Alerta en el sector: el turismo emisivo triplica al receptivo
En noviembre de 2024, la Argentina enfrentó un significativo déficit en su balanza turística, según los últimos datos proporcionados por el INDEC. Durante este período, las salidas al exterior de residentes superaron ampliamente las llegadas de turistas internacionales, consolidando una tendencia desfavorable para la economía local.
Según el informe, ingresaron al país 855.000 visitantes no residentes, de los cuales 505.000 fueron turistas, mientras que las salidas al exterior totalizaron 1.168.000 visitantes residentes, con 662.000 clasificados como turistas. Esto dejó un saldo negativo de 313.000 visitantes, incluyendo déficits tanto en el segmento de turistas (-157.000) como en el de excursionistas (-155.000).
El turismo receptivo sigue dependiendo en gran medida de los países limítrofes. Brasil representó el 20,8% de los visitantes no residentes, seguido por Chile (14,9%) y Uruguay (13,5%). Sin embargo, estos mercados mostraron caídas significativas en comparación interanual, destacándose el caso de Uruguay con una disminución del 50,9%.
Por otro lado, el turismo emisivo fue liderado por Chile, destino del 23,9% de los residentes argentinos que viajaron al exterior, seguido por Brasil (19,3%) y Paraguay (13,1%). Estas cifras revelan un marcado crecimiento interanual en el turismo emisivo hacia estos destinos, con Chile experimentando un aumento del 141,5%.
En términos de estadía promedio, los turistas extranjeros permanecieron 12,3 noches en el país, mientras que los argentinos que viajaron al exterior reportaron una estadía promedio de 14,6 noches. Este mayor tiempo de permanencia fuera del país agrava el desequilibrio económico, ya que implica un mayor gasto en el extranjero.
El déficit en la balanza turística refleja la persistencia de una tendencia que afecta negativamente la economía nacional. El turismo emisivo no solo supera al receptivo en volumen, sino que además presenta un crecimiento más acelerado, lo que genera una fuga de divisas en un momento crítico para las finanzas del país.