2001, Odisea en el Espacio, citó el gobernador Oscar Herrera Ahuad. Calificó de visionario al Stanley Kubrick por anticiparse en el tiempo a la revolución tecnológica, sus revolucionarios efectos especiales, su realismo científico y sus proyecciones vanguardistas plasmadas en el cine, un año antes de que el hombre llegue a la Luna. Y volvió a citar a 2001, pero en la Argentina de la crisis, cuando el entonces gobernador Carlos Rovira comenzó a diseñar algunos trazos gruesos que dieron paso a una transformación educativa que hoy dio un salto de calidad hacia el desarrollo tecnológico productivo: Misiones será el escenario de la construcción de sensores inteligentes para plataformas educativas e incluso como parte de los satélites que planea lanzar Emiratos Árabes Unidos en la conquista de Marte.

Parece audaz. Pero la audacia fue la que puso la piedra fundamental de la escuela de Robótica que hoy cosecha premios y elogios y que permitió poner a Misiones como base de la plataforma federal de la robótica en las escuelas, según un acuerdo sellado por Herrera Ahuad con el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta. 

Tal como lo anticipó el ministro de Educación, Miguel Sedoff en una entrevista con Economis, Misiones tendrá la primera fábrica de sensores IOT de la Argentina.  ¿Qué significa? El acrónimo IoT significa internet of things o, en español, internet de las cosas. ¿Cómo se pueden definir esas cosas? Son todo lo que puede contribuir a que cierta área esté conectada a Internet, enviando datos para ser leídos y manipulados por el usuario. Estos datos son leídos por sensores que convierten un estímulo cualquiera a una señal y contribuyen con un circuito electrónico conectado a Internet. Datos que pueden ser de distintos tipos y usados ​​para innumerables funciones y que, después de obtenidos, serán manipulados y pueden ser muy útiles para el usuario.

El acuerdo entre Misiones, incluye a la firma SmartCultiva -que exporta el 80 por ciento de su producción a 16 países-, Marandú y el Polo Tic.

Se espera que para mediados de 2020 esté lista la primera tanda de sensores made in Misiones, que se fabricarán en el Polo Tic, que hasta hace unos días coordinaba el ahora diputado Lucas Spinelli- con la generación de unos 25 empleos de jóvenes misioneros, formados o formadores de la escuela de Robótica. Los sensores podrán venderse en el mercado argentino y utilizados por SmartCultiva, la firma que hace poco desembarcó en Dubai y tiene contratos con la Nasa.

Podría definirse al 20 de diciembre -fecha que tiene muchas significancias en la Argentina- como el día en que Misiones dio un salto hacia la tecnología como industria. De hecho, Herrera Ahuad le recordó al ministro de Industria, Luis Lichowski, que “los misioneros piden tecnificar la industria”.

El mandatario puso a la robótica como el potencial sexto elemento de la economía misionera, que puede servir para potenciar todas las demás -yerba, té, tabaco, madera y pasta celulósica-.

E insistió en que se debe cambiar el chip del “hay que hacer” por el de “tengo que hacer”, premisa que se cumplió en la mesa educativa para lograr este hito. Reveló que hace unos días hubo un encuentro con Google, en el que se acordó que la plataforma Guaçurarí estará dentro del gigante de internet. “No le vamos a pelar el enlatado a Google”, definió. 

Durante la presentación el presidente de Marandú, Marcelo Rodríguez sostuvo que por una “decisión política”, hoy “Misiones es referente nacional en robótica y educación disruptiva”.

El funcionario anunció que Misiones será la primera provincia con una red global de internet de las cosas y puso en contexto el logro: se estima que en 2025, habrá 60 mil millones de dispositivos conectados con sensores IOT. 

Finalmente, Sedoff resaltó que la política educativa misionera tiene “la audacia de imaginar el escenario del futuro para los chicos que están en la escuela en este momento”

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