El camino hacia una educación ambiental transformadora
Educación ambiental, sustentabilidad, movilidad sostenible, economía circular, cambio climático, huella de carbono, conceptos que escuchamos, repetimos e inclusive incorporamos, pero que poco sabemos sobre su real significado y sobre todo acerca del impacto que tienen nuestras acciones como ciudadanía. Puntualmente me pregunto qué rol tienen quienes nos representan en la construcción de un planeta mejor y cómo cumplir ese objetivo si no se prioriza la formación en ese sentido.
La educación ambiental es la herramienta para promover la reflexión y acción en el modo de vincularnos con nuestro entorno. Es una práctica social crítica que permite darnos cuenta de que no somos parte del ambiente, sino que somos el ambiente.
Es por eso que desde el Centro de Educación Ambiental (CEA) trabajamos de modo sostenido en el fortalecimiento de la educación ambiental, tanto en el ámbito formal como no formal, y en la puesta en marcha de acciones que permitan concientizar acerca de nuestro impacto en el ambiente como clave para empoderar a la ciudadanía y lograr un cambio profundo y sostenido en el tiempo.
En términos de Educación Ambiental -EA- la provincia cuenta, desde el año 2005, con una Ley de Educación Ambiental – Ley XVI – Nº 80, que define a la misma como un proceso que debe darse de modo transversal a todas las disciplinas y desde una perspectiva interdisciplinar. Además de establecer principios generales de la educación ambiental, identifica actores formales y no formales tales como ONGs, empresas e instituciones públicas y privadas, y medios de comunicación.
Ahora, entendemos que es necesario que este proceso de sensibilización y educación de niños, niñas y adolescentes esté acompañado de instancias de capacitación de quienes tienen el poder de tomar decisiones e implementar políticas públicas que impacten de modo directo en la comunidad. Necesitamos afianzar la identidad ambiental situada en todas las esferas.
En este sentido, la Ley N° 27.592, conocida como Ley Yolanda, constituye un hito. Cabe recordar que antes de la sanción de esta ley no existía un plan o encuadre que garantizara la inclusión de la perspectiva ambiental en la función pública. Por este motivo, celebramos la aprobación de la misma, que establece la capacitación obligatoria integral en “la temática de ambiente con perspectiva de desarrollo sostenible y con especial énfasis en cambio climático” para los y las agentes que se desempeñan en la función pública en cualquiera de los tres poderes, e independientemente del nivel o jerarquía. Esperamos que la provincia y la mayor cantidad de municipios se adhieran a la misma, al igual que lo hicieron con la Ley Micaela, a los efectos de garantizar una capacitación integral y sostenida en el tiempo.
Misiones debe estar a la vanguardia en temáticas ambientales. Sin dudas, se están generando las condiciones para avanzar a paso firme en este sentido. La creación del CEA, por parte del Consejo General de Educación, y la Secretaría de Cambio Climático, reflejan esta visión, y el 2021 nos presenta el desafío de implementar la Ley Yolanda en los organismos públicos de toda la provincia.
El próximo 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, establecido por Naciones Unidas para trabajar en pos del acceso y la participación activa, plena y equitativa de las mujeres y niñas en la ciencia. Estamos convencidos de que a “más diversidad, mejor ciencia” lo que nos brinda mejores herramientas para afrontar los desafíos que nos tocan vivir ¿y qué mejor oportunidad que ese día para reivindicar la figura de Yolanda Ortiz, mujer, científica, pionera en la gestión desde el Estado sobre los problemas ambientales y que inspiró y dio nombre a esta ley tan trascendental?