Debaten sobre el desarrollo de políticas conjuntas ante el impacto del clima en la región
La iniciativa tiene como objetivo específico evaluar las vulnerabilidades de la región, identificar soluciones costo-efectivas y que generen co-beneficios, así como explorar rutas de implementación y opciones de financiamiento; con la intención de crear sinergia entre las tres ciudades involucradas fomentando la cooperación, manteniendo las economías sanas y mejorando la calidad de vida de todos; teniendo en cuenta que actualmente ya se experimentan efectos del cambio climático, como son las inundaciones, sequías, vendavales, etc.
Al término del evento Britto agradeció la invitación del secretario general de Extensión Universitaria de la UNaM, Miguel López, y al equipo de investigación del proyecto “Cooperación triangular urbana: construyendo desarrollo resiliente al clima en la cuenca del Paraná”, que la han hecho parte del Comité Directivo. Comité que tiene como una de sus prioridades el crear lazos entre instituciones y personas claves en la zona de Ciudad del Este, Foz de Iguazú y Puerto Iguazú, con el propósito de mejorar el desarrollo de la misma.
Cabe señalar además que “Cooperación triangular urbana” es uno de los cinco proyectos ganadores dentro de la iniciativa “Ciudades Resilientes al Clima en América Latina”.
“En lo que hace a mi función como legisladora me pareció muy importante participar ya que desde la comisión de DD.HH que me toca presidir estamos trabajando con la Agenda 20/30 y los objetivos del milenio que se ha propuesto Naciones Unidas; y precisamente dentro de ese contexto se encuentra el desarrollo sustentable. Por lo tanto estas cuestiones y estos temas que debemos trabajarlos desde la articulación, la colaboración, la integración, son fundamentales porque estamos hablando de desarrollo sustentable de seres humanos”, sostuvo la parlamentaria.
“También pude escuchar que la gente demanda un Mercosur con rostro humano; que se ocupe de los problemas de la gente y sobre todo de nuestra problemática fronteriza; situación que nos hace vulnerables a muchísimas circunstancias. Es decir hay una conciencia colectiva de poner en marcha el MERCOSUR social, cultural y de la gente, y no uno sólo apuntado a los negocios. Por eso me parece clave, como representante del Parlasur, participar de estos eventos que empiezan a poner en valor la cooperación, que cada vez debe ser más institucional y abordada desde decisiones políticas gubernamentales”, agregó.
Asimismo Britto ratificó su compromiso de seguir trabajando en el proyecto; de continuar colaborando; agradeciendo la posibilidad de ser parte de un equipo de la Universidad Nacional de Misiones que le ha abierto este espacio que permita adquirir herramientas que contribuyan a llevar adelante su representación en el Mercosur.
“Como misioneros no podemos quedarnos afuera de esta propuesta que está elaborada a gran escala, con un financiamiento importantísimo, sobre todo siendo parte de este espacio geográfico tan importante como lo es la Triple Frontera, a la que no tenemos que verla estigmatizada, sino verla como un gran espacio geopolítico de oportunidades para la región”, enfatizó.
Antecedentes
Alrededor del 40% de la población del planeta, y casi el 30% de América del Sur, vive en cuencas transfronterizas. Muchas de estas personas, además, viven en zonas urbanas dentro de esas cuencas. Sin embargo, los aspectos transfronterizos rara vez se abordan en los planes nacionales de adaptación al cambio climático. Este es un asunto preocupante ya que, entre otras cuestiones, el rápido crecimiento urbano puede intensificar los efectos adversos del cambio climático en las cuencas hidrográficas. Estudios a nivel nacional indican que se necesita buena gobernanza, gestión y cooperación sólida para lograr la adaptación en cuencas transfronterizas. Sin embargo, existe una falta de comprensión de estos problemas transfronterizos a nivel de las ciudades.
El desafío es de especial importancia para las ciudades pequeñas y medianas. Debido a su tamaño, crecimiento y nivel de desarrollo, estas ciudades pueden estar en muchos casos menos “equipadas” que los grandes centros urbanos para hacer frente a los impactos climáticos y pueden mostrar mayores vulnerabilidades (por ejemplo, falta de infraestructura y financiamiento). Sin embargo, debido a su etapa de desarrollo, también están en condiciones de evitar quedar atrapadas por decisiones negativas de infraestructura y tecnología mediante la realización de inversiones limpias y resistentes al clima.
En el caso de las ciudades vecinas, las vulnerabilidades del cambio climático pueden ser compartidas entre ellas, lo que lo convierte a este tema en un desafío común. Mejorar la cooperación ciudad-ciudad en estos casos es de suma importancia, ya que los esfuerzos y los recursos pueden ser agrupados, proporcionando resultados más eficientes.
Objetivos y actividades del proyecto
El objetivo general del proyecto es identificar estrategias para mejorar la cooperación ciudad a ciudad, permitiendo soluciones más eficientes, eficaces, beneficiosas, inclusivas y resistentes al clima.
El proyecto busca:
Evaluar las vulnerabilidades socioeconómicas de las tres ciudades.
Identificar las diferencias / omisiones en las políticas / estrategias locales de adaptación y en los entornos institucionales.
Identificar posibles soluciones resilientes al clima que sean rentables y que puedan aportar beneficios compartidos.
Explorar vías de implementación y opciones de financiamiento para materializar las soluciones colaborativas.