Alerta epidemiológica por consumo de cocaína adulterada que provocó muertes e internaciones
El Ministerio de Salud bonaerense emitió hoy un alerta epidemiológica “ante casos con signos de shock, depresión del sensorio, dificultad respiratoria y excitación psicomotriz que presentan antecedentes de consumo de cocaína adulterada, aparentemente, con opiáceos”, mientras familiares de los internadas detallaron cuadros previos de desmayos, mareos o dolores de estómago que prosiguieron con muertes, intubamientos e internaciones en terapia intensiva.
Fuentes oficiales del gobierno bonaerense informaron que “actualmente hay 56 personas internadas de los cuales 26 están con asistencia respiratoria mecánica (ARM) en hospitales de San Martín, Tres de Febrero, Tigre, General Rodríguez, Moreno, Morón, Ituzaingó y Hurlingham”.
Además, agregaron que hasta las 19 de este miércoles se produjeron 17 decesos, 7 en Hurlingham, 7 en San Martín y 3 en Tres de Febrero, y agregaron que la cifra de internados “se amplía constantemente. Llegan personas en grave estado a la admisión de la guardia. Por otro lado, se informa que hay fallecidos en vía pública y en domicilio, que aún no se pudo identificar la cantidad”.
Por último, explicaron que “con la información disponible hasta el momento puede inferirse que podría tratarse de cuadros de intoxicación por opiáceos y se desconoce la existencia de otro producto vinculado. Cabe señalar que cuando se concluyan los estudios correspondientes se comunicará oficialmente la información”.
En una recorrida por los hospitales de referencia, Télam conversó con algunos parientes de los internados.
“Mi hijo está intubado, hasta ahora no tenemos información y no podemos saber. Tiene 43 años. La única información que tenemos es que a uno lo desentubaron pero no está fuera de peligro. Lo encontraron desmayado en la casa”, explicó en la puerta del Hospital Dr. Papá Francisco, de Hurlingham.
El familiar, que pidió no ser identificado agregó: “Nos dijeron que reconocieron la sustancia con que habían mezclado la droga e iban a empezar el tratamiento, pero no nos dijeron qué sustancia era”.
En el Hospital Bocalandro, de Loma Hermosa, Julio Agüero dijo estar ahí por su cuñado, de 50 años.
“Hoy a la mañana se empezó a sentir mal y a las dos horas se descompuso, lo traje casi muerto. Ahora está intubado. Dice que le empezó a doler el estómago y se empezó a marear. Hace más de diez años que consume y esto es nuevo, nunca pasó”.
Yanelín Bravo, también en la puerta del Bocalandro, explicó a Télam que estaba ahí por su novio, de 18 años.
“Fue a comprar hoy a la mañana y fumó, al rato se empezó a sentir mal, a vomitar y lo traje. Estaba mareado y le dolía el estómago”, explicó.
Consultada por Télam, Silvia Cabrerizo, médica de la Unidad de Toxicología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, advirtió que en este cuadro masivo de muertes e internaciones “la cocaína debe de haber está cortada con alguna sustancia que tiene una baja dosis letal, o sea que con menos dosis de la misma se puede llegar a la muerte”.
La toxicóloga agregó que, en el caso de los fallecidos “sería importante saber de qué forma murió cada víctima, qué otros síntomas presentaron en el cuadro letal” previo a los decesos.
Y explicó que “si tuvieron rigidez, depresión respiratoria, hipotermia o baja frecuencia cardíaca, ayuda a determinar con qué se mezcló la droga y nos acerca a una presunción diagnóstica que se ratificaría con una muestra biológica, que determinaría la sustancia” usada en la mezcla con la cocaína.
Cabrerizo afirmó que no recuerda un caso similar, sin embargo, aclaró que “la adulteración de la droga es común. La cocaína siempre está cortada para que rinda más. Es decir que la cortaron, por ejemplo, con algún opiáceo o estricnina, a baja dosis, que puede haber provocado un paro cardíaco o respiratorio como causa de muerte”.
El análisis de la profesional coincidió con el parte emitido esta tarde en el que se habló de la inferencia de cuadros de intoxicación por opiáceos.
Como antecedentes de decesos masivos, recordó lo ocurrido con el consumo de drogas sintéticas en lo que se llamó la Tragedia de Time Warp, ocurrida en la noche del 15 y 16 de abril de 2016 en Costa Salguero, durante un festival electrónico donde murieron 5 personas y decenas debieron ser hospitalizadas, entre ellos seis en terapia intensiva.
Y la intoxicación masiva con vino, ocurrida en 1993, con el consumo de las marcas Soy Cuyano y Mansero, adulterados con metanol y que provocaron la muerte de al menos 26 personas y ceguera e invalidez a muchas otras.
La psicóloga y especialista en adicciones, Andrea Douer, sostuvo, por su parte, que los “pacientes saben que la cocaína está adulterada y no les importa” cuando “la adicción está instalada”.
“Consumen sin tener en cuenta qué se meten en el cuerpo”, agregó en diálogo con Télam.
La secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), Gabriela Torres, dijo que “no es gracioso consumir cualquier cosa, nadie puede chequear en una sustancia ilegal qué es lo que tiene”, y agregó que “cuando trabajamos con jóvenes me gusta decirles que no se metan cualquier cosa en el cuerpo”.
“Imaginate que un joven consume una sustancia ilegal que nadie controla, nadie sabe su calidad y que lo comercia gente que le importa muy poco la vida de las personas”, expresó la funcionaria.
Al lamentar la pérdida de vidas por el consumo de cocaína adulterada, señaló que “es algo muy doloroso. Es una tragedia”.
Antes, por Twitter había expresado que “los problemas de consumo son problemas de personas, no de sustancias. Personas que padecen y que se relacionan problemáticamente con estas sustancias”.
Y diferenció estos consumos del “delito del narcotráfico” que “es otra cosa”.