Sigue siendo elevada la extracción forestal en Chaco
NEA RURAL | Un trabajo de investigación de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) observó que tras la vigencia de la Ley de Bosques Nativos el ritmo de explotación forestal en la provincia del Chaco registró una leve baja, aunque sigue siendo elevado, por encima del millón de toneladas anuales. Observan la necesidad replantear el ordenamiento territorial para proteger ecosistemas remanentes y procurar que las prácticas se ordenen dentro de parámetros más sustentables
El Estado Nacional, considerando la necesidad de regular y racionalizar la utilización de los recursos forestales, dada la pérdida del 70% de las existencias boscosas originarias a nivel país, impulsó la ley Nº 26.331 (de “Presupuestos mínimos de protección ambiental para el enriquecimiento, la restauración, conservación, aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques nativos”), que fue sancionada y promulgada a fines del año 2007 y reglamentada en febrero de 2009 a través del decreto Nº 91/09.
La provincia del Chaco adhirió a los requerimientos nacionales mediante la sanción de la ley provincial Nº 6.409 del año 2009, el Decreto Reglamentario N° 932 del año siguiente y su modificatorio Nº 81/11. Para evaluar el impacto de la implementación del Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos en Chaco, investigadores del Instituto de Geografía de la Facultad de Humanidades de la UNNE analizaron las características, distribuciones e intensidades de la actividad forestal en el Chaco en los últimos años.
La metodología utilizada consistió en el análisis de las estadísticas de producción forestal publicadas por la Dirección de Bosques del Chaco desde el año 2005 en adelante, y el examen de la intensidad de la explotación en la provincia y reconocer las tendencias observadas en los últimos años. También se consideró la información cualitativa de origen primario y secundario referida a la organización y dinámica de la actividad forestal previa y posterior a la sanción y reglamentación de las nuevas normativas forestales a nivel nacional y provincial.
Los resultados del trabajo indican que si bien hubo un leve descenso en el ritmo de explotación forestal, todavía se mantiene por arriba del millón de hectáreas en los últimos años (sin considerar la extracción clandestina), evidenciándose una presión fuertemente concentrada en el noroeste provincial.
“Cualquier análisis reflexivo indicaría que la provincia del Chaco, al alinearse a la ley nacional, debía mostrar una fuerte reducción en el ritmo de explotación de sus recursos forestales desde el año 2010 en adelante, situación que no se cumplió”, explicó el Doctor Dante Cuadra, investigador del Instituto de Geografía y autor del trabajo.
Agregó que más allá de los cambios favorables impulsados oficialmente para la gestión y el control forestal, se advierte la necesidad de implementar algunos ajustes tendientes a evitar desequilibrios mayores en los ecosistemas remanentes y procurar que las prácticas se ordenen dentro de parámetros más sustentables.
Para contextualizar la situación forestal en la provincia, el Doctor Cuadra comentó que en el Chaco la explotación intensa de los bosques nativos, con fines industriales, lleva más de un siglo y, aun así, más del 40% de la superficie provincial todavía se halla cubierta por vegetación boscosa, aunque su distribución no es homogénea, sobre todo por la acción antrópica.
La frontera forestal chaqueña se ha ido desplazando y, actualmente, las áreas con continuidad boscosa se restringen, con algunas excepciones, al noroeste provincial, también llamado el “Chaco seco” o “El Impenetrable”, donde la biodiversidad es significativamente menor con respecto al “Chaco húmedo”. Ello significa que gran parte de los bosques del “Chaco húmedo y subhúmedo” han desaparecido y las tierras han sido destinadas a usos agropecuarios.
Respecto a lo observado en el trabajo de investigación, detalló que entre la década de 1940 y fines de los años ´70, la extracción forestal en el Chaco se movió por arriba y por debajo de las 800.000 toneladas anuales. De allí hasta mediados de los ´80 la actividad declinó fuertemente hasta registrar un piso inferior a las 300.000 toneladas, pero en los años siguientes se inició una escalada sin precedentes que la llevó a superar el millón de toneladas en la segunda mitad de la década del ´90 e, incluso, a sobrepasar el valor de 1,3 millones entre los años 2004 y 2006.
Este severo impulso de la explotación forestal experimentó una desaceleración durante el proceso de sanción y promulgación de la ley nacional de bosques Nº 26.331 desde 2007 hasta su reglamentación en 2009, año en que la provincia del Chaco sancionó su propia ley de bosques, para reglamentarla a principios de 2010 pero luego volvió a crecer.
“Se observa claramente que la atenuación en la intensidad de la explotación forestal en la provincia no logró mantenerse una vez habilitadas las correspondientes normativas, exhibiendo desde entonces valores anuales siempre por arriba de la línea del millón de toneladas, aunque inferiores a los años que precedieron a la aprobación, promulgación y reglamentación de la ley nacional de bosques” indicó el investigador de la UNNE.
Por ello, consideran que el efecto del cambio normativo ha sido de leve impacto, lo que no significa garantía de sustentabilidad en las prácticas que se llevan a cabo sobre el bosque nativo chaqueño, dado que los montos continúan siendo elevados y, máxime, si se toma en cuenta la extracción efectuada en términos históricos. El promedio de explotación anual entre 2010 y 2012 ha sido de 1.151.084 toneladas, equivalente a 3.154 toneladas diarias, sin considerar las extracciones ilegales.
En cuanto a la evolución de la superficie anual autorizada para aprovechamiento forestal en la provincia del Chaco, en el trabajo se explica que en los años 2005 y 2006 el promedio fue de 145.954 hectáreas anuales, entre 2007 y 2009 los valores decayeron a 101.049 hectáreas y, en el trienio 2010-2012 registró un leve incremento, llegando a una media de 105.290 hectáreas.
“Teniendo en cuenta que la superficie de la provincia del Chaco es de 99.633 km², se puede decir que anualmente la provincia ha venido autorizando distintos tipos de aprovechamientos forestales con implicancias sobre una superficie que oscila entre 1 y 1,6% de su extensión territorial. Asimismo, si se considera la cifra oficial de cobertura boscosa, del orden de 49.000 km², significa que el área implicada cada año es del orden de 2,15% de la totalidad del espacio con existencias forestales” se resalta en el estudio.
Incluso se estima que la proporción porcentual sería un poco más alta, dado que sigue existiendo el problema del desmonte ilegal.
“Las nuevas normativas, si bien lograron quebrar la tendencia creciente que venía registrando la explotación forestal desde los años 80´, no pudieron revertirla, evidenciándose una disminución leve, una especie de meseta escalonada, pero con valores altos si se toman en consideración los datos históricos de extracción en el bosque chaqueño” reitera.
Según se remarca en el estudio, ante la presión extractiva que sufren los bosques nativos del Noroeste de la provincia, se hace necesario replantear el ordenamiento territorial establecido en el año 2009, que sólo ha zonificado como áreas de alto grado de protección (zona roja) a una superficie fragmentada equivalente al 3% del territorio provincial que comprende alrededor del 6% de los bosques nativos existentes en el Chaco. Asimismo, hay unidades ecológicas que no han sido incluidas en ese grado de protección, razón por la cual tampoco se han previsto áreas de amortiguación de impactos en torno a ellas.
“La situación descripta, más los patrones de uso que se promueven y las prácticas ilegales que se hallan presentes en toda la cadena productiva, le da el carácter de insustentable al bosque nativo chaqueño” concluyó el Doctor Dante Cuadra.
Fuente: Universidad Nacional del Nordeste (UNNE)