Plástico negro: Un peligro oculto que puede dañar la salud
Un estudio reciente revela que el plástico negro que se utiliza en recipientes para comida, juguetes, utensilios, podría contener gran cantidad de retardantes de llama que son tóxicos y están relacionados con enfermedades como el cáncer y el desarrollo.
Un estudio reciente alertó sobre los peligros del plástico negro común en juguetes, utensilios de cocina y otros productos cotidianos que pueden contener niveles alarmantes de retardantes de llama tóxicos. Estos químicos, utilizados en la fabricación de dispositivos electrónicos, se filtran durante el reciclaje y contaminan los productos finales.
Uno de los hallazgos más alarmantes del estudio es la alta concentración de retardantes de llama en juguetes infantiles, como las cuentas de plástico negro. “Un producto con uno de los niveles más altos de retardantes de llama fueron las cuentas de monedas de piratas de plástico negro que usan los niños: se parecen a las cuentas de Mardi Gras (Mostacillas, canutillos), pero más para disfraces”, expresó Megan Liu, autora principal del estudio, estos productos pueden contener hasta un 3% de su peso en retardantes de llama, lo que representa un riesgo significativo para la salud de los niños.
“Ese producto en particular tenía hasta 22.800 partes por millón de retardantes de llama totales, eso es casi el 3 % en peso”, dijo Liu. “Los niños a menudo juegan con juguetes varios días seguidos hasta que se cansan de ellos”.
Alertando sobre la posibilidad de la ingesta de estos retardantes al ser utilizados por los más pequeños, además de otros riesgos de contaminar otros productos, o el ambiente ya que se dispersan en el aire.
Riesgos para la salud
Los retardantes de llama más peligrosos identificados en el estudio son los mismos que se utilizan en televisores y otros dispositivos electrónicos. La exposición a estas sustancias químicas se ha vinculado a una amplia gama de problemas de salud, incluyendo cáncer, problemas hormonales y del desarrollo, y daños en el sistema nervioso.
Un producto de consumo, una bandeja de plástico negro que se utiliza en la comida para llevar, contiene 11.900 partes por millón del retardante de llama éter de decabromodifenilo, o decaBDE para abreviar. Esa sustancia química pertenece a la clase de retardantes de llama de los éteres de difenilo polibromados, o PBDE.
Las personas con los niveles más altos de PBDE en sangre tenían aproximadamente un 300% más de probabilidades de morir de cáncer que las personas con los niveles más bajos, según un estudio de abril de 2024.
En 2021, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos prohibió por completo el decaBDE tras vincularlo con cáncer, problemas endocrinos y tiroideos, de desarrollo fetal e infantil, función neuroconductual y toxicidad del sistema reproductivo e inmunológico.
A pesar de esas restricciones, se encontró decaBDE en el 70% de las muestras analizadas, en niveles que oscilaban entre cinco y 1.200 veces superiores al límite de la Unión Europea de 10 partes por millón, dijo Liu.
Basándose en la exposición a utensilios de cocina de plástico negro contaminados, como espátulas y cucharas ranuradas, los investigadores del estudio calcularon que una persona podría estar expuesta a un promedio de 34,7 partes por millón de decaBDE cada día.
“Fue especialmente preocupante que encontraran retardantes que ya no se deben utilizar”, dijo la toxicóloga Linda Birnbaum, exdirectora del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental y del Programa Nacional de Toxicología.
“Recomendaría no utilizar plástico negro como material que entre en contacto con alimentos ni comprar juguetes con piezas de plástico negro”, afirmó Birnbaum, que no participó en el estudio.
Contaminación en la cadena de suministro y la existencia de un problema global
El estudio sugiere que la contaminación de los productos de consumo se produce durante el reciclaje de los residuos electrónicos. Los retardantes de llama presentes en los dispositivos electrónicos se filtran y contaminan los plásticos que se utilizan posteriormente en la fabricación de otros productos.
El estudio, publicado en la revista Chemosphere, fue realizado por Toxic-Free y el Instituto de Amsterdam para la Vida y el Medio Ambiente en la Universidad Libre de Amsterdam. Esta investigación analizó plásticos negros y, por lo tanto, no pudo determinar si otros colores de plástico también podrían estar expuestos, dijo Liu. Los investigadores tampoco mencionaron ninguna marca de los productos que se probaron.
“Se han realizado estudios previos en otros países donde se ha visto el mismo problema de plástico negro contaminado con retardantes de llama, así como estudios que muestran que los retardantes de llama pueden filtrarse de los utensilios de cocina a los alimentos y a la saliva de los niños a través de la mordida de los juguetes”, dijo Liu.
“Sin embargo, no se han realizado estudios específicos sobre materiales en contacto con alimentos en EE.UU.”, dijo Liu. “Es por eso que estamos realmente interesados en probar juguetes y materiales en contacto con alimentos, como artículos de cocina o de servicio de alimentos”.
Los investigadores examinaron 203 productos de consumo en busca de bromo, un indicador clave del uso de retardantes de llama, y luego examinaron más de cerca 20 productos con los niveles más altos.
Los retardantes de llama bromados son particularmente preocupantes debido a su toxicidad y tendencia a bioacumularse, o permanecer dentro del cuerpo durante años, dijo el Dr. Leonardo Trasande, profesor de Pediatría y Salud Poblacional en la NYU Langone Health, en la ciudad de Nueva York.
“No conozco ningún nivel seguro de retardantes de llama bromados”, dijo Trasande, quien no participó en el nuevo estudio. Trasande fue el autor principal de un artículo que descubrió que los retardantes de llama le costaron al sistema de atención médica de EE.UU. US$ 159.000 millones solo en 2018.
El problema de la contaminación por retardantes de llama en los productos de plástico no se limita a Estados Unidos. Estudios previos en otros países han encontrado resultados similares, y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ha prohibido el uso de algunas de estas sustancias debido a sus riesgos para la salud.
¿Qué podemos hacer?
Los expertos recomiendan tomar las siguientes medidas para reducir la exposición a estos químicos:
- Evitar los productos de plástico negro: Opta por utensilios de cocina de acero inoxidable o vidrio, y evita los juguetes de plástico negro.
“Reemplace sus utensilios de cocina de plástico por opciones de acero inoxidable o elija artículos sin plástico para ayudar a reducir su exposición general a aditivos nocivos y plástico”, dijo Liu. “Algunos fabricantes también tienen políticas estrictas sobre la eliminación de retardantes de sus productos, por lo que también puede ser un comprador cuidadoso”.
“Muchas personas lavan y reutilizan los recipientes de plástico negro en los que viene su comida”, dijo Birnbaum. “Les digo a las personas que saquen inmediatamente la comida de ese plástico negro y la coloquen en un plato de vidrio, acero inoxidable o cerámica”.
- Limpiar regularmente: Limpia con frecuencia las superficies para eliminar el polvo que pueda estar contaminado con químicos.
Limpiar el polvo y pasar la aspiradora con regularidad elimina el polvo que probablemente esté contaminado con plásticos y otros productos químicos preocupantes además de retardantes de llama, dijo Liu. El lavado frecuente de manos y la ventilación adecuada también pueden ayudar.
“Lo que nuestro estudio demuestra es que cuando se permite el uso intencional de sustancias químicas nocivas como los retardantes de llama en productos como televisores y otros aparatos electrónicos, pueden reciclarse y contaminar involuntariamente otros productos posteriores”, afirmó Liu.
- No calentar alimentos en recipientes de plástico negro: El calor puede acelerar la liberación de químicos en los alimentos.
No caliente en el microondas ni de ninguna otra manera los recipientes de plástico negro con alimentos, ya que el calor fomenta que los químicos se filtren en los alimentos con los que están en contacto, agregó Birnbaum.
Si bien estos pasos reducirán la exposición, hay un límite a lo que los consumidores pueden hacer, dijo Liu.
“Necesitamos políticas gubernamentales y corporativas que restrinjan el uso de estas sustancias químicas nocivas como los retardantes de llama y los plásticos peligrosos para que podamos reciclar artículos de manera segura sin preocuparnos por la contaminación química y nuestra salud”.
Fuente: CNN