
Desregulación total: Nación pide anular tres resoluciones clave del INYM
El Instituto Nacional de la Yerba Mate atraviesa sus horas más oscuras tras la reunión que mantuvieron sus directores con el gobierno nacional. Gerardo Vallejos, a cargo del INYM y representante del sector cooperativo dentro del organismo, expresó su preocupación tras el encuentro con el subsecretario de Agricultura, Fernando Iraeta, quien exigió anular las pocas facultades que aún le quedan al organismo yerbatero: la resolución 170, que limitaba plantaciones y que de hecho ya está sin efecto por el DNU 70/23 del presidente Javier Milei; la 185, que regulaba los controles de calidad; y la 11/17, que mejoraba los controles de los procesos productivos en secaderos y depósitos. Esta última resolución, también incluía controles sobre la yerba importada, algo que el Gobierno nacional decidió eliminar.
“Recibimos una invitación para participar de una reunión el pasado 5 de marzo, donde se tratarían temas relevantes respecto del INYM. Fuimos con muchas expectativas, pero nuestro regreso fue con una gran carga de decepción”, señaló Vallejos en una entrevista con FM Show. Según el directivo, el gobierno fue tajante en su postura: “El tema precios no se habla“.
Uno de los puntos centrales del reclamo de los directores del INYM fue la necesidad de designar un presidente para el instituto, algo que está estipulado en su ley de creación. “Nos dijeron que no van a designar presidente porque no quieren el tratamiento de precios“, explicó Vallejos. A pesar de que el DNU 70/23 quitó al INYM la facultad de fijar precios, el directivo subrayó que hay otras funciones esenciales que deben cumplirse.

“El instituto tiene la facultad de fijar costos, de acuerdo con una matriz que se analizó con todos los sectores, incluida la industria. Se determinó un valor referencial de 355 pesos por kilo de hoja verde, pero al Gobierno no le interesó este análisis“, agregó.
Uno de los puntos que más indignación generó en los directores fue la sugerencia del Gobierno para el sector productivo. “Nos pidieron que trabajemos en la reconversión del pequeño productor. Nos dijeron que hagan otra cosa”, afirmó Vallejos.
Para el directivo, esta postura es inviable. “El INYM ya había trabajado en su momento en programas de reconversión, como el 3×1 en las plantaciones, pero la realidad es que ahora, con la anulación de la resolución 170, que limitaba la plantación de nuevas hectáreas, los grandes productores pueden expandirse sin control. Mientras el pequeño productor intenta reconvertirse, los grandes pueden plantar 100, 200 o 500 hectáreas sin restricciones”.
Otro de los puntos debatidos en la reunión fue la eliminación de controles de calidad sobre la yerba mate. “Nos pidieron la anulación de tres resoluciones clave: la 170, que ya fue dejada sin efecto; la 185, que regulaba los controles de calidad; y la 11/17, que mejoraba los controles de los procesos productivos en secaderos y depósitos”, detalló.
Esta última resolución, según Vallejos, también incluía controles sobre la yerba importada, algo que el gobierno decidió eliminar. “Nos dijeron que de ahora en adelante el control lo hará el SENASA, pero esta medida es el tiro de gracia para el INYM. Sin controles de calidad, se pierde la razón de ser del instituto“.
Vallejos también advirtió sobre el impacto de estas medidas en las cooperativas. “El sector cooperativo antes tenía una participación del 45% en la actividad yerbatera. Hoy está en el 25% y cayendo. Las cooperativas pueden pagar un mejor precio a sus socios productores, pero eso también significa un mayor costo y una pérdida de competitividad frente a los grandes jugadores, que están bajando los precios de manera agresiva”.
El directivo también se refirió a la contradicción de muchos productores que votaron por el actual gobierno. “Milei prometió la desregulación y la motosierra, y ahora lo está cumpliendo. Lo que sorprende es que haya productores que ahora protestan, cuando esta era una decisión anunciada”, remarcó.
Sobre el apoyo que algunos dirigentes políticos brindan a estas medidas, Vallejos fue tajante: “Lo último que haría como representante del sector cooperativo es abrazarme con Federico Sturzenegger, que es el cerebro de la desregulación y está desmantelando todo lo que queremos mantener y lo celebra públicamente“.