Aves carroñeras más grandes que los Cóndores

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DESCUBREN EN LA REGIÓN PAMPEANA LOS ÚLTIMOS TERATORNOS SUDAMERICANOS

Un equipo de investigadores de la Fundación Azara, el CICYTTP-CONICET Diamante, la Facultad de Ciencia y Tecnología-UADER y el Museo Municipal de Ciencias Naturales de Miramar acaban de publicar el hallazgo de nuevos teratornos en Buenos Aires y Santa Fe, revelando detalles acerca de la evolución tardía de estas aves en América del Sur, en la revista Journal of Vertebrate Paleontology.

Los teratornos fueron aves voladoras gigantescas de hábitos carroñeros y predadores que habitaron el continente americano durante casi 25 millones de años hasta su extinción hace unos 12 mil años.
Se han reconocido unas siete especies de teratornos, entre ellos Argentavis magnificens, hallado en la década de 1970 en La Pampa. Con un peso estimado en 70 kg y una envergadura alar de hasta 7 m, Argentavis es el ave voladora de mayor tamaño conocida hasta el momento.

“Su presencia había pasado inadvertida por muchos años, algunos materiales fueron colectados en la década del 30, en parte porque se trataba de ejemplares muy fragmentarios y fácilmente confundibles con cóndores… pero hace unos 10 años comenzamos a ver que no se trataba de cóndores, por suerte pudimos hallar nuevos y más completos especímenes confirmando que en realidad eran teratornítidos.” señaló Marcos Cenizo, de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara.

El primer ejemplar identificado había sido hallado en 1980 en Playa del Barco, un yacimiento próximo a Monte Hermoso. Luego el equipo halló dos nuevos restos, uno dentro de la proyectada Reserva Natural Centinela del Mar, próxima a Mar del Sud y Miramar; y el otro en el río Salado de Santa Fe, cerca de Manucho. Se sumó un ejemplar más, reportado previamente como un cóndor, que fuera colectado entre 1930 y 1950, también en esta última provincia.

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Los primeros restos de teratornos fueron descubiertos en 1909 en los célebres pozos asfálticos de Rancho La Brea, California. Allí se recuperaron centenares de ejemplares pertenecientes a la especie que da nombre a esta familia de aves extintas: Teratornis merriami (“ave monstruosa de Merriam”, como refiere su nombre científico). A pesar de que se conocen restos de estas aves desde hace más de un siglo, sus vinculaciones con otras aves permanecen aún inciertas, postulándose relaciones con los cóndores, los pelícanos y las cigüeñas.

El estudio comparativo de los restos sugiere que podría tratarse de una nueva especie afín al norteamericano Teratornis merriami, sin embargo, su confirmación requiere de restos más completos. Por otra parte, el análisis de la diversidad y cronología de las comunidades de aves carroñeras y predadoras de ambas Américas parece indicar que los teratornítidos se extinguieron varios miles de años antes en Sudamérica, mientras en Norteamérica llegaron a convivir con los primeros grupos humanos hasta unos 12 u 11 mil años atrás.

Por su tamaño estas aves ocuparon lugares significativos en las redes tróficas del Pleistoceno en América del Sur, siendo de gran relevancia a la hora de comprender cómo funcionaron los ecosistemas pasados y de este modo interpretar con mayor profundidad el funcionamiento de los actuales. Su extinción, relativamente reciente, debe haber influenciado la dinámica histórica de las comunidades que hoy habitan estas regiones, ya que los ecosistemas son procesos históricos y debe ahondarse también en el pasado para comprender su origen, desarrollo y estructura actual.

Se cree que los teratornítidos se originaron en América del Sur ya que sus restos más antiguos fueron hallados en yacimientos con edades de entre 25 y 5 millones de años ubicados en Brasil y Argentina. Luego de este periodo de tiempo los teratornos desaparecen del registro fósil sudamericano, pero se vuelven notablemente abundantes y diversos en América del Norte hasta su extinción al final del Pleistoceno, unos 12 mil años atrás. La ausencia de estas gigantescas aves durante los últimos 5 millones en América del Sur de años, era hasta el momento un misterio.

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En el estudio de estos materiales, participaron los investigadores Marcos Cenizo, Jorge Noriega, Raúl Vezzosi, Daniel Tassara, Rodrigo Tomassini, integrantes de las instituciones citadas.
First Pleistocene South American Teratornithidae (Aves): New Insights into the Late Evolutionary History of Teratorns. Journal of Vertebrate Paleontology.

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