Abstinencia de petróleo y una terapia decrescentista
Energía solar, eólica, geotérmica, termosolar, hidrógeno, etanol, biodiesel, aceite, “gasura”, plastolina, biodiesel, biomasa, hidráulica… Sin el petróleo, gas natural o el carbón mineral, ninguna de las renovables sería factible. Su extrema dependencia no solo se ve reflejada en la fabricación de los elementos necesarios para su obtención, sino su respectivo transporte, mantenimiento e incluso suplencia. Es decir, por la noche, cuando no hay sol ni viento, quien suple la demanda de ciudades enteras que dependen del parque solar? Un gigantesco motor diesel.
No es difícil sumergirse en el vasto mundo de las novedosas energías renovables, así como tampoco lo es refutarlas. Vikrant Subhash Pawar, un joven ingeniero de origen indio, ha diseñado una moto que funciona con una mezcla de hidrógeno y etanol, más conocido como alcohol etílico. Este invento fue seleccionado para el prestigioso concurso James Dyson Award de este año.
En un artículo, publicado por la página EcoInventos, se lee lo siguiente: “La motocicleta de Pawar no solo promete reducir significativamente las emisiones de gases contaminantes, sino que también busca ser una alternativa sostenible y eficiente frente a los combustibles fósiles más tradicionales.”
La tecnología necesaria para hacer funcionar vehiculos convencionales con alcohol etílico etanol ya existe, lleva el nombre de “FlexFuel” y supone una de las mas famosas alternativas “renovables” al combustible convencional.
Curiosamente, en un documental producido por Jeff Gibbs, Michael Moore y Ozzie Zehner, se menciona al etanol. Gibbs entrevistó al personal de una de las plantas de etanol más grandes de los Estados Unidos y concluyó que, para producir este “eco combustible” se necesitan dos cosas: Maíz; el cual se obtiene de latifundios de cultivo transgénico, sembrado, fertilizado y cosechado por derivados del petróleo y maquinaria movida a diesel. Por otro lado, la propia fermentación y destilación que requiere el maíz para producir etanol requiere inmensas cantidades de energía, la cual se obtiene de una mina de carbón cercana.
Este es tan solo un ejemplo, pero no termina ahí. A menudo, las alternativas no-fósiles que se venden como una solución definitiva al calentamiento global terminan agravando la situación. Esto debido a que, siendo la huella de carbono necesaria para su fabricación y puesta en marcha mayor que la que se supone que reemplaza, las energías alternativas deberían evitarse. Esta paradoja nos invita a replantearnos el camino a seguir a la hora de proponernos seriamente combatir el cambio climático.
Sin embargo, no podemos subestimar el poder de estas alternativas.
Edmundo Ramos es la prueba viviente de ello. Este ingeniero cordobes tambien supo estar abrumado por el porvenir que suponen los hidrocarburos, llevandole a pensar una alternativa. Fue así que Edmundo decidio crear el “auto a basura” una Ford Falcon Ranchero con unos simples implementos en su cajuela que le permiten funcionar en su totalidad a base de basura. No contento con eso, el ingeniero cordobés creo un manual detallado de como replicar su proyecto y lo puso a disposición de manera gratuita junto al manual de la “moto a basura” y el “grupo electrógeno a basura”. Con este vehiculo recorrió la increible cantidad de 5000 Km, abarcando toda la ruta nacional 40
Pero basta con realizar simples busquedas en la red para constatar que abundan proyectos a pequeña escala que representan una real alternativa al petroleo. Julian “Jab” Brown, Alberto H. Romaña, Vikrant Pawar, Edmundo Ramos y Stanley A. Meyer son tan solo algunos de los ejemplos. Ellos son pruebas vivientes de que sobran los medios, no para sostener la sociedad actual, sino para enriquecer las tecnologías que creen las condiciones para un decrecimiento sano, resiliente y equilibrado.
Llevar la quema de biomasa Ramos, los motores a etanol Pawar, el biodiesel Romaña o el combustible hecho de plastico Brown a gran escala implica inexorablemente el consumo de hidrocarburos como fuente de energía.
Sin lugar a dudas, la salida es el decrescentismo, lo es la simplicidad, la resolución de problemas locales con recursos locales de abundancia como la basura o el aceite usado. La salida es sin megamineria y sin empresas multinacionales que absatecen nuestro boraz artificial apetito de energía.