Ser competitivos, el gran desafío

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En todos los debates políticos una de las centralidades suele ser “las oportunidades”, o mejor dicho,siempre vemos la presencia en la agenda mediática las formas o herramientas a las que podemos acceder para que esa oportunidad se convierta en un acto que nos permita trascender como personas, como ciudadanos, como habitantes. En cada tiempo y no importa del lado ideológico que nos paremos, siempre el debate es sobre el acceso a posibilidades y la provisión del Estado de las mismas.

Hoy vemos cómo después de muchos años Misiones se encamina a convertirse en una zona de Régimen Aduanero Especial y el gran desafío es no solo potenciar lo existente sino propiciar la instalación de empresas para producir bienes y prestar servicios para nuestra provincia, país y el mundo y he aquí el gran desafío, muchas veces temido, mirado con recelo pero que creo es un combustible inigualable para el desarrollo humano: competir.

Ahora bien, esta zona aduanera nos ubica en medio de nuevas oportunidades que vienen de vieja data y es bueno resaltar como la peor y más inesperada de las crisis, la pandemia por el Covid-19, gestionada desde una óptica de resiliencia produjo una acción que derivará en un hecho largamente anhelado y que por todos los medios y disímiles gobiernos se trató de poner en valor de las autoridades nacionales. 

Es así que al tener cerradas las fronteras la economía de Misiones se auto potenció y logró demostrar en números la necesidad de tener reglas claras de competencia debido a ser un brazo en medio de dos países compartiendo fronteras con ellos. El propio consumo de local logró mostrar al gobierno nacional que era posible darles el beneficio de la competencia a los Misioneros e inclusive pese a ello mantener un gran nivel  de aportes al fisco con proyecciones que hacen muy difícil imaginar un techo. La crisis trajo la mejor oportunidad pero si quienes debían llevar estas acciones políticas no hubiesen tenido en claro que competir hasta con otras provincias, discutir con muchos “no” y torcer la voluntad añosa de negativas sistemáticas era la forma, nada hubiese sucedido.

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Parados en este punto y usando de ejemplo deberíamos empezar, si no lo hemos hecho, o profundizar si es el caso a gestionar la competitividad, vale decir competir con nosotros mismos, dejando de lado la comparación con los demás y aquí siempre sostengo que la meta no es otra que intentar siempre ser nuestra mejor versión y esforzarnos por aceptarnos y mejorar en aquello que consideremos. Como ejemplo siempre que alguna de mis hijas viene a mostrarme sus calificaciones no importa si es un 6 o un 10, la pregunta es ¿diste lo mejor que tenías?, Si es así hasta una muy baja calificación es el gran logro, porque pusiste todo de vos.

Entonces, se trata de un rompecabezas que paso a paso (inclusive con los mal denominados fracasos en el medio) se va armando y una de las mayores piezas es conseguir un equilibrio entre nuestra autoexigencia y la aceptación de nosotros mismos y para eso hay combinaciones que debemos amalgamar como ser conscientes de que cuando competimos contra los demás, muchas veces, realmente estamos compitiendo contra nosotros mismos, contra nuestros miedos, nuestras dudas y nuestras inseguridades y en otros escritos siempre digo que no somos unos mejores que otros, siempre habrá alguien que lo hará mejor en el medio de unos 8.000 millones de habitantes que tiene el planeta.

También una de estas piezas del gran rompecabezas que llamamos ser competitivos para emprender es aceptar nuestras propias limitaciones, sin que esto signifique que tenemos menos valor sino que hay que visualizar perfectamente que, donde, cuando, con quienes y hasta donde podemos hacer lo que pensamos.

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Para finalizar, creo que tenemos una oportunidad única y está en nosotros tomarla y quizás el gran “fantasma” que se pueda levantar en esta nueva zona aduanera será la opción a nuevas empresas foráneas que podrán instalarse con ventajas competitivas y ahí los habitantes de esta querida tierra colorada tenemos un valor agregado único como ser locales, conocer la idiosincrasia de la zona, conocer la zona, nuevos emprendimientos siempre van a necesitar materias primas, logística, mano de obra, servicios, etc.

Luego de muchos años a los misioneros nos llegó una oportunidad única, ¿estás listo para competir?, Es momento de ese gran apasionante desafío.

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