El empresario misionero Diego Sartori, titular de la firma Sartori SA dedicada a la comercialización de combustibles, consideró que la decisión del Gobierno nacional de levantar el cepo cambiario responde a una necesidad de fondo para reactivar la economía y abrir los mercados, pero cuestionó la velocidad con la que se implementó tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. En diálogo con Economis, expresó su apoyo al objetivo general de la medida, aunque advirtió sobre los riesgos de una ejecución precipitada en un país con fuerte volatilidad financiera.

“En principio, creo que la salida del cepo es necesaria. Es necesaria por una amplitud de mercado y un real crecimiento de la economía que no se viene dando. Los mercados están muy deprimidos, fundamentalmente a la hora de decir que queremos una Argentina que sea pujante, que sea competitiva y que se inserte en el mercado mundial. Entonces, necesario sí”, señaló Sartori.

Sin embargo, fue crítico respecto al modo en que se anunció: “Recibiendo otra vez un crédito del Fondo Monetario Internacional y automáticamente diciendo ‘ya salimos del cepo’, me parece, a mi criterio y a mi poco entender, una medida bastante apresurada. Necesaria, sí. Pero hecha de manera no prolija, digamos”.

En ese sentido, recordó que el levantamiento del cepo fue una de las promesas de campaña del presidente Javier Milei, pero advirtió sobre el contexto adverso: “Teniendo en cuenta lo que pasa en este país y lo despiadado que es todo aquello que maneja las cuestiones especulativas —bonos, corridas, temas cambiarios— creo que somos especialistas en convertir medidas que tienden a dar un shock de crecimiento en oportunidades para la especulación”.

Sartori alertó que la definición de un dólar de referencia puede ser distorsionada: “Si se dice que el techo es 1400 pesos, por lo menos a mi criterio, no se va a respetar. Siempre se buscará correr esa vara”.

Una oportunidad para las zonas de frontera

Consultado por el posible impacto en la economía de Misiones, Sartori fue enfático en destacar las particularidades de la provincia: “Nosotros vivimos en una de las provincias más complicadas de la Argentina, por tener que convivir con la economía brasileña y paraguaya. Son dos países distintos, con sus propias dinámicas, y eso nos condiciona”.

Desde su mirada, una mejora en el tipo de cambio oficial puede devolver algo de competitividad a las ciudades de frontera. “Todo lo que nos genere en una zona fronteriza poder ser competitivos, nos favorece. Hoy creo que el puente está para el otro lado: para el lado de Paraguay, y el puente Tancredo Neves está para el lado de Foz de Iguazú”.

“Si uno mira varias cuestiones, no puede entender cómo la misma mercadería puede costar un 50% menos en cualquiera de esos dos países. Esperemos que estas medidas vuelvan quizás más competitiva a nuestra provincia. Es todo un desafío”, concluyó.