Desfile y represión a la carta
Poco o nada mostrado por los medios de difusión concentrados, afines al establishment, pero lo sucedido el último 9 De Julio, una de las dos grandes fechas patrias de Argentina, es un conjunto de postales que muestran cabalmente el accionar del neoliberalismo “reinante” de tipo tiránico con formato pseudo democrático.
El neoliberalismo es apátrida y destructivo por definición; tal como lo prueban además los muchos antecedentes sumamente negativos de la aplicación de esa doctrina en diversos países del mundo…¡y en Argentina desde el “proceso” cívico – militar hasta la brutal crisis terminal de 2001/2002, casi sin solución de continuidad!
En ese contexto no puede sorprender que el actual gobierno, causante del caos de dimensiones dantescas que hoy padecemos, con sus secuelas de hambre, miseria, desocupación creciente, industricidio, entrega vil de soberanía y un montón de lacras socio económicas aplicadas con premeditación y alevosía; provoque rechazos masivos en la población, motivo por el cual el presidente y los capitostes más conocidos no pueden presentarse en actos públicos, por los masivos rechazos y repulsas que provocan espontáneamente.
Ya es un clásico de los actos de fechas patrias, en épocas del macrismo, que el acceso a los mismos sea severamente restringido, con plazas y espacios públicos vallados y fuertemente custodiados por fuerzas de seguridad armadas hasta los dientes…para impedir que el pueblo común participe. El acceso solo se permite a altos funcionarios y a sus afines, individualizados con pulseras y otros dispositivos, que impidan “infiltrados”, gente de a pie, que pueda incomodar a la CEOcracia, la oligarquía y los altos mandos militares identificados y/o subordinados ideológicamente con aquellos.
Para intentar dar un matiz de “participación popular”, el presidente y su círculo áulico montan actos en lugares cerrados, con accesos muy restringidos y en entornos que les aseguren ausencia total de críticas y repudios, que se producen por doquier cuando se muestran en público. Buscan asegurarse que no se objeten sus mediocres discursos ni que se los cuestione en lo mínimo, de la misma forma que intentan esconder la miseria, el abandono y el hambre generalizados que causan y acentúan día a día.
Así no sorprende que el acto del 25 De Mayo haya tenido la Plaza De Mayo vallada y llena de policías, mientras que al tradicional Tedeum solo hayan podido acceder “invitados especiales”, y hasta al periodismo “incómodo” se le dificultó su tarea.
El día de la bandera, en vez del acto vallado y cerrado al pueblo del año anterior, el presidente optó por ir a una escuela de barrio, con abundante custodia, lejos de las multitudes que tanto rechazo le provocan, y haciendo un discurso muy desubicado en el que omitió el tema central y se dedicó a atacar a un dirigente gremial que le es “incómodo”.
Ahora, para el 9 de Julio, hubo “múltiples funciones aptas para todo público”.
En la referencial Casa de Tucumán, solo rodeado de “selecta” asistencia y con la usual fuerte custodia que impide acceder al pueblo que lo repudia, pronunció Macri otro de sus desubicados discursos, con el que se comparó con los patriotas de 1816…¡y trazó un paralelismo entre la Independencia proclamada al nacer nuestra patria, con la “segunda independencia” actual, que así llama a las entreguistas y totalmente cipayas políticas de subordinación total y entrega de soberanía, que perpetra y profundiza día a día! ¿Hipocresía pura “solamente”, o un caso muy patológico de perversión mental llevada al extremo de creerse sus propias mentiras, o hablar burlándose como si los argentinos fuésemos infradotados con mentalidad de niños de 3 años?
El mismo día, en Buenos Aires, a solo escasas 40 cuadras o poco más, se vieron las dos caras de la misma moneda, o si se quiere, del habitual doble accionar del neoliberalismo macrista.
En la Avenida del Libertador, en plena zona “paqueta” de la Capital, y con un marco de público claramente del entorno palermitano o similar, se hizo el desfile militar. La gente asistente fue casi exclusivamente “muy blanquita”, de esos que miran mal y con rechazo a todo aquel que no luzca piel muy clara y eventualmente ojos azules. Mezclado entre el público, no obstante, se pudo ver algunos trigueños o morochos, de expresión muy dura en sus rostros, por lo que cabe deducir que eran suboficiales, seguramente reclutados en el NOA o con ancestros de allí o de
otros lugares donde abundan criollos herederos del mestizaje de hispanos con nativas. Meztizaje tan bueno para el país pues nos une y elimina barreras raciales y sociales, pero rechazado visceralmente por los habitualmente clasistas y racistas oligarcas y sectores sociales afines, como parte de la clase media – alta y otros imitadores de ellos.
Al mismo tiempo, una olla popular se pretendió instalar al pie del obelisco, para dar alguna comida caliente a los muchos que malamente sobreviven apenas en las calles, la mayoría de ellos ex clase media, hoy empobrecida por el genocidio económico que se perpetra y profundiza día a día. Muchos de los sin techo seguramente la pasan muy mal, e incluso hubo varias muertes por el frío y la falta de alimentación. Eso tiene poca cobertura en los medios concentrados.
Operan igual que los oligarcas del Centenario, que para exhibir una ciudad pulcrísima y sin manchas, expulsaron lejos a los muchos pobres y marginados sociales que los oligarcas no querían mostrar a los múltiples visitantes ilustres de la nobleza y altos sectores de Europa que fueron invitados a los fastos del 25 de Mayo de 1910. ¡Expulsar y marginar más aun, sí; solucionar ese angustiante cuadro social, nunca entró en los planes y la excluyente mentalidad de casta privilegiada e insensible de aquella “oligarquía de la bosta”, antecesora directa de las oligarquías diversificadas actuales!
Pero como a los insensibles oligarcas y neoliberales contumaces que hoy conforman la dictadura con formato pseudo democrático, les molesta sobremanera que la miseria tenga visibilidad masiva, las fuerzas policiales de choque fueron masivamente movilizadas, con profuso equipamiento represivo ostentosamente mostrado, para provocar, hostigar y tratar como si fueran delincuentes, tanto a los desposeídos sin techo, como a los de espíritus solidarios que pretendieron acercarles un plato de comida caliente y un poco de humana solidaridad a la legión de expulsados sociales empujados a la miseria indecible de vivir en las calles.
Claro que el desfile, con la pompa habitual y el entorno social “de gente bien”, habrá logrado su efecto, para que el grueso de la “familia militar liberal”, tan confusa y carente de amplitud de conceptos (salvo excepciones), muy sensible a las “sobadas de lomo” de los oligarcas, vuelva a apoyar al macrismo y su
destructivo accionar plagado de negocios impresentables y carente de todo patriotismo y espíritu humanitario; por lo visto sin importarle a los patrioteros de bandera el genocidio social, la destrucción económica y la visible y desvergonzada entrega de soberanía que se perpetra día a día.
Todo eso conforma un conjunto de postales de época, que muestran procedimientos y consecuencias del accionar que nos lleva a los empujones, a la Argentina feudal campera del siglo XIX montada por el mitrismo y sus continuadores, pero que de máxima evidencia operar para perpetrar la balcanización total, acorde a los designios globalistas de la Banca especuladora transnacional.
Para eso opera visiblemente la CEOcracia que, periodismo de guerra mediante, tomo por asalto el poder formal, para destruir sistemáticamente la patria, y que para perpetuarse al como sea opera a golpes de chequera, carpetazos con agentes de “servicios” y funcionarios judiciales operadores activos y claramente alineados, y las presiones diarias de los medios concentrados; contando principalmente con los evidentes apoyos del FMI y de las Potencias Neocolonialistas del Siglo XXI.
Con algunos matices diferentes por cambios de época, se repiten encrucijadas históricas claves. En el ’45 fue “Braden o Perón”; en el ’55 fue “oligarquía o patriotismo”; hoy macrismo-FMI o Patria Soberana. Así de simple conceptualmente, pero muy complejo en realidad.