Mientras baja el consumo de leche, Mastellone Hnos multiplicó su ganancia más de siete veces en lo que va del gobierno de Milei
(Bichos de Campo) En el primer semestre de 2024 la empresa láctea argentina Mastellone Hnos (La Serenísima) registró una ganancia neta de 56.096 millones de pesos versus 9628 y 4973 millones en el mismo período de 2023 y 2022 medido en moneda constante (ajustada por inflación).
Es decir: considerando el promedio de los dos ejercicios semestrales inmediatos anteriores, la utilidad obtenida por la compañía láctea se multiplicó en 7,6 veces.
“En términos operativos la compañía registró un resultado moderadamente positivo generado principalmente por los negocios vinculados al comercio exterior de los primeros meses del año y también por los buenos resultados de nuestros negocios en mercados regionales (fundamentalmente Brasil)”, señaló el último balance de la empresa láctea.
“En lo que respecta al mercado interno argentino, la compañía ha experimentado una baja en los volúmenes vendidos en línea con lo sucedido en general con los productos de consumo masivo”, añadió.
La razón de semejante performance no es un misterio, dado que el sector lácteo está libre de derechos de exportación desde octubre de 2023 y, por lo tanto, a pesar de las turbulencias cambiarias, puede vender a mercados externos productos sin sufrir extracciones indebidas por parte del Estado.
El gobierno de Javier Milei mantuvo la decisión –instrumentada en la gestión anterior– de no aplicar derechos de exportación a los lácteos, además de no aplicar restricciones operativas a las ventas externas.
Adicionalmente, la empresa –a diferencia de lo que sucedía hasta el año pasado– puede comercializar en el mercado argentino productos sin precios máximos ni cuotas de entregas instrumentadas por el gobierno.
Sin embargo, la eliminación de esa restricción no implica que la firma no tenga problemas en el mercado argentino con una demanda pauperizada que viene mostrando dificultades para acceder a productos lácteos.
“A partir de una economía estabilizada, sus distorsiones de arrastre regularizadas, inflación controlada y cuentas públicas tanto externas como internas ordenadas y equilibradas, el poder adquisitivo y por ende el consumo interno debería hacer pie y empezar a recuperar terreno perdido gradualmente”, confió Mastellone Hnos.
“Las perspectivas del mercado internacional no son alentadoras: con una demanda y precio en baja, particularmente en Brasil, donde la caída de producción causada por las inundaciones de Rio Grande do Sul no fue tan pronunciada (como se preveía), mientras que la devaluación del real es mayor a la prevista”, añadió.