Dolly: a 27 años de la clonación del primer mamífero
A través de la técnica de “transferencia nuclear” se realizó la primera clonación, lo que significó una revolución en materia genética
Todo ocurrió un 5 de julio del 1996, en el Instituto Roslin de Edimburgo, Escocia, la oveja Dolly, el primer mamífero clonado con la técnica de “transferencia nuclear”. Esta técnica utiliza una carga genética de una célula adulta para conseguir un embrión con los mismos genes.
La oveja Dolly, fue un gran logro en lo científico, ya que se demostró que el ADN de células adultas, a pesar de especializarse en un tipo de célula, puede utilizarse para crear un organismo entero.
La clonación animal a partir de una célula adulta es mucho más compleja que a partir de una célula embrionaria. Cuando los investigadores del Instituto Roslin crearon a Dolly, único cordero nacido después de 277 intentos, fue una noticia de gran importancia para todo el mundo.
Para la clonación de Dolly, se usó una célula de ubre de una oveja blanca de raza Finn Dorset de 6 años de edad. Los científicos tuvieron que encontrar un modo de ‘reprogramar’ las células de la ubre para mantenerlas vivas, sin crecimiento. Alteraron su medio de crecimiento, inyectaron la célula en un óvulo no fecundado al cual se le había eliminado el núcleo, e hicieron que las células se fusionaran mediante pulsos eléctricos.
El óvulo no fertilizado, en tanto, era perteneciente a una oveja hembra escocesa de cara negra. Cuando se logró la fusión del núcleo de la oveja blanca adulta con el óvulo de la oveja de cara negra, tuvieron que asegurarse que la célula resultante se desarrollaría como embrión. Realizaron un cultivo de esta célula durante 6-7 días para ver si se dividía y se desarrollaba con normalidad. Después se implantaría en una madre de alquiler, otra oveja de cara negra escocesa. Una particularidad es que Dolly nació con la cara blanca.
De las 277 fusiones celulares, 29 embriones tempranos se desarrollaron, los cuáles se implantaron a 13 madres de alquiler. Solamente 1 embarazo llegó a término y el cordero de raza Finn Dorset 6LLS de 6,6 kg (alias Dolly), nació después de 148 días.
Dolly vivió bajo los cuidados del Instituto Roslin. Fue cruzada con un macho Welsh Mountin, para producir 6 crías, Bonnie, que nació en abril de 1998; Sally y Rosie, quienes fueron mellizos, y nacieron en 1999; Lucy, Darcy y Cotton, que fueron trillizos, nacieron en el 2000.
A los 6 años, Dolly falleció un 14 de febrero de 2003, sufría artritis en una extremidad posterior y adenomatosis pulmonar (adenocarcinoma pulmonar ovino). Los cromosomas de Dolly, eran más pequeños que el de las ovejas de su edad, su envejecimiento temprano podría explicarse por su desarrollo dentro del núcleo de una oveja de 6 años de edad.
Antes y después de la clonación de la oveja Dolly:
Pero otros hitos, que sucedieron antes y después de este hecho histórico, impulsaron una gran innovación en el campo de la genética.
Mendel, entre los años 1856 y 1863, quien era un monje austriaco, postuló las leyes de la herencia, tras experimentar con distintos tipos de guisantes y comprobar cuáles de sus características se transmitían a sus descendientes.
Ya en 1962, James Watson y Francis Crick, recibieron el premio nóbel de Fisiología y Medicina por descubrir la estructura de doble hélice del ADN. La producción de insulina mediante biotecnología fue el primer fruto tangible de esas investigaciones: la técnica del “ADN recombinante” -de Paul Berg, en 1971- permite insertar genes humanos en una bacteria y que esta trabaje para producir las proteínas que esos genes codificaban.
El británico Frederich Sanger, en 1977 publicó la secuencia completa del ADN de un virus. En 1990 se publicaron los primeros casos de niños nacidos tras un diagnóstico genético preimplantacional (DGP). Esa técnica permite estudiar el ADN de óvulos o embriones para seleccionar los que cumplen ciertas características y/o descartar los que tienen alteraciones hereditarias, que no se considera una modificación genética.
En 1998, los científicos surcoreanos Kim Sung Bo y Lee Bo Yon lograron clonar una célula de una mujer, pero suspendieron estos ensayos. En 2001, el laboratorio estadounidense “Advanced Cell Technologies” (ACT) en Worcester, realizó con éxito la clonación del primer embrión humano, pero su objetivo no fue ese, sino el tratamiento de enfermedades.
Un consorcio internacional, formado por científicos de seis países, en 2003 logró descifrar la secuencia completa del genoma humano y en 2006, la reprogramación celular (IPS) abrió el trabajo con células madre, que logró hacer retroceder el reloj biológico de una célula ya diferenciada hasta los estadios iniciales del desarrollo embrionario. Al año siguiente se lograron células madre humanas y en 2014, una mujer japonesa recibió el primer trasplante con células IPS.
El español Francisco Juan Martínez Mójica, fue quien desarrolló la edición genética CRISPR, considerándose uno de los últimos avances en este campo. En 2003 descubrió un aspecto desconocido de la vida de los microorganismos, sobre el que Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna construyeron la famosa técnica que se presentó a la comunidad científica en 2012.