Operadores y metodologías de las disoluciones de los Estados nacionales independientes
Escribe Carlos Andrés Ortiz
Suena a reiterativo, pero es necesario enfatizar que existen muchos y contundentes indicios que evidencian la existencia de diversas acciones, aparentemente no asociadas entre sí, pero que confluyen en el mismo perverso objetivo de instalar los condicionamientos que nos embreten en un inmanejable proceso de ingobernable disolución nacional.
Los poderes supra nacionales, que operan a favor del Nuevo Orden Mundial (NOM), ya lograron perpetrar las balcanizaciones, o en otros casos las involuciones en caóticos contextos de inmanejables anarquías, en varias naciones.
Es un objetivo que se fijaron, y para el cual operan sin prisa y sin pausa. No parecen existir plazos precisos, y avanzan mucho o poco, según las circunstancias y las resistencias que se les antepongan. Tienen ese objetivo permanente, sin importar los plazos de ejecución.
Para concretar los procesos de balcanizaciones (fragmentaciones en múltiples mini Estados), o de involución al empantanamiento del caos socio político económico, que implica perpetrar un anárquico contexto de Estado fallido, y como tal inviable, los impulsores del NOM, utilizan diversas metodologías, cada una de ellas con herramientas por lo general múltiples, aplicadas por lo general en los momentos precisos, de acuerdo a estudiadas metodologías elaboradas por especialistas en sociología, psicología de masas, expertos en operaciones de inteligencia, todo ello apoyado por medios de comunicación afines o directamente cooptados al efecto, y por lo general en contextos de poderes políticos y judiciales previamente muy corrompidos, y por ende manejables y/o muy influenciables.
Varias de esas herramientas operan bajo el formato de supuestamente “inocentes” o “bienintencionadas” ONGs, en muchos casos extranjeras y en otros como ramificaciones de aquellas, o al menos con discursos y acciones dictados desde sus “casas matrices virtuales”; casas matrices por lo general radicadas o creadas en ambas potencias anglosajonas (EEUU – GB), o eventualmente en otros países del núcleo Atlantista (América Del Norte – Unión Europea – Japón, y algunos asociados de relativa importancia).
Esas ONGs suelen disponer de abundantes recursos, con los que incentivan las participaciones en muchos casos remuneradas, por lo general de personas jóvenes, previamente adoctrinadas en sus pautas liminares, o en algunos casos deseosas de las ventajas o promociones con las que estimulan a los que llegan a demostrar adhesiones totales a los “principios” de esas ONGs, los cuales sutil o abiertamente incluyen el menosprecio total por el auténtico patriotismo, el desprecio al desarrollo socio económico y otras lacras conceptuales; o al menos la subordinación a otras supuestas prioridades.
Las mentiras flagrantes, las tergiversaciones conceptuales, las repeticiones de prejuicios sin fundamentos lógicos ni científicos, y las instalaciones de pegajosos latiguillos conceptuales (de fáciles aceptaciones por parte de crédulos, incautos, y personas carentes de formación sólida en esos temas), son metodologías recurrentes con las que logran difusiones y aceptaciones de sus campañas de divulgaciones de sus objetivos, los que usualmente se presentan como de urgente e imprescindible aceptación total.
Particularmente activas e insidiosas, son las ONGs de ecologismo cavernario, las ultra ecologistas; las del ultra indigenismo; las nada inocentes de promociones a ultranza de las falsas “energías limpias” eólicas y solares; así como otras diversas como las que promueven bajo formatos rayanos en el patoterismo, las supuestas “bondades” del liberalismo económico y varias “causas sociales” impulsadas por las “progresías”, las mismas que desde posturas supuestamente “de izquierdas” son totalmente funcionales a sectores y poderes reaccionarios identificados con el ultra conservadurismo más cerril y totalmente apátrida.
En todos esos casos, las “letras” que esas ONGs buscan imponer al como sea y mediante presiones de todo tipo, son dictadas desde los Centros de Poder del Atlantismo, los cuales son abiertos promotores del muy materialista y excluyente Nuevo Orden Mundial; el mismo que entre otras “lindezas” promueve la drástica reducción de la población mundial, a no más de 1.000 millones…¡un genocidio encubierto de 6.500 millones de seres humanos, bajo diversos formatos alternativos!
Esos “formatos alternativos” van desde provocar guerras y odios raciales con sus secuelas de violencias; las supresiones de vidas mediante imposiciones supuestamente “superadoras”, como el aborto instalado masiva y obligatoriamente practicable; la eutanasia (presentada como práctica “humanitaria”); las muertes prematuras por hambre y falta de tratamientos médicos, que afectan a miles de millones de seres humanos; la promoción como “prácticas superadoras” u otros eslóganes, de los formatos de “nuevas familias” estériles, por fuera de la heterosexualidad (que va mucho más allá del simple y necesario respeto a todos los seres humanos); y las serias sospechas de pandemias creadas en laboratorios de guerras biológicas, de lo cual trascendieron fuertes indicios y alertaron varios analistas preocupados por las posibles o tangibles situaciones de genocidios encubiertos que pueden causarse.
Otras acciones instrumentales, y de importancia central en los procesos de subordinación total, previa a la fragmentación o disolución de los Estados nacionales atacados, son: el control casi total de los principales medios de comunicación; el endeudamiento externo masivo como herramienta de imposición de políticas económicas recesivas y nefastas; los apoyos externos y de “las embajadas”, a sectores políticos ultra conservadores y carentes de patriotismo, así como a “progresías” funcionales de hecho a esos mismos intereses; la corrupción institucionalizada de buena parte del Poder Legislativo en particular, y de los otros dos Poderes del Estado, en muchos casos; la degradación de la Instrucción Pública y la colonización cultural con instalación de odios profundos e insalvables a lo Nacional y Popular, en vastos sectores de las fuerzas armadas y de seguridad; la degradación social mediante la drogadicción y de la instalación del consumismo materialista extremo y degradante; y otras acciones tendientes todas ellas a eliminar o menospreciar conceptos éticos superiores, como el amor al prójimo, la solidaridad, el sano patriotismo, y el debido respeto a los credos religiosos.
De esto último, se nota un particular énfasis agresivo contra la Iglesia Católica, la cual es uno de los tres pilares básicos que sostienen la unidad esencial de Íbero América, y que como tal es objeto de continuos ataques, así como las promociones de cultos alternativos, varios de ellos apoyados desde las potencias anglosajonas, todo de acuerdo a las recomendaciones del Informe Rockefeller, del año 1969, que sigue plenamente vigente.
El tema no se agota.