años de trayectoria y es reconocido internacionalmente por sus trabajos. Dijo sentirse feliz de estar en Misiones, porque tiene una unión muy fuerte con Argentina y con la región como parte de sus raíces. “Yo soy ‘gausho’, crecí en Alegrete, Río Grande Do Sul, que tiene que ver con esta región”, expresó.  
La idea de hacer esa película que le llevó nueve años, surgió de un espectáculo brasileño “Tango & Tragedia” se basó en ella al identificarse con el universo de la historia, que lo atrajo desde 1984 cuando ideó la obra, a la que considera identificada con la cultura brasileña, uruguaya y con la Argentina, a la que considera un inmenso campo de ilustradores. “Son todos genios. El que trabaja con animación los conoce. El director de arte de Sbórnia está influenciado por autores argentinos”, subrayó.  

Tertulia acompañada por el trago Sbórnia
Después de la proyección de la excelente película a sala llena, Otto Guerra participó de la tertulia en el hall del Cine Imax, donde escuchó y respondió preguntas, ayudado por la locutora Carla Svica.
En ese marco, el encargado de los tragos de Co-Cine, el bartender Matías Fracticelli, presentó su trago “Sbórnia” hecho con caña con lima, jugo de mandarina e Hierro-quina. “Hice este aperitivo con un toque amargo para que tenga otro sentido. Como era difícil ofrecerle el trago que toman todo el tiempo en la película -el Bizuwin, bebida alucinógena sborniana- preferí darles el gusto de la película y no lo que toman los personajes. Es lo que se me ocurrió y que me inspiró la película. 
Se trata de cachaza con jugo de mandarina, traté de combinar los elementos más brasileños que conocemos como la caña y la lima, que es la base de una caipirinha junto con el azúcar, entonces es como una deformación de lo que viene a ser una caipirinha”, explicó Fracticelli.  
“El humor es una salida para salir de la depresión”  
Ante la inquietud del público sobre el género de su obra, si es comedia o drama, Otto Guerra aseveró que es una comedia. “El humor es una salida que encontré para expresarme, y para tratar de salir de la depresión; en vez de tomar medicamentos, yo me río. Desde niño me gusto esa veta y leía cómics e historietas. 
Mi madre siempre decía: “mi hijo es un desastre, solo juega con los muñequitos; entonces comencé con la publicidad y con los muñequitos y empecé a ganar mucho más dinero que mi hermano médico, entonces ella decía: ‘este hijo mío es bueno, el otro es pobre’. Vivimos en una sociedad donde el dinero determina todo, los norteamericanos y las corporaciones manejan todo, pero yo creo que los latinos somos la esperanza”.
Señaló que algunos consideran que su película tenga un final triste porque muere uno de los protagonistas. “Pero yo no creo que sea triste solo porque muere. La muerte es una cosa buena, nos libera de todo. Una curiosidad muy extraña es que la persona que hizo ese personaje murió poco después de terminar el rodaje. Le dedicamos la película a Nico Nicolaiewsky, tenía apenas 50 años; era muy joven”, lamentó.