Amazonas: la Comunidad Internacional debe considerar el cuidado del medio ambiente como un “valor esencial o fundamental”
Lo que me lleva a escribir esta nota en primer lugar es la impotencia que siento al ver como se incendia (¿se incendia o la incendian?) el Amazonas y las trágicas consecuencias no solamente para Sudamérica sino para el mundo entero. En segundo lugar, y partiendo del hecho que soy profesor de Derecho Internacional Público, quiero invitarles a reflexionar sobre qué tipo de respuestas deberían dar los Estados y la Comunidad Internacional en su conjunto.
Partiendo de la base de que él o la que esté leyendo esta opinión tiene poco conocimientos de cuestiones jurídicas internacionales, me propongo en primera instancia aclarar algunos conceptos para que la lectura de esta nota sea al final un todo homogéneo capaz de ser comprendido.
En el título de la nota encontramos dos conceptos que son claves y necesitan una aclaración: uno es comunidad internacional y otro es valor esencial o fundamental.
Comunidad Internacional, en forma muy sintética, está conformada por todos los países sin distinción de tamaño, economía, poderío militar, etc.
Los valores esenciales, son una construcción más que nada histórica que van variando de acuerdo a las distintas épocas y las distintas concepciones e intereses de los pueblos.
Los últimos reconocidos, los encontramos en el preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas y son nada más y nada menos que la Paz, la Prohibición del uso de la fuerza armada (con algunas excepciones) y la dignidad del ser humano (consecuencia directa del Holocausto Judío). Recordemos que las Naciones Unidas y estos valores reconocidos en el preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas son el resultado de las devastadoras consecuencias de las dos Guerras Mundiales y por lo tanto del nuevo orden mundial de la posguerra, ergo toda la estructura jurídica internacional se apoyara sobre estos cimientos.
Para profundizar en este concepto clave, podemos agregar que son esos valores que la Comunidad Internacional reconoce como fundamentales para su propia supervivencia, y al reconocerlos como tales se las dota de carácter de normas imperativas o Ius Cogens. ¿Qué significa esto?, simplemente que los Estados no la pueden dejar de lado jamás y su violación en algunos casos puede configurar un Crimen Internacional, dando lugar (en determinados casos) a la intervención del Consejo de Seguridad o la Corte Penal Internacional como caso extremo. Por ejemplo la violación masiva de la dignidad del ser humano en determinados casos puede generar un “Genocidio” o un “Crimen de Lesa Humanidad”, el uso de la fuerza armada en determinados casos puede generar el “Crimen de Agresión”, etc.
Por supuesto que esos valores esenciales que hacen a la supervivencia de la Comunidad Internacional gozan de actualidad, pero la reflexión que quiero compartir es la siguiente:
El año 1945 ha quedado muy atrás, la Comunidad Internacional ha evolucionado muchísimo, aparecieron infinidades de actores nuevos en el plano internacional y con los nuevos actores también nuevos problema, visualizando esos cambios, caben las siguientes preguntas:
¿No hay nuevos valores esenciales que necesitan ser reconocidos para que consecuentemente se ubiquen en un lugar primordial dentro de la estructura jurídica internacional? ¿No es el cambio climático tan urgente como en su momento fueron el temor a las Guerras Mundiales? El daño ambiental y el capitalismo en su lado más voraz ¿No están condenando a la humanidad al ocaso? ¿Cuánto puede aguantar el planeta este nivel de consumo?
El reconocimiento de nuevos valores esenciales por la comunidad internacional, como el cuidado del medio ambiente, cobra una virtualidad aún más importante en el contexto global actual, donde vemos como energúmenos de la talla de Jair Bolsonaro (recordemos que en su visita a Israel confundió al comunismo con el nazismo, demostrando su ignorancia extrema) y el controvertido Donald Trump llegan al poder de sus respectivos países, constituyendo una amenaza no solamente para las poblaciones locales sino también (globalización de por medio) el mundo entero. La Comunidad Internacional necesita de la institucionalización de estos valores para poder brindar una respuesta contundente desde la legalidad, los informes de la ONU sobre cambio climático son verdaderamente alarmantes.
Como en todos los ámbitos los valores gozan de distintas categorías y tienen distintos lugares en la pirámide, partiendo en primera instancia de un cierto “consensus” básico en una sociedad para luego elevarla a categoría de norma, siguiendo este ejemplo vemos como es responsabilidad de todos, sociedad y política, que el medio ambiente aparezca en ese lugar, para finalizar será tarea de la política internacional transformar ese preciado valor en imperativo.
*Cabe como aclaración que esta nota no se refiere a la simple responsabilidad del Estado por daños ambientales, la idea que intento esbozar es la elevación a categoría de norma de Ius Cogens o imperativa el daño ambiental doloso provocado por el Estado.