El foro de políticas públicas sobre violencia de género hizo pie en El Soberbio
“Buscamos tener mejores herramientas para dar respuestas. Armamos el Foro de Políticas Públicas sobre Violencia de Género el año pasado, y ahora podemos ver esta primera instancia de un Foro que empieza a circular por la provincia, para que, quienes no tengan la posibilidad de acercarse a Posadas, también puedan acceder a la misma información y a los mismos debates sobre estas problemática”, explicó la diputada provincial Myriam Duarte, en la apertura del encuentro que contó con la participación de la Subsecretaría de la Mujer, Familia y Minoridad del Ministerio de Desarrollo Social de Misiones, Benilda Dammer, la antropóloga social e investigadora de la UNaM, Lidia Schiavoni, y la presencia del intendente de El Soberbio, Roque Soboczinski, su viceintendente, Ricardo Leiva, y la secretaria de Cultura y Educación del municipio, Liliana Besold, entre otros.
La funcionaria provincial, Benilda Dammer, destacó la importancia del trabajo articulado entre distintas organizaciones y estamentos del Estado, como un compromiso ya que “la temática de violencia nos compete a todos”, expresó. Y recordó que en los 18 hogares convivenciales que tiene Misiones, están alojados 455 niños, cuya gran mayoría fue separada de sus familias en medio de situaciones de violencia.
El encuentro, con talleres y comisiones de análisis y reflexión sobre violencia, estuvo a cargo de las Promotoras de Género (ProGen) de Posadas, y la antropóloga social, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), Lidia Schiavoni.
Este primer encuentro fue impulsado también por la Mesa Multisectorial de El Soberbio, que encaró la temática con responsabilidad, consciente de que tiene que trabajar desde todos los sectores, para frenar la creciente oleada de violencia que comenzaron percibiendo en los alumnos pero que atraviesa a toda la sociedad.
“Nuestros chicos están aprendiendo a ser violentos. Hay que trabajar en prevención desde distintos sectores, para que no hayan víctimas desprotegidas; pero también para romper la naturalización de la violencia”, expresaron en el Foro.
“Hay un compromiso genuino, de fondo”
Si bien la lluvia afectó la concurrencia, más de un centenar de personas participó del encuentro de El Soberbio. “Voy a destacar la cantidad y la calidad del público, personas muy involucradas y sobre todo capacitadas, frente a algunos sistemas como el de Educación o el de Salud Pública que carecen de información, y que acá ya está circulado, lo que demuestra el compromiso genuino, de fondo”, reflexionó la diputada Duarte.
Respecto a la Mesa de Trabajo sobre Violencia de El Soberbio, la legisladora recordó que se generó a partir de la demanda de docentes que detectaron situaciones de violencia en las escuelas, y no sabían cómo abordarlas, explicó.
Del intercambio inicial a la conformación de la Mesa Intersectorial con la participación de actores sociales, institucionales y estatales, con profesionales psicólogos, trabajadores sociales, docentes, policías y hasta el juez de paz, que se sumaron a estas acciones.
Las mujeres que integran el ProGen cumplieron un papel destacado en el desarrollo de las actividades. Se trata de un colectivo que sufrió de violencia, y pudo capacitarse para capacitar, mientras difunden el tema por distintas comunas de Misiones, al tiempo que esperan la sanción de la Ley que las habilitará a trabajar en toda la provincia, a partir de la importancia de este problema social.
La antropóloga social e investigadora de la UNaM, Lidia Schiavoni, reseñó las ponencias de los grupos que trabajaron a partir de distintos motivadores y ejes de reflexión, sobre las distintas formas de violencia que ejerce la sociedad.
Las investigaciones suelen circular sólo en los ambientes académicos, y con estos talleres buscan divulgar el trabajo.
Schiavoni destacó que asumieron el compromiso de socializar los trabajos de investigación, para que no queden encerradas en los ámbitos de formación de los profesionales, acompañando las prácticas de extensión con la socialización de los resultados de las investigaciones.
“Con estas reuniones buscamos seguir generando conciencia en la población sobre la importancia que tiene seguir trabajando en los casos de violencia, de los distintos tipos que atraviesan a mujeres, niños, niñas, ancianos y varones; pero fundamentalmente a mujeres, que es el grupo más afectado por estas situaciones”.
Para Schiavoni, el Foro constituye un escenario de intercambio y reflexión sobre la cuota de responsabilidad que “tenemos todos sobre los hechos de violencia. No somos expertos ni sabemos las leyes que están en juego; pero tenemos sensibilidad y responsabilidad ante los casos”.
“A partir de esa experiencia, fueron generando un conocimiento que pueden poner a disposición de otros grupos, que también tienen intención y disposición para acompañar a víctimas y ayudarlas a salir de situaciones muy duras”.
Este intercambio permite, como en todo proceso educativo, incorporar nuevas informaciones y repensar conocimientos “para reciclar unos y descartar otros; pero siempre posicionarnos en los temas porque nos aportan algo. En algún momento, con alguna situación determinada, nos sorprendemos actuando de otra forma”, expresó.
“En el mundo real donde actuamos, la intención es luchar por un mundo sin violencia y desde ahí, todas las acciones que emprendamos en pos de una mayor sensibilización, siempre será positiva. Cuanto más diversa sea la concurrencia, más potentes será los intercambios que generemos”, enfatizó la docente universitaria.
Investigaciones exploratorias
Lidia Schiavoni explica que las investigaciones sobre violencia no dejan de ser aún exploratorias. “Son muy deficientes y desparejos los registros de los casos que se suceden. Este trabajo, con más de 20 años de investigación, a veces nos parece que se hacen muchos esfuerzos y los efectos no son tan notables; pero cuando en el año 1998 iniciamos las primeras investigaciones sobre niños en condiciones de prostitución en Posadas y dimos a conocer ante las autoridades provinciales y municipales, nos miraban extrañados, desconociendo que eso pasaba. No había quizás la madurez en término de Estado nacional, provincial o municipal, de hacerse cargo de los resultados de las duras situaciones que atravesaban niños, niñas y adolescentes y que nos impactaban”.