Ser madre, luego del cáncer de mama
Luego de transitar el cáncer de mama, existen alternativas para ser madre. Si bien aquellas pacientes que deben someterse a tratamientos con rayos o quimioterapia pueden ver afectada su reserva ovárica de manera parcial o total, hay maneras de preservar la fertilidad. La vitrificación de ovocitos es una excelente alternativa que permite guardar aquellos de mejor calidad y de menor edad, antes que la fertilidad de la mujer se vea afectada por estos tratamientos.
“Una vez que el oncólogo otorga el alta, la paciente podrá avanzar en un tratamiento de fertilidad. El 95% de los cánceres de mama son curables si se detectan a tiempo, entonces una mujer que hoy se encuentra en tratamiento de cáncer de mama (por ejemplo, con cirugía, quimioterapia o rayos), dentro de cinco años puede ser dada de alta y en ese momento, con autorización de su oncólogo, avanzar con un tratamiento de reproducción asistida utilizando los óvulos que congeló previamente”, señala el doctor Fernando Neuspiller, de IVI Buenos Aires.
También ocurre que hay pacientes que tienen cánceres en estadios muy precoces que no requieren tratarse con rayos o quimioterapia. En esos casos, aunque la reserva y la calidad ovocitaria no se ven afectadas por el tratamiento de cáncer de mama, los oncólogos suelen recomendar postergar la maternidad por aproximadamente 5 años, luego de haber cursado la enfermedad. Por este motivo, la preservación de la fertilidad es una buena alternativa. “Si una chica de 35 tiene que esperar 5 años para tener un hijo, es importante que guarde sus óvulos, aunque el cáncer en sí no afecte la fertilidad, sino por el tiempo de espera para poder concebir”, detalla la Dra. Doris Raso, especialista en fertilidad de IVI Buenos Aires. Por otro lado, para quienes tienen antecedentes familiares de cáncer de mama, también es una buena alternativa preservar.
En general, los estadios precoces del cáncer de mama tienen menos tiempo de demora entre el alta del tratamiento curativo y la posibilidad de llevar a cabo un embarazo. No ocurre lo mismo con los cánceres más avanzados o de estadios más agresivos. “Al tener los óvulos guardados, una mujer puede esperar todo el tiempo que el oncólogo le indique -por ejemplo, 5 o 10 años- y usarlos después. Esa es la ventaja de preservar los óvulos, la paciente dispone de ellos para utilizarlos en el momento indicado”, señala Raso.
Además, la especialista agrega: “Es importante aclarar que ninguna de las técnicas utilizadas hoy en día para preservar la fertilidad afecta negativamente la enfermedad previa o el tratamiento por el cáncer de mama.”
Desde el 2014 hasta ahora, en IVI Buenos Aires, se vitrificaron por motivos oncológicos 21 pacientes. Dos de ellas, repitieron el ciclo, es decir, lo realizaron nuevamente para contar con una mayor cantidad de ovocitos disponibles a futuro. “Saber que existe un potencial reproductivo en reserva que se podrá utilizar en el futuro una vez curada, motiva y produce tranquilidad a la paciente”, dice Neuspiller.
Los tratamientos oncológicos a los que se exponen las mujeres en edad reproductiva, pueden acabar definitivamente con su fertilidad, por eso, en el caso de que deseen ser madres, resulta necesario salvaguardarla y asegurar un futuro reproductivo después del cáncer. La técnica de vitrificación de óvulos permite diferir el embarazo al momento en el cual la paciente haya superado la enfermedad, con el pronóstico reproductivo que tenía al momento de vitrificar sus óvulos, antes de iniciar el tratamiento oncológico. Es fundamental que las mujeres que tienen la enfermedad y desean ser madres a futuro conozcan que tienen disponible la opción de preservar óvulos.
Fuente: https://ivi.es/