
Pérsico, dirigente nacional del Evita: No hay proyecto popular sin una política agropecuaria
POSADAS. El dirigente nacional del Movimiento Evita, Emilio Pérsico estuvo en Misiones y se reunió con los diputados del Partido Agrario y Social, Héctor Bárbaro, y Martín Sereno, secretario general de ese espacio en la provincia.
Al encuentro que se desarrolló en Posadas, se sumaron dirigentes y referentes del Evita Misiones, que militan en más de 40 merenderos, en barrios posadeños y en localidades del interior. Entre todos analizaron la situación política nacional y provincial.
“Para nosotros es una satisfacción estar en Misiones y ver como los compañeros del PAyS construyen desde lo social y lo político. Sabemos que tanto desde lo social, y de lo sindical con el trabajo de Actim, fueron avanzado hacia lo político, y hoy el partido expresa lo que es su nombre: un Partido Agrario y Social que está presente en las luchas de la provincia. Eso nos llena de orgullo”, dijo junto a la dirigente Patricia Cubría.
El referente del Evita habló de la modificación de fondo de las políticas sociales como la reforma agraria, y consideró que los misioneros deben pensar realmente hacia dónde van y cuál es el futuro que tienen, porque “cuando miramos alrededor vemos que el pino no es futuro”.
Bárbaro coincidió con esa lectura y recordó que el ex gobernador Closs habló de la producción de alimentos. “Y la verdad es que cada vez estamos produciendo menos alimentos, no hay un proyecto agrario para el pequeño minifundista en la provincia”.
En ese sentido Pérsico sostuvo que la culpa no es del pino si no de quienes lo plantan. “Cuando hablamos con los compañeros, les decía que esta provincia me parece un sándwich, el pino avanza al norte y los cultivos agro industriales avanzan desde el sur, y van dejando a los productores, a los sectores campesinos como el jamoncito del sándwich en el medio, y Misiones se construyó desde el productor, y desde ahí se tiene que reconstruir”, opinó.
Agregó que con ese espíritu del colono, se hizo Patria en esta provincia, enfocándose en las pequeñas producciones de 25 hectáreas, con la yerba, el té, y poniendo su capital que es el trabajo. “A partir de ahí tenemos que desembarcar hacia las frutas tropicales, la producción de leche, el abastecimiento local de nuestras ciudades, con las Feria Francas.
Mientras que tanto Bárbaro como Sereno coincidieron con que la política yerbatera que se implementa desde el Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), prácticamente “vamos camino a que suceda lo mismo que con el té donde hay tres empresas que exportan el 90%, manejan y concentran el té, y en el sector yerbatero vamos rumbo a eso sin que haya una política desde el Inym, que proteja al pequeño productor, y que ni siquiera pueda limitar las plantaciones”.
En una charla de ida y vuelta que se realizó en el local del PAyS en Posadas, el dirigente nacional del Evita, ejemplificó que “cualquiera que vaya a Francia, uno de los países con mayores productores de trigo del mundo, y quiera sembrar 1000 hectáreas de trigo, es muy difícil que consiga el permiso, porque para cada uno de los cultivos se necesita un permiso del Estado. Sin embargo, en nuestro país no hay ninguna reglamentación que impida que la industria y la tierra se concentren en pocas manos en nombre de una mala eficiencia.
Hay menos democratización de tierras y de siembra
El diputado Bárbaro insiste en que el Inym tiene la potestad de limitar y cupificar las plantaciones cuando observa un desequilibrio entre la oferta y la demanda. “El tema es que la decisión para por el Ministerio de Agro e Industria de la Nación, y ahí es cuando vemos el lobby de las grandes empresas, que por supuesto nunca no van a querer que esto suceda. Actualmente, por ejemplo, el precio está fijado en 6,10 pesos el precio de la yerba verde, y están pagando dos pesos, y algunos pagan a 160 días, o entregan bonos para que los trabajadores compren al determinado supermercado. Es vergonzoso como estamos este año en el sector yerbatero”, resaltó.
En la misma línea, Pérsico sostuvo que esta situación ocurre porque cada vez hay más concentración y menos democratización de las tierras y de la siembra. “Por eso tenemos que pelear, para que se limite la cantidad de plantaciones, la yerba y el trigo hechos para pequeños productores y en escala amigable para el medio ambiente y con el monte también, porque ese es el otro problema: llegan, desmontan grandes hectáreas, implantan grandes producciones de yerba, y ya no es la yerba amigable del monte, sino que la yerba termina castigándolo”, observó.
Los legisladores recordaron que en la década del 90, hubo un éxodo rural en la Zona Norte, sobre todo por el avance de las plantaciones de pino. Antes en esta tierra roja, de buena productividad, había yerba, citrus, otro tipo de explotación; pero hoy solamente se ven pinos.
Brasil hizo un proceso central a partir del crédito estatal, donde repartió diez millones de hectáreas, eso significó un millón de pequeñas producciones, y unos cinco millones de puestos de trabajo en el campo.
Según los datos que maneja Emilio Pérsico, en la Argentina, apenas hay un 8% de gente que vive en el campo, en las chacras. Recordó que el Papa Francisco dice que la Iglesia siempre se preocupó por el hombre y lo pone como eje de su doctrina por sobre las cosas. “Y sin embargo nosotros decimos que somos un país agropecuario, y es que producimos muchas cosas en el campo, tenemos una gran producción de alimentos para 400 millones de habitantes; pero a la vez somos un país pobre, y entre otras cosas se debe a que en vez de poner el eje en el hombre. lo ponemos en el producto.
El líder del Movimiento Evita reiteró que en toda América Latina, Argentina es el único país que se dice agrícola y tiene menos gente en el campo. “Somos un país macrocéfalo, que abandonó el campo en manos del capitalismo y del capital. Entregamos nuestro principal bien al capital y a los sectores capitalistas”, enfatizó.