Dólar, especulación, y el lamentable clásico argentino
Todo aquel que tenga algo de cultura popular sabrá del refrán que dice que a río revuelto ganancia de pescadores. Bueno en la Argentina el río se revuelve al menos cada dos años, en el marco de las elecciones que tanto nos costó conseguir en nuestra historia y en una especie de déjà vu aparecen las clásicas corridas contra el dólar y ésta elección no será la excepción.
Los pescadores en este caso habían encontrado mecanismos para, con muy poco dinero, mover las cotizaciones de los llamados dólares paralelos como el dólar MEP (mercado electrónico de Pagos) y el dólar CCL (contado con liquidación), ya que el dólar mayorista y minorista se encuentran regulados fuertemente desde el final de la anterior gestión de gobierno, estos dólares sirven para aquellos que desean dolarizarse por fuera de los límites del MULC (mercado único libre de cambio).
La operatoria de los pescadores es siempre las misma, muchos que operaban en el contado con liquidación lo hacen a través de bonos en la que aprovechaban una diferencia de siete pesos por dólar. Para bajar el volumen de esas operaciones el Central y la Comisión de Valores bajaron la cantidad de bonos negociables. Por otro lado en el dólar MEP los pescadores usaban una trampita. Un cuit de una empresa para pedirle al Banco Central dólares y darse la vuelta y venderlos en el dólar MEP pero con otro cuit ,el de una empresa controlada, esto también fue conjurado por el BCRA.
Ahora bien, una vez descriptos brevemente los mecanismos de la clásica corrida (excluyo del análisis el dólar ilegal o blue ya que como mencione es ilegal y no me gusta dignificar con mi análisis algo de naturaleza ilícita y por magnitud insignificante), los efectos de la misma son en la Argentina siempre los mismos, se usan como medio de instalación de clima, una sensación de devaluación, lo que se llama profecía auto cumplida. Si la corrida tiene éxito y se devalúa, los precios se disparan en el peor de los casos. Pero si eso no ocurriese, el solo hecho de los movimientos al alza del dólar aunque no se consoliden llevan a muchos agentes económicos que nada tienen que ver con esta operatoria de corridas cambiarias a remarcar los precios de sus mercaderías, el también conocido, por las dudas. Lo paradigmático es que si se contiene el dólar y baja como lo fue hace no más de un año cuando los dólares paralelos legales rozaron los $200 por dólar y llevo la inflación al alza, por más que la cotización baje abruptamente, en la Argentina los precios violan la ley de gravedad, lo que sube no tiene por qué bajar.
A modo de conclusión, son prácticas de algunos rentistas que son pocos pero poderosos y que hacen que toda la economía pague las consecuencias. Se necesitan continuidades en materia regulatoria y sostener la estabilidad cambiaria es un activo fundamental de una macro economía sana.
Escribe Darío Ochoa, economista, docente.