La ONG “Drugs for Neglected Diseases Initiative” (Iniciativa para las Drogas para Enfermedades Olvidadas) trabaja en la creación de un medicamento de inteligencia artificial para combatir el dengue.

Se trata de una organización que busca tratamientos para enfermedades que generan poco interés. En abril ya había lanzado un convenio con BenevolentAI, una empresa británica que se encarga de desarrollar moléculas a través de la inteligencia artificial.

“No es algo futurista: la inteligencia artificial es un enfoque metodológico del tratamiento de datos que puede servir en varias etapas del proceso de desarrollo de la industria de los medicamentos”, señaló el doctor Thomas Borel, director para temas científicos de la Federación de Empresas del Medicamento en Francia.

A principios de 2020, la empresa escocesa Exscientia, en asociación con la farmaceútica japonesa Sumitomo Dainippon, desarrolló la primera molécula “construida” gracias a la IA que entró en un ensayo clínico.

Todos estos cambios que genera la tecnología en pleno 2022 logra que diferentes empresas y laboratorios ya no necesiten de los clásicos instrumentos científicos: la compañía emergente francesa Iktos, fundada en 2016, deja claro que hay un cambio de era y muestra que no hay microscopios ni aparatos tradicionales de biología, ni ningún empleado en bata blanca.

“La idea es usar datos que ya existen para obtener nuevas moléculas que sean interesantes, de una forma más rápida”, explicó Yann Gaston-Mathé, dirigente de esta empresa de la cual es cofundador.

Para ello, su equipo utilizó una base de datos global con la información de 100 millones de moléculas. A partir de estos datos “creamos un modelo que va a generar automáticamente nuevas moléculas e identificar aquellas que puedan ser activas para objetivos biológicos de interés”, explicó.

La inteligencia artificial y el cáncer

Desde radiografías de órganos enteros hasta imágenes de células cancerosas en el microscopio, los médicos usan las pruebas con imágenes para muchos objetivos: detectar el cáncer en los estadios más tempranos; determinar el estadio de un tumor; saber si el tratamiento funciona; y vigilar si el cáncer vuelve después del tratamiento.

En los últimos años, los investigadores elaboraron herramientas de IA para que las técnicas de obtención de imágenes del cáncer sean más rápidas, más precisas e incluso más informativas, algo que creó mucho entusiasmo dentro del mundo de la ciencia.

Los expertos son optimistas con esta nueva herramienta, aunque también surgen algunos interrogantes: ¿están listas estas técnicas para ir de los laboratorios de investigación a los consultorios médicos?, ¿ayudarán a los pacientes? y ¿beneficiará a todos o solo algunos de los pacientes?

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