El gobierno priorizará en febrero la vacunación, la presencialidad escolar y la economía
En relación a la continuidad del DISPO, esta vez habrá un rasgo distintivo respecto de etapas previas: el Ejecutivo intervendrá activamente para promover el retorno de las clases presenciales en el ámbito educativo
El Gobierno iniciará febrero con una nueva prórroga del Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (DISPO) y la mira puesta en tres objetivos centrales: el retorno de la presencialidad en las escuelas; el avance del plan estratégico de inmunización a “un ritmo creciente e importante” y la consolidación de la recuperación económica, informaron a Télam fuentes oficiales.
En relación con el plan de vacunación, la Casa Rosada confía en que en las próximas semanas se dispondrán de millones de vacunas de distintas procedencias, mientras en el plano de la recuperación destacan las gestiones que viene realizando el gabinete económico con vistas hacia el futuro Consejo Económico y Social, añadieron las fuentes.
La expectativa en este último punto apunta a acordar con empresarios y gremialistas un promedio de actualizaciones salariales para 2021 que concluya en uno o dos puntos por encima del 30% (la hoja de ruta del presupuesto de este año prevé una pauta inflacionaria del 29%).
En relación a la continuidad del DISPO, esta vez habrá un rasgo distintivo respecto de etapas previas: el Ejecutivo intervendrá activamente para promover el retorno de las clases presenciales en el ámbito educativo, uno de los objetivos trazados para el mes de febrero e inicios de marzo, informaron las mismas fuentes.
Pero el retorno a las aulas se terminará de definir en cada jurisdicción y de acuerdo a los parámetros que establezca el Consejo Federal de Educación.
Otra prioridad del Ejecutivo es la consolidación de la agenda internacional del Presidente tras su visita de Estado a Chile, el primer viaje de Alberto Fernández fuera del país tras 13 meses y una semana de gestión, producto de la pandemia.
Para marzo, el Presidente tiene previsto un viaje a Brasil para participar de una conferencia con empresarios de la región que es organizada por la influyente federación industrial de San Pablo (Fiesp) y en la que podría haber un encuentro con el mandatario brasileño Jair Bolsonaro.
Para el primer semestre, en tanto, en el Gobierno no descartan que se concrete un viaje presidencial a China (si las circunstancias epidemiológicas lo permiten), en cuyo territorio se encuentran algunas de las compañías farmacéuticas más grandes del mundo -un ejemplo es el China National Pharmaceutical Group, conocido también como Sinopharm- con las que el gobierno tiene, en algunos casos, negociaciones abiertas para la provisión de vacunas contra el Covid-19.
Para el jefe de Estado, la agenda internacional también es prioritaria y así debe leerse, subrayan en la Casa Rosada, que el mandatario haya intercedido activamente para que Evo Morales pudiera regresar a Bolivia, o que haya sido uno de los primeros presidentes de la región en felicitar al entonces electo, hoy ya en funciones, presidente estadounidense Joe Biden.
Con el mandatario de EEUU mantuvo una conversación telefónica a fines de noviembre.
Por otro lado, en materia de integración regional, desde el gobierno apuestan a que los desarrollos tecnológicos de ARSAT se conviertan en un factor motorizador de asociaciones y emprendimientos con los países cercanos.
Un primer logro en ese sentido fue el acuerdo con el gobierno chileno para asociarse en el proyecto del cable submarino Transpacífico ‘Puerta Digital Asia Sudamérica’, que podría convertirse en el primer cable submarino de Internet que conecte Sudamérica con el área Asia-Pacífico.
En paralelo al viaje a Chile, el posicionamiento internacional tuvo otro capítulo con el discurso del presidente en la cumbre del Foro Económico Mundial de Davos 2021, en donde llamó a los gobiernos a hacer posible que la vacuna contra el coronavirus se convierta en “un bien público global”.
En esa intervención por videoconferencia, el Presidente planteó que “la pandemia demostró que debe haber cooperación entre lo privado y lo público” y puso como modelo las asociaciones o esquemas de integración productiva como el que unió a la Argentina, a México, a la Universidad de Oxford y a la farmacéutica AstraZeneca “para elaborar vacunas para toda Latinoamérica”.
Un día antes, en Santiago de Chile, en el marco de una reunión de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el jefe de Estado definió a la pandemia de Covid-19 como una “auténtica tragedia” que a su vez dejó expuesta “la insuficiencia de un sistema, que se llevó vidas y economías enteras”.
En esa misa exposición, Fernández citó al Papa Francisco al advertir que “nadie se salva solo” y convocar a la “solidaridad”, tras lo cual ratificó su convicción de que “el multilateralismo es el único camino”.
Por otro lado, durante esa visita de Estado a Chile, el mandatario aportó detalles de la estrategia con la que el Gobierno implementó su plan de vacunación: a tono con la convocatoria al multilateralismo, Fernández reveló que “lo que hizo Argentina fue poner fichas en todos los lugares donde se hicieran vacunas” y en esa línea informó que en la actualidad la Argentina está “en discusiones con las empresas Sinopharm, Johnson & Johnson y Moderna”.
“Lo hicimos convencidos de que cualquier vacuna iba a ser una vacuna saludable, porque los que las estaban desarrollando son organizaciones, en términos científicos, de primera magnitud, reconocidas en el mundo entero, sean privadas o públicas”, argumentó.