Aumentaron las infecciones de transmisión sexual en Argentina
Argentina está presenciando un continuo crecimiento de las infecciones de trasmisión sexual. Desde hace cuatro años las principales ITS han tenido un incremento en sus notificaciones, y una característica transversal a todas ellas es la concentración de casos en los grupos etarios más jóvenes.
Según el último Boletín sobre el HIV, Sida e ITS, editado por el Ministerio de Salud y Desarrollo Social en diciembre 2019, en los últimos cuatro años en Argentina se percibe un continuo crecimiento de las infecciones de trasmisión sexual.
Las ITS son infecciones que se transmiten de una persona a otra durante una relación sexual. Pueden ser producto de más de treinta tipos de virus, bacterias y parásitos, y las más frecuentes son: la sífilis, la gonorrea, la clamidia, el Virus del Papiloma Humano (VPH), las hepatitis B y C, y el VIH.
En nuestro país, la sífilis tiene un papel central ya que a través de ella se puede inferir el comportamiento general de otras ITS. En 2018, por cada 100 mil habitantes, 51,1 personas tenían esta infección, una tasa que viene creciendo en forma sostenida desde 2010.
Tanto en mujeres como en varones la incidencia acumulada de sífilis en la población adolescente y joven superó ampliamente al promedio general. Las mujeres de entre 15 a 19 años triplican la tasa media, mientras que en los varones adolescentes se observan tasas de casi el doble que las de la población general.
Además, de acuerdo con una investigación realizada por la Fundación Soberanía Sanitaria, y solo en la provincia de Buenos Aires, “en los últimos años se ha incrementado significativamente los casos de sífilis congénita, lo cual se vincula con el aumento de casos de sífilis en la población en general y la falta de detección temprana. De este dato se desprende también la falta de controles durante el embarazo”.
La tasa de sífilis congénita en el país registrada en 2017 fue de 1,67 cada 1.000 nacidos vivos, siendo 1,9 para la provincia de Buenos Aires y pasando de 384 casos confirmados en 2015 a 493 en 2017, más de 100 nuevos casos de una enfermedad de fácil diagnóstico y tratamiento.
En lo que se refiere a otras infecciones, de las pruebas realizadas por Clamidia en laboratorio durante 2018, 257 (82%) corresponde a mujeres, mientras que 57 (18%) a varones. Los adolescentes y adultos jóvenes de entre 15 y 34 años son los que se encuentran con mayor cantidad de positividad.
En relación a la Gonorrea, las pruebas positivas se distribuyen en 22,4% de casos positivos para mujeres y 77,6% para varones. Al igual que en el caso anterior, los grupos etarios de entre 15 y 24 años son los más afectados; con un 56,8%.
VIH/SIDA
En lo que respecta al virus de inmunodeficiencia humana (VIH/SIDA), la tasa general por 100 mil habitantes ha venido descendiendo levemente en los últimos años aunque, en términos absolutos, se mantiene en alrededor de 5.800 reportes de nuevos diagnóstico por año.
“La caída que se observa en 2017 es producto del retraso en la notificación y de la demora en la carga de datos generada por el proceso de implementación del SNVS 2.0. La diferencia entre las tasas según sexo se sigue manteniendo casi sin cambios a lo largo del período”, describe el Boletín.
La edad media de diagnóstico en ambos sexos ronda entre los 32 y 33 años. En cuanto a la región de residencia, se observa una importante caída de la tasa de notificación de los casos de VIH en el AMBA y en el área central del país, que puede deberse a una combinación entre el descenso en la cantidad de diagnósticos y el debilitamiento en el proceso de reporte. En el resto de las regiones las tasas son estables, siendo NOA y Patagonia las regiones con tasas más elevadas.
Al indagar sobre las vías de transmisión, el 96% de las mujeres y el 99% de los varones notificados con diagnóstico de VIH entre 2016 y 2018 se infectaron durante relaciones sexuales sin protección.
Acceso a la educación sexual integral
Es necesario destacar las falencias en la implementación de la ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI) en las jurisdicciones donde se hizo el estudio. La mayoría refiere que fue incompleta, escasa o bien nula. Persisten enfoques y contenidos de carácter biologicista (descripción del aparato reproductor masculino y femenino) y religioso (”educación para el amor”) con relación a la educación sexual recibida que anulan cuestiones sociales y culturales vinculadas con la diversidad sexual y la realidad del VIH y el sida.
En general, la educación sexual en el ámbito escolar se implementa a través de actividades esporádicas, que no están integradas en el currículo y que dependen de la voluntad y decisión de docentes o directivos, quienes en general presentan muchas resistencias para abordar el tema.
Prevención y detección
El preservativo es el único método que previene las infecciones como VIH, sífilis o gonorrea, entre otras. El mismo debe ser utilizado de manera correcta y consistente, es decir, durante toda la relación sexual ya sea vaginal, anal u oral, ya que cualquier otro método anticonceptivo solo previene el embarazo. De la misma manera, se recomienda utilizar campo de látex para las relaciones sexuales orales.
“Las ITS pueden no mostrar síntomas. Algunas veces solo se detectan con un examen médico como análisis de sangre u orina. En caso de embarazo, es importante que ambos padres se realicen los análisis para poder tratarse, de ser necesario, y evitar la transmisión al bebé”, describen desde Fundación Huésped.
En nuestro país, solo el 70% de quienes padecen este tipo de enfermedades sabe que las tiene. Según la Secretaría de Salud de la República Argentina, actualmente unas 122.000 personas viven con el virus del VIH, de las cuales se estima que el 30% desconoce su situación.
Por este motivo, los profesionales recomiendan “solicitar un laboratorio que incluya un testeo de serología, para detectar enfermedades infecto-contagiosas venéreas. Lo ideal es hacerlo una vez al año porque muchas personas tiene estas enfermedades y lo desconocen”.