La heladería artesanal Lotta, referente en innovación con sabores regionales, firmó este jueves un convenio con Agua de las Misiones que redefine la calidad de su producción y consolida una articulación público-privada con fuerte impronta local. El acuerdo, rubricado en las oficinas de la empresa estatal, establece que todos los helados de Lotta serán elaborados exclusivamente con Agua de las Misiones, incorporando un insumo certificado y multipremiado que impacta directamente en la calidad final del producto.

Para Nicolás Beretta, fundador de Lotta, la firma representa “la coronación de dos años de trabajo” orientado a desarrollar sabores con identidad misionera. Explicó que más de la mitad de un kilo de helado es agua y que su calidad es decisiva en el resultado final. “Es el corazón de la selva en cada cucharada”, graficó. Destacó además que el uso de agua de alta pureza elevó notoriamente la textura y la intensidad de los sabores, fortaleciendo la propuesta gourmet que distingue a la marca.

Lotta lleva producidos once sabores regionales de inspiración selvática -como moringa y mango, rosella, té, yerba mate o mandioca con dulce de leche- y trabaja con productores de toda la provincia, desde Andresito hasta San Javier y Ruiz de Montoya. Beretta subrayó que detrás de cada pote hay historia, recorridas, cosechas y vínculos con quienes proveen frutas y materias primas. “Para mí esto no es trabajo. Es pasión. Y desde esa pasión seguimos innovando”, dijo.

La empresa atraviesa un momento de crecimiento en medio de un contexto económico nacional adverso. Beretta fue tajante: “No sé en qué momento subió la economía; que bajó, seguro. A Lotta le va bien porque nunca dejamos de movernos. Pero duele ver lo que pasa en el país”. El emprendimiento ya suma más de seis puntos de venta en Iguazú, Posadas, Jardín América y La Cruz, entre otras localidades.

Desde Agua de las Misiones, su presidente Ángel Vallejos celebró la alianza como una muestra de la calidad de los productos locales y del valor de la articulación con emprendedores. Recordó que Misiones es reconocida por la yerba mate, pero posee también un agua con propiedades únicas para infusiones, gastronomía y elaboración de alimentos. “No sólo es un producto premium: es acompañar a un emprendedor misionero y demostrar que lo público y lo privado pueden complementarse para generar resultados reales”, afirmó.

Vallejos destacó que 2025 fue un año clave para la empresa estatal, con el relanzamiento de la línea Gourmet, orientada al sector hotelero y gastronómico, especialmente en Iguazú y Posadas. Señaló que ya existen consultas desde Paraguay y que 2026 podría traer proyecciones internacionales, aunque advirtió que la prioridad sigue siendo asegurar abastecimiento constante y consolidar la marca dentro de la provincia.

El subsecretario de Industria, Joaquín Montenegro, valoró el acuerdo como parte de una estrategia provincial para fortalecer a los emprendedores en medio de la recesión. Recordó que Lotta participó del programa del CFI de programación abierta —siendo una de las primeras firmas del país en desarrollarlo— y que la provincia sostiene herramientas como el Fondo de Crédito y el Fogami para acompañar la innovación y la diversificación productiva. “Mientras en el país muchas empresas cierran, Lotta crece. Y crece porque hay un emprendedor creativo y un Estado presente”, afirmó.

Montenegro resaltó además el desarrollo del clúster del aceite vegetal usado, impulsado junto a emprendedores locales, que convirtió a Misiones en la primera provincia de Sudamérica en contar con un esquema integral de reutilización de aceites, alineado con el cuidado ambiental y la biodiversidad.

La alianza entre Lotta y Agua de las Misiones sintetiza la identidad productiva de la provincia: innovación con raíces, articulación entre sectores, fortalecimiento del entramado territorial y una apuesta constante por transformar recursos locales en productos de calidad con proyección nacional e internacional. Para ambos actores -y para Misiones en su conjunto- el acuerdo representa un paso más en la construcción de una gastronomía propia, reconocible y profundamente misionera.