Ecoarquitectura: La hora de las construcciones verdes
Por Horacio Ludigliani, arquitecto. Director de Grupo Ludigliani. Después del auge pospandemia de los countries y barrios cerrados, lo que sigue son los edificios urbanos que armonicen con la naturaleza.
El desafío que enfrentan las grandes ciudades es poder crecer en un entorno sustentable y para ello hace falta poner el foco en el desarrollo de una ecoarquitectura eficaz y eficiente, capaz de incorporar materiales reciclados, que se esfuerce en economizar tanto energía como recursos
A eso apunta la ecoarquitectura, una disciplina que está en armonía con el medio ambiente y comprometida con los principios de sustentabilidad que promueven un mejor uso de los recursos naturales como pilares del desarrollo humano.
Esto no hay que verlo como una moda pasajera y local. Es un reto mundial que dentro de América Latina puede ser liderado por nuestro país.
La gente quiere departamentos pero con acceso al verde. Buscan un contacto directo con la naturaleza y una mejor calidad de vida, pero en rigor de verdad, el crecimiento exponencial que han tenido las construcciones en altura dentro de estas zonas residenciales también es atribuible a una búsqueda de mayor seguridad.
Es importante apuntar al reciclaje. Se hace cada vez mas necesario trabajar en políticas conjuntas e integrales que tomen en cuenta los aspectos económicos, ambientales y sociales.
Hay muchísimos emprendimientos inmobiliarios que innecesariamente parten de cero demandando gran caudal de materias primas. El desafío es reutilizar materiales de demoliciones, reaprovechar los materiales existentes si los hubiere, especialmente en terminaciones y, además, priorizar el uso de materiales regionales a fin de reducir el consumo de transporte.
La ecoarquitectura colabora con el ahorro energético. Es importante que los desarrolladores impulsemos en las obras la incorporación de materiales de segunda mano porque esto reduce el uso de la energía propia de cada material en su proceso de fabricación.
Por otro lado, algunas estrategias sencillas de diseño sustentable (como una buena ventilación natural de los ambientes y un buen criterio de iluminación), también contribuyen al uso inteligente de energía o eficiencia energética, entendida como la relación entre la energía recibida y la energía consumida.
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