Riesgos cardiovasculares podrían empeorar la capacidad de pensamiento y memoria en mujeres de mediana edad
Las afecciones cardíacas, como la enfermedad arterial coronaria, y los factores de riesgo cardiovascular, como la diabetes y el colesterol alto, tienen una relación más fuerte con el deterioro de la capacidad de pensamiento y memoria en las mujeres de mediana edad que en los hombres, revela un estudio de Mayo Clinic. Esto ocurre pese a la mayor prevalencia de estas afecciones entre el sexo masculino. El estudio se publicó en Neurology, la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
«Se sabe bien que los hombres de mediana edad tienen una prevalencia mayor de enfermedades cardiovasculares y factores de riesgo que las mujeres. Sin embargo, nuestro estudio plantea que las mujeres de mediana edad con estas afecciones y estos factores de riesgo corren mayor peligro de deterioro cognitivo. Pese a que todas las personas de mediana edad, sean hombres o mujeres, deben recibir tratamiento para sus afecciones cardiovasculares y factores de riesgo, posiblemente se requiera vigilar más a las mujeres como una medida para prevenir el deterioro cognitivo», explica la autora experta de la investigación, doctora Michelle Mielke, epidemióloga y neurocientífica en Mayo Clinic.
Para esta investigación, se usó el Estudio de Mayo Clinic sobre el Envejecimiento, que es de base poblacional, y se incluyó a 1857 participantes sin demencia y que al momento de la primera visita tenían entre 50 y 69 años de edad. De los participantes, 920 eran hombres y 937 eran mujeres. Cada 15 meses y durante un promedio de tres años, se evaluó la cognición global de los participantes en el estudio mediante nueve pruebas de memoria, lenguaje, función ejecutiva y habilidad espacial.
Se obtuvo información sobre las afecciones cardiovasculares y los factores de riesgo a través del Proyecto Epidemiológico de Rochester, que también es de base poblacional. Entre las afecciones estaban la arteriopatía coronaria, los trastornos del ritmo cardíaco, la insuficiencia cardíaca congestiva, la enfermedad arterial periférica y el accidente cerebrovascular. Entre los factores de riesgo estaban presión arterial alta, diabetes, colesterol alto, hábito de fumar y obesidad. Aproximadamente el 79 por ciento de los participantes (1465 personas) tenía al menos un factor de riesgo cardiovascular o una afección y, de ellos, el 83 por ciento eran hombres frente al 75 que eran mujeres.
El estudio descubrió una relación más fuerte entre la mayoría de las afecciones cardiovasculares con la función cognitiva en las mujeres. El deterioro anual de la cognición global por una enfermedad arterial coronaria, por ejemplo, fue más de dos veces mayor en las mujeres que en los hombres.
Además, la diabetes, el colesterol alto y la enfermedad arterial coronaria se relacionaron con mayor deterioro del lenguaje en las mujeres; en cambio, la insuficiencia cardíaca congestiva se relacionó con mayor deterioro del lenguaje en los hombres.
Es importante entender las diferencias entre los sexos en cuanto al desarrollo del deterioro cognitivo a fin de mejorar la salud femenina y masculina, apostilla la Dra. Mielke. Los adultos de mediana edad, especialmente las mujeres con antecedentes de enfermedad cardíaca, podrían constituir subgrupos fundamentales para vigilancia temprana. Es necesario investigar más todas las etapas de la vida para examinar los posibles mecanismos, como hormonas, genética, estilo de vida y factores psicosociales, que expliquen las diferencias existentes entre los sexos en lo referente a la relación entre factores cardiovasculares y cognición, añade la Dra. Mielke.
El financiamiento para el estudio provino de los subsidios de los Institutos Nacionales de Salud y de la Fundación GHR, así como de los recursos provistos por el Proyecto Epidemiológico de Rochester, que recibe el respaldo del Instituto Nacional del Envejecimiento.
La Dra. Mielke hace consultoría para Biogen y Brain Protection Co., además de participar en los consejos editores de las revistas Neurology y Alzheimer’s & Dementia.
Fuente: Mayo Clinic