Norte Arte y Mate: un poco de cultura norteña en la ciudad de Posadas
Todo matero experto, que se jacte de serlo, sabe de qué manera empezar la infusión, si se pone azúcar, algún yuyo o si simplemente se toma con yerba y cuál es la mejor. Pero solamente el verdadero conocedor sabe (o debería saber) que la mayor diferencia se encuentra en el recipiente en el cual se sirve, sea de calabaza, madera, vidrio o metal.
Juan Carlos Gibilisco es el impulsor de Norte Arte y Mate, un emprendimiento que a través de sus cuatro años de existencia creció, mutó, pero siempre mantuvo la esencia de ser el primer comercio en traer una amplia variedad de mates a la provincia. “Cada vez que recibía visitas de otras partes del país me preguntaban dónde podía comprar un mate y me di cuenta que no el mercado local no ofrecía muchas variedades”, indicó.
Juan Carlos es oriundo de Tucumán, pero su larga estadía en la provincia hizo que su acento se mezclara con la misionera y generara una melodía particular. La cercanía de su provincia natal con Salta y Jujuy le inspiró a traer un poco de la cultura norteña a la tierra colorada, a través de diversos productos.
“Al principio estábamos en la costanera, en un espacio que acordamos con la municipalidad, luego nos mudamos un par de veces, hasta desembarcar en el local que tenemos por calle Colón”, recuerda Gibilisco que abrió la tercera sucursal recientemente por la calle Bolívar del centro posadeño, sumándose también al que se encuentra en el Paseo Libertad.
En la actualidad, en los tres locales de Norte Arte y Mate se pueden encontrar una amplia variedad de mates, bombillas, yerberos, porta termos, pero también indumentaria, ollas de arcilla y otros utensilios típicos del norte argentino. Sus locales, como sus productos se caracterizan por ser igual de coloridos que a la cultura que representan.
Productos únicos
Una característica que resalta Juan Carlos de los productos que vende, son únicos, directo de los artesanos que los confeccionan. “A diferencia de muchos otros locales, conozco a cada uno de mis proveedores, sé cómo trabajan y qué materiales utilizan” asegura.
Este trato directo con artesanos y productores le permite conocer mejor los mates, bombillas y utensilios que vende, como manipularlos y cuál es el mejor tratamiento para su preservación. “Además de ser objetos muy bonitos, son funcionales, el mate es para ocuparlo, las ollas de arcilla también, se pueden cocinar en ellos y cada uno tiene un tratamiento especial para que su vida útil sea mayor”, indica.
En ese sentido, explica que muchos le preguntan sobre qué recaudos tomar para el cuidado del mate, que suele deteriorarse con el uso. “Te doy un ejemplo, el mate de calabaza está forrado con cuero o cuerina, con una argolla de alpaca y generalmente suele abrirse la costura, safar la parte metálica”.
Esto se debe a que se acostumbra a lavarlos con agua y es un material que absorbe todo el líquido, la humedad, crece el mate y abre las costuras, y rompa la estructura metálica. “Por ello es mejor dejar ese restito de yerba que seguirá curando el mate y, a lo sumo, sacarlo con un papel o paño húmedo”, aconsejó.