Misiones tiene los mayores ingresos familiares de la región pero desafíos en la distribución

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Históricamente en la Argentina, el debate público sobre los ingresos de los hogares ha tenido, como mínimo, dos vertientes: por un lado, su variación respecto a una inflación altamente arraigada en nuestra economía; por el otro, la equidad en su distribución dentro de la sociedad.

Algo de esto pudimos observar en el reporte publicado por el INDEC hace unos días, referido a la Distribución del Ingreso en las provincias. Estos datos derivan de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) en su versión Total Urbano. ¿Qué es este relevamiento? Es una versión extendida de dicha encuesta que toma no solo a los principales aglomerados urbanos (donde se mide, por ejemplo, la pobreza y la indigencia), sino también a otras localidades de las provincias con más de 2.000 habitantes. Se publica solo una vez al año y recopila datos correspondientes específicamente al tercer trimestre de cada período.

Esta versión ampliada de la EPH nos permite observar, en primer lugar, las tasas del mercado de trabajo de las provincias, que normalmente conocemos solo para los aglomerados urbanos. Aquí podemos hacer un primer stop para analizar la diferencia que presenta Misiones al considerar la provincia por un lado (vía EPH ampliada) en comparación con Posadas en particular (vía EPH continua). Para los últimos datos disponibles se evidencia que el total provincial no presenta diferencias significativas respecto a lo conocido en su momento para Posadas. La tasa de actividad provincial estuvo en torno al 45,5%, mientras que en Posadas alcanzó el 45,9%; la tasa de empleo fue de 44,0% para la provincia y de 44,3% para Posadas; y la tasa de desocupación se ubicó en 3,2% a nivel provincial y en 3,4% en la capital.

Como se puede ver, las diferencias son relativamente nulas, lo que evidencia que el interior provincial posee una potencia en materia laboral muy fuerte, algo que no se observa en todas las provincias del país y mucho menos en el NEA, donde las capitales suelen concentrar tasas de actividad y empleo considerablemente más elevadas. Los datos ratifican esta posición: en Corrientes la diferencia en la tasa de actividad del aglomerado capital respecto al total provincial es de 3 puntos; en Chaco, de 5,3; en Formosa, de 2,7; y en Misiones, de solo 0,4. Respecto a la tasa de empleo, en la capital de Corrientes es 2,8 puntos superior al total provincial; en Chaco, 3,2; en Formosa, 3,3; y en Misiones, solo 0,3.

¿Qué nos mostró el INDEC respecto a los ingresos? Cabe recordar que la EPH, como su nombre lo indica, es una encuesta. Por lo tanto, las respuestas provienen directamente de las personas y no de registros administrativos. Esto permite captar ingresos no laborales y, sobre todo, los laborales de personas que no tienen empleo formal, algo que de otro modo no podría detectarse. Además, como la intención es evaluar los ingresos de las familias, se elaboran diferentes categorías para organizar la información.

Empecemos con una de las más importantes: el Ingreso Per Cápita Familiar (IPCF). Esto es, como el nombre lo indica, la sumatoria de los ingresos de un hogar dividida por la cantidad de personas que lo integran. Este indicador es uno de los más relevantes para observar los niveles de ingreso de un hogar. El total nacional, según la EPH, tiene una media de IPCF de $393.767, con muy fuertes desvíos por provincia, que son históricos y varían en función de las coyunturas económicas, y que —basado principalmente en los extremos superiores— muestran que CABA y las provincias patagónicas registran altos niveles de ingresos de manera histórica.

La provincia de Misiones registró una media de IPCF de $320.768, algo más baja que el promedio nacional (repetimos, influido por los desvíos porteños y patagónicos), pero lo relevante es que se ubica como la provincia con el mayor IPCF, no solo del NEA, sino de todo el Norte Grande, marcando fuertes distancias con otras provincias de la macrorregión: por ejemplo, el IPCF misionero es 8% superior al de Corrientes, 16% mayor al de Tucumán, 24% superior al de Salta y 45% mayor que el de Chaco. Un dato casi anecdótico que refuerza este panorama es el posicionamiento en el ranking nacional: el top 10 de provincias con los menores IPCF está conformado por las 9 provincias del Norte Grande, salvo Misiones. Es decir, es la única provincia de la macrorregión que escapa del extremo inferior del ranking.

Pese a tener el mayor nivel de IPCF de la región ampliada, respecto a 2023 se registró una caída del 2,6% en Misiones, rompiendo así dos años consecutivos de incrementos: en 2022 fue de +1,6% y en 2023 de +5,6%. Igualmente, este descenso es relativamente leve en comparación con otros casos: por ejemplo, en Corrientes se registró una caída del 10,1%.

Ahora bien, ¿qué tan bien distribuido está esa media del IPCF? Para ello, se debe considerar el coeficiente de Gini, una medida de desigualdad económica que varía entre 0 y 1, donde un valor de 0 indica igualdad perfecta (todos tienen los mismos ingresos), mientras que un valor de 1 representa desigualdad máxima (una sola persona concentra todo el ingreso). Por ende, cuanto más cercano se está al 0, mayor es la igualdad; y cuanto más cercano al 1, mayor la desigualdad.

En Misiones, el coeficiente de Gini para el IPCF marcó 0,418 (+0,050 respecto a 2023). Si bien se sitúa por debajo de la media nacional (0,431), es el séptimo valor más alto del país y el segundo mayor del Norte Grande, solo por detrás de Chaco, que lidera el ranking nacional con 0,443. Esto nos indica que la distribución del ingreso tiende a ser más desigual y, por ende, existen desafíos para alcanzar mayores y mejores grados de distribución de la riqueza.

Continuemos con el detalle de lo que dejó la EPH y analicemos ahora el Ingreso Total Individual. Esta variable mide el ingreso total percibido por una persona, que incluye tanto los ingresos laborales —como sueldos, honorarios, ingresos por trabajo independiente, etc.— como los ingresos no laborales, que pueden ser jubilaciones, pensiones, subsidios, alquileres, rentas, entre otros. El Ingreso Total Individual (ITI, en adelante) es útil para evaluar el poder adquisitivo de una persona en términos absolutos y analizar desigualdades entre ocupaciones, sectores o géneros. Se utiliza ampliamente en estudios de mercado laboral. Esto es clave para entender, de manera práctica, la diferencia con el Ingreso Total Familiar (más allá de lo conceptual): si el objetivo es analizar el mercado laboral, el ITI es más importante; pero si el foco está en las condiciones de vida y la pobreza, el IPCF es más relevante.

Revisemos ahora los datos del ITI: el promedio nacional estuvo en torno a $619.602, nuevamente impulsado por los casos porteños y patagónicos. En Misiones, esta variable marcó $499.644 y representa, una vez más, el mayor nivel de todo el Norte Grande, compartiendo las mismas características de diferenciación respecto a otras provincias que se detallaron para el IPCF. A diferencia del IPCF, el ITI experimentó un incremento en Misiones, que, si bien fue leve, es destacable: fue de +0,7%, por encima del total nacional (+0,5%) y notablemente diferente a otras provincias, como Corrientes, donde cayó 11,6%.

¿Cómo puede entenderse que el IPCF haya caído mientras el ITI aumentó? La clave de este fenómeno es la evolución del tamaño promedio de los hogares. En Misiones se observó un incremento, aunque leve, en el tamaño del hogar, lo que explica que, a nivel individual, los ingresos hayan aumentado, pero a nivel del hogar se registren descensos.

Siguiendo con el ITI, recordemos que es un indicador que considera tanto ingresos laborales como no laborales. Ahora bien, ¿cuál es la relación de estos con respecto al total? En 2024, el 28,4% del ITI correspondió a ingresos no laborales, por encima de la media nacional (23,9%), aunque notablemente por debajo del promedio del NEA (34,7%). De hecho, las otras tres provincias de la región se ubicaron en el top 4 de provincias con mayor participación de ingresos no laborales. Por ende, Misiones cuenta con una estructura de ingresos altamente atada a la actividad laboral, situación que se refleja en tener las mayores tasas de la región. Sin embargo, es importante destacar que, respecto a 2023, la proporción de ingresos no laborales en el ITI de Misiones creció: en ese año fue del 26,9%, lo que implica un incremento de 1,5 puntos. Esto posiblemente se explica por una mayor porción de ingresos provenientes de asignaciones familiares, un concepto que exhibió alzas reales en 2024.

Nos quedamos en el ITI con la intención de evaluar las brechas de género, es decir, cuánta diferencia existe entre los ingresos de varones y mujeres. Aquí se observa una fuerte señal de alerta para la provincia: la brecha de ingresos por género es del 31,1%, siendo la tercera más alta del país, además de haberse incrementado en 4,3 puntos respecto a 2023. La media nacional fue de 27,9%, por lo que la brecha misionera se posiciona muy por encima de ella. De hecho, esta brecha de género es, en Misiones, la más alta desde que se comenzó a medir la EPH ampliada (2016). Por ende, al igual que ocurre con el coeficiente de Gini, la reducción de las desigualdades —aunque en este caso, de género— debe ser una cuestión central en la agenda económica local.

Abandonamos el ITI para adentrarnos brevemente en otro indicador relacionado: el Ingreso de la Ocupación Principal (IOP). ¿Qué es esto? Es el ingreso total que una persona obtiene por su actividad laboral principal, es decir, el trabajo o actividad económica en la que dedica más tiempo o que considera su principal fuente de ingresos. Esto puede incluir sueldos, salarios, honorarios, comisiones, ingresos por cuenta propia, entre otros, derivados directamente de dicha ocupación.

Tal como se observó en el IPCF y en el ITI, también en el IOP Misiones muestra el mayor ingreso de todo el Norte Grande, con $447.161, aunque exhibe una caída interanual del 2,3%. ¿Por qué cae el IOP pero crece el ITI, como vimos antes? Esto se produjo porque, al descomponer el ITI en ingresos laborales y no laborales, el primero disminuyó un 3%, mientras que el segundo creció casi un 4%.

Para concluir, analicemos el último indicador: el Ingreso Total Familiar (ITF). A diferencia del Ingreso Per Cápita Familiar, este no se divide por la cantidad de integrantes, sino que mide el total de ingresos de un hogar. En este aspecto, Misiones no lidera en la región: con $882.982, se ubica en segundo lugar en el NEA, detrás de Corrientes (que registró $937.769). Sin embargo, aquí hay una clave para entender esta situación: en Corrientes se observan mayores ingresos totales en un hogar, pero también un tamaño de hogar superior, llegando a un promedio de 3,16 integrantes; en Misiones, en cambio, el nivel de ingresos totales es inferior, pero el tamaño del hogar es menor, con un promedio de 2,75 personas. Por ende, al calcular el ingreso per cápita, en Misiones los ingresos resultan ser superiores.

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