Arte gourmet: abrió sus puertas Alegrarte
“Creer en la magia”. Atreverse a ver qué hay del otro lado de la puerta, cómo hizo Alicia en el país de las maravillas. La puerta está ahí, a la vista de todos, pero sólo al alcance de quien deje volar la imaginación. El portal se abrió este viernes para una inauguración íntima que no dejó de sorprender.
Alegrarte es un espacio que elude definiciones. Es una galería de arte, pero es té a las cinco en punto, es cena gourmet y una elegante sala de reuniones. Es una tienda de ropa con diseños exclusivos y una vidriera enorme para emprendedores y pintores que buscan darse a conocer. Puede ser una sala de poesía, mientras en los largos pasillos suena suavemente Imagina de John Lennon. Cada detalle está pensado para inspirar y sorprender.
Alegrarte es una casona recuperada del olvido en la vieja Posadas a metros del río Paraná. Son 101 años de historia celosamente guardados por una construcción que resistió el paso del tiempo y que de pronto cobró vida. La ciudad cambió y la vieja casa de porte señorial sobre la avenida Roque Saenz Peña abre sus puertas con una moderna propuesta que no encuentra parangón en Misiones.
Carla Seewald se enamoró de la casa apenas la vio, al lado de un taller donde su hija aprendía arte. Tenía la idea en la cabeza desde hace tiempo. El lugar terminó de darle forma al concepto que abrirá sus puertas el próximo 13 de marzo.
Aunque toda su vida estuvo ligada a la administración de la empresa familiar, Carla heredó la creatividad de su abuelo, que con un par de herramientas, comenzó a forjar su lugar en el mundo de los autos que terminó en una gran empresa familiar. Una zona de confort de la que la joven empresaria decidió salir para darle vida a sus propias ideas. Las herramientas de su abuelo que falleció el año pasado, forman parte ahora de un legado que puede encontrarse en Alegrarte, donde el tiempo no es pasado ni futuro, sino una rara simbiosis. “Parte de este proyecto tiene que ver con él. Porque era una persona que me incentivaba a mí de niña a creer en la magia, en que todo es posible, que si uno se propone las cosas y va tras eso, se puede, siempre con la palabra detrás, él hablaba mucho de la palabra”, describe Carla, ahora madre de Sofía de 12 y Martín de 9.
Hay que atisbar cada detalle. La casona conserva intacta la vajilla de doña Lorenza, la dueña original del lugar, y hay libros de poesía que seguramente alegraron almas de otros tiempos. Un intacto cucú fabricado en 1.865 es el que marca las horas. Hasta los baños tienen en su interior pinturas y muebles hechos a medida, con cambiadores para bebés, porta carteras y adaptados para personas con problemas motrices.
Los cuadros le dan vida a cada rincón, que, promete Carla, estarán en constante mutación.
Hay tres obras de la artista eldoradense Ailin Majeras que sorprenden en uno de los salones más exclusivos, pensado para una cena más íntima o una exclusiva reunión de negocios: la Mona Lisa convertida en una osa, un conejo transformado en la Rosa Mariposa de Salvador Dalí y un altivo ciervo, que protagoniza La Noche Estrellada de Vincent Van Gogh.
Las obras de Majeras son parte de la esencia del lugar que tendrá espacio para que diversos artistas -conocidos o emergentes-, puedan exhibir y vender sus obras. La propia Carla tiene sus diseños a la venta. Vestidos bordados que le escapan a la uniformidad de la moda. “A mí siempre me gustó la decoración y el diseño. Cuando me fui conociendo, me di cuenta que me gusta mucho el bordado, el arte y crear cosas. Pero no tenía eso de coser, de la moldura, me gustaba diseñar y bordar. Pero con una chica que conocí, a la que le gusta coser, logramos armar un mix. Fuimos creando a través del bordado, de las telas, muchos vestiditos, hay mucho de diseño infantil, son únicos, porque no repetimos lo que hacemos”, explica.
“Es imposible solo si crees que lo es”, cita Carla, nuevamente a Alicia en el País de las Maravillas. “Alegrarte representa la alegría, el arte y el té. Es un art café, un espacio que nos abstraiga un poco de la realidad, del ruido, de las cosas por ahí no tan alentadoras, que nos pueda transportar a otro espacio y tiempo. Poder disfrutar del hoy, esa alegría de estar vivos”, detalla Carla.
El concepto de Alegrarte se extiende a la oferta gastronómica. El diseño del menú está a cargo de Camila Molinas, una chef formada en la escuela del Gato Dumas. La atención es del maitre Nicolás Martínez, un joven posadeño de 35 años que tiene una amplia trayectoria en el servicio turístico. Empezó como mozo, escaló posiciones en varios hoteles de Misiones y terminó a cargo del staff que atendió a Antonella Roccuzzo en su visita al exclusivo Loi Suites de Iguazú.
Pero decidió cambiar las Cataratas por Posadas siguiendo su búsqueda de excelencia. Ahora es el atento coordinador de un grupo de 24 anfitriones listos para abrir las puertas de Alegrarte, que promete convertirse en un restaurante ineludible en la capital misionera. Habrá espacio para 72 comensales, 20 en la vereda que da a la calle, otro tanto en las mesitas de un pasillo al aire libre, y el resto en los salones principales, y un patio interno, ideal para tomar fotos.
“Creo que los lugares sin las personas no tienen vida. La idea es que este lugar sea un puente para que las personas puedan descubrir eso y también acompañar a otros para que puedan mostrar lo que hacen y poder compartir”, concluye Carla. Alegrarte abrirá al público este lunes 10. Nuevas historias podrán escribirse. Solo hay que dejar volar la imaginación.