Por qué marchan las mujeres
“El 20 de enero del 2017 será recordado como el día en que el pueblo volvió a controlar esta nación”, dijo Donald Trump al asumir la presidencia de los Estados Unidos. Del mismo modo podemos decir que el 21 de enero de 2017 será recordado como el día en que las mujeres convocaron y lideraron la marcha más grande de la historia de los Estados Unidos, con alrededor de 670 marchas hermanas en todo el mundo y movilizando más de 3 millones de personas.
El mismo día en que se anunció que Donald Trump era el presidente de los Estados Unidos, mujeres de todo el país empezaron a organizar la marcha que hizo desbordar las calles de Washington en donde se estima que participaron unas 680 mil personas. Hombres y mujeres, pero sobre todo mujeres, miles de ellas, se movilizaron desde distintos puntos del país para llegar a esa ciudad. Tejieron no solo alianzas entre diferentes organizaciones e ideas, sino también gorritos rosados en forma de orejas de gato como símbolo del pussy power, una referencia irónica a las declaraciones de Trump acerca de cómo agarrar a una mujer que se habían filtrado días antes de las elecciones. El rosa fue el color predominante en una tarde fría y gris. Pancartas y carteles coloridos decoraron las calles y las vallas que protegían la Casa Blanca.
Una de las consignas repetidas en la manifestación fue en defensa de Planned Parenhood, institución que cumplió 100 años en 2016 y que se ocupa de proveer educación sexual y brindar servicios de salud reproductiva. La reacción de Trump, apenas un par de días después de la marcha, fue firmar una resolución que desfinancia a este tipo de ONGs. Por su parte, Mike Pence, el flamante vicepresidente, no se quedó atrás y participó en una movilización “pro vida“, que pretende retroceder en torno al aborto legal, que en los Estados Unidos es legal desde 1973. Si en Trump se escucha una misoginia sin pudores, Pence es también símbolo de la homofobia: propone terapias para ‘desviados’ y habla del matrimonio igualitario como síntoma del colapso social. El día antes de su jura, agrupaciones LGBT hacían una manifestación en la puerta de su casa bailando canciones de Beyoncé y los Bee Gees a todo volumen bajo la consigna “Make America Queer Again”.
La marcha convocada y liderada por las mujeres fue sin embargo muy inclusiva y tan diversa como lo es la población estadounidense. Latinas, afrodescendientes, mujeres índigenas, varones, trans, jóvenes, ancianos, gente en sillas de ruedas, niños y niñas. Las consignas también reflejaron una perspectiva clara en torno a las políticas de Trump, especialmente en cuanto a los derechos civiles, conquistados con históricas movilizaciones masivas. Las pancartas repudiaban el racismo, la xenofobia y toda forma de discriminación.
En los Estados Unidos las mujeres ganan 79 centavos por cada dólar que gana un varón (64 si son negras y 56 si son latinas), es el único país en el mundo en donde no hay licencia de maternidad paga, menos de un cuarto de las bancas del congreso están ocupadas por mujeres y nunca ha habido una presidenta. En este marco, la Women’s March inaugura un 2017 que promete ser escenario de muchas manifestaciones en contra de las desigualdades de género y lucha por derechos civiles en los Estados Unidos. El 8 de marzo, además, se está convocando un Paro Internacional de Mujeres al que ya adhirieron más de 30 países (entre los que está Argentina). Sin dudas este año las mujeres marcarán la agenda política y económica.