
Donald Trump prometió aranceles del 100% al cine extranjero
Donald Trump anunció que impondrá un impuesto del 100% a todas las películas producidas fuera de USA alegando “amenaza a la seguridad nacional”.
Donald Trump sacudió nuevamente el tablero internacional al anunciar la imposición de un arancel del 100% a todas las películas extranjeras que ingresen a USA. El mandatario hizo el sorpresivo anuncio a través de su red social Truth, donde aseguró que el cine de su país “está muriendo rápidamente” debido a la competencia internacional.
“Otros países ofrecen todo tipo de incentivos para alejar a nuestros cineastas y estudios de Estados Unidos. Hollywood y muchas otras zonas están siendo devastadas”, expresó el presidente en su cuenta oficial. Pero lo que más llamó la atención fue su justificación: catalogó esta situación como “una amenaza para la seguridad nacional” y calificó a las producciones extranjeras como “mensaje y propaganda”.
La medida, que instruye al Departamento de Comercio y al Representante Comercial de Estados Unidos a iniciar “de inmediato” el proceso para implementar este arancel, plantea serias dudas sobre su aplicación práctica y su verdadero impacto en la industria global del entretenimiento.
El anuncio del arancel del 100% dejó más preguntas que respuestas entre expertos y profesionales del sector. Una de las principales incógnitas es si esta medida afectará a las empresas de producción estadounidenses que filman en otros países o exclusivamente a compañías extranjeras que distribuyen películas en EE.UU.
Numerosos estudios norteamericanos realizan rodajes en locaciones internacionales por motivos tanto creativos como económicos. Países como Canadá, Reino Unido o Nueva Zelanda ofrecen importantes incentivos fiscales que han atraído grandes producciones hollywoodenses durante décadas.
“Parece que la mayoría de las que se filman en el extranjero se deben a que se filman en locaciones específicas”, señaló un usuario en respuesta al anuncio de Trump, cuestionando la premisa básica de que las producciones extranjeras representen un problema real para la economía estadounidense.
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La retórica nacionalista reflejada en su mensaje “¡QUEREMOS CINE HECHO EN ESTADOS UNIDOS, OTRA VEZ!” resuena con su conocido lema “Make America Great Again” y apunta a fortalecer su narrativa sobre la protección de la industria nacional frente a la competencia global.

Sin embargo, críticos señalan que esta medida podría tener efectos contraproducentes. Un arancel tan elevado podría reducir la diversidad de contenidos disponibles para el público estadounidense y generar represalias comerciales de otros países, afectando paradójicamente a las exportaciones culturales de EE.UU.
Los próximos días serán clave para entender el alcance real de esta medida y la reacción de la industria cinematográfica global ante lo que promete ser un nuevo capítulo en la política comercial proteccionista de la administración Trump.