El Imperio presiona para imponernos eólicas y solares – la pobreza energética de las “Renovables” amputadas
Una de las primeras declaraciones del ¿electo? (aun no confirmado) nuevo presidente de EEUU, fue expresar que en su agenda prioritaria está “impulsar” (léase presionar, al más grotesco modo imperial), que el “patio trasero” (Íbero América) impulse las llamadas “energías limpias”.
Desde ya el propio concepto de “energías limpias” es una falsedad brutal, dentro de las muchas con las que se pretende imponer al como sea esas ineficientes y caras generadoras eléctricas.
Pero el tono imperativo, como del monarca que se dirige a sus súbditos, o peor aun, el señor feudal a sus siervos, muestra una vez más el rol de simples colonias dóciles a sus mandatos, al que nos quiere imponer a perpetuidad el accionar geopolítico de EEUU, con las claras complicidades de Gran Bretaña y las otras Potencias Atlantistas.
Y lo lamentable –pero no sorprendente- es que desde las progresías fuera de foco, como los troskos al estilo Del Caño (*), desde esos sectores que presumen de “avanzados” y supuestamente “izquierdosos” cargados de discursos “antisistema”, en rigor la juegan de dóciles servidores de las instrucciones emanadas desde los centros de poder del bloque Atlantista, el mismo que acciona sin pausa para imponer el neoliberalismo salvaje.
Esas progresías, repetidoras con poco o nulo raciocinio propio, de cuantas consignas convenientemente edulcoradas y presentadas como “de avanzada”, elaboradas y difundidas con sutileza desde EEUU y/o la UE, operan con fervor digno de mejor causa, sirviendo como operadores voluntarios de mensajes, ideas e iniciativas que son aviesamente contrarias a los Intereses Nacionales y a elementales criterios de defensa y protección de nuestra propia población.
De esa forma, utilizando en forma masiva el accionar de varias ONGs “ambientalistas” formadas principalmente en Gran Bretaña, las cuales luego se replicaron en numerosas nuevas ONGs “argentinas” y de otros países de Íbero América, machacan insistentemente, con consignas huecas de contenidos, o basadas en verdades a medias manipuladas para jugar con el terror y con la credulidad de gente simple; y sobre todo, instalando consignas agresivas y de nulas bases científicas, en sectores sociales de clases media y alta, huérfanos de causas nobles como el sincero patriotismo o el real humanismo, que pasan a ser dóciles colonizados mentales fácilmente manipulables…y en algunos casos, convenientemente favorecidos con cargos rentados en esas ONGs y sus vinculaciones políticas.
Un caso paradigmático de eso, es el del “ex” vocero de Greenpeace, Juan Carlos Villalonga, un fallido estudiante de ingeniería, que fundó un “sello de goma” con formato de ONG “ecologista”, y que luego llegó a ser diputado nacional por el macrismo, fogoneando persistentemente las masivas instalaciones al como sea, de ineficientes eólicas y solares; siempre sin hacerle asco cualquier tipo de tergiversaciones o falsedades técnicas y conceptuales. Una prueba más de las vinculaciones del ultra ecologismo cavernario, con los sectores más oligárquicos y antinacionales de la política. Pero ese ya es otro tema.
El caso es que a esas “progresías” no les importa ser totalmente funcionales a los mandatos del imperio, ni del “estado profundo” del poder financiero que opera en el mismo, ni del bloque de poder Atlantista (EEUU – Canadá – la UE – Japón), el cual pretende imponer la globalización salvaje como herramienta político – económica del ultra globalismo.
El Bloque Atlantista, claramente opera para mantener en el subdesarrollo crónico, a todas las naciones que aun no alcanzaron el estatus de desarrolladas.
Como lo graficó magistralmente el economista coreano Ha Joon Chang, “nos sacan la escalera” que conduce al desarrollo, impidiéndonos transitar los mismos pasos que en su momento dieron las actuales potencias económicas mundiales.
Buscan embretarnos en el subdesarrollo crónico, y en esa infame tarea, las “energías renovables amputadas” desempeñan un nefasto rol, al empujarnos al caos energético mayúsculo, lo cual es prolijamente ocultado y edulcorado por sus bien financiados promotores.
Son “renovables amputadas”, pues en forma amañada, la ley nacional que las define, sin ningún sustento técnico que lo avale, excluyó del concepto a las hidroeléctricas de más de 60 MW de Potencia Instalada (y de los múltiples beneficios definidos por las leyes especiales dictadas para favorecer a las “renovables”). O sea que de un plumazo, excluyeron a todas las hidroeléctricas importantes, que son las de mejores rendimientos operativos y mejores ecuaciones de costo/beneficio, o sea las de menores costos reales por kWh; dando a la vez “piedra libre” para seguir operando insidiosamente contra los proyectos hidroeléctricos muy factibles y altamente rentables, con toda la persistente e maliciosa campaña de desprestigio montada por las ONGs del ecologismo cavernario, que usa falaces argumentos que repiten periodistas de escasos conocimientos o directamente mercenarios al tanto por cuanto.
Pero es una jugada perversa, a muchas puntas, como se analiza.
Buscan provocar el caos energético, que impida el desarrollo.
Al intentar que el sector eléctrico nacional esté abastecido por eólicas y solares, en porcentajes mayores al 20 % (que es considerado el límite superado el cual la preeminencia de fuentes intermitentes quitaría calidad y previsibilidad al sistema), ese contexto dificultará cualquier plan serio de desarrollo socio económico. Los sectores ecópatas (psicópatas de la ecología), que propugnan detener el desarrollo, sin importarles en nada lo social y lo humano, de parabienes. Esas presiones las están acentuando en África y en Íbero América. Nos quieren embretados en el subdesarrollo crónico, para que seamos dóciles proveedores de materias primas baratas.
Llevan hacia un cuadro de pobreza energética nefasta.
Baja calidad del servicio eléctrico con altos y fluctuantes costos de la energía.
Eso está ocurriendo en Uruguay, donde se impulsó en forma desmesurada la generación eólica, cuyas intermitencias y costos desmesurados, además de las consabidas prebendas acentuadas que se instalan bajo presiones de las ONGs “ecologistas”, hacen recaer los costos y problemas muy serios, en los usuarios y en el propio Estado nacional. Ya existe el claro precedente de California, donde entre 2000 y 2001 ocurrió un descomunal desbarajuste eléctrico, a consecuencia del desmesurado énfasis dado a las ineficientes e intermitentes “renovables amputadas”. Eso provocó la caída de la transnacional Enron, que pretendía adueñarse de todos los sistemas de transmisión de Íbero América, para lo cual operaba el entonces “superministro” Cavallo, con su personero energético Carlos Bastos, hoy incomprensiblemente puesto en un cargo relevante en el Sector Energético Argentino. Pero eso es otro tema.
Ocultan cuidadosamente que los equipos solares y eólicos son importados, con algunas pocas excepciones en partes menores.
Eso echa por tierra el falaz argumento que “buscan promover la industria argentina”. Y con eso gastan escasos y valiosos recursos, mal empleados en eso.
Machacan con la muletilla de “energías limpias”, lo cual es una enorme falsedad.
Tienen muchos costos ambientales, cuidadosamente ocultados por sus promotores, entre ellos su directa vinculación con usinas térmicas, a las que necesitan como reservas “en caliente” (funcionando, para solucionar los baches de generación).
Ocultan estruendosos fracasos de las “renovables amputadas”, registrados en el mundo.
Los ecólatras, ecópatas y similares, se llenan las bocas hablando de “los grandes ejemplos de utilización de “energías limpias y renovables” (falsas denominaciones de eólicas y solares), mencionando reiteradamente a Alemania y España. Y la verdad, es que hay sido fracasos estruendosos, tapados con la parafernalia de frases hechas y verdades a medias repetidas sin cesar. En Alemania, A. Merkel, para llegar al poder, hizo acuerdos con los minoritarios del “partido verde”, para lo cual debió aceptar el freno total al importante plan de nuevas usinas nucleares, desmantelando a la vez todo lo vinculado con ese desarrollo tecnológico para usos pacíficos, del cual Alemania era uno de los líderes mundiales.
Frenado el plan nuclear y con cierres de plantas nucleares anticipados; sin contar tampoco con la alternativa hidroeléctrica (pues desde hace muchas décadas explota racionalmente todo su potencial, y por ende no lo puede incrementar), los personeros del ecologismo cavernario ofrecieron “la gran solución” de eólicas y solares, además de algunos intentos de energía undimotriz en el Báltico. Muy costosa esta última y con problemas serios para la navegación, las otras dos supuestas “soluciones” prontamente mostraron sus altísimos costos reales y los muy serios problemas de intermitencias (digamos que “se prenden y apagan”, o que “se aceleran y frenan”, sin control humano posible).
En consecuencia de todo ello, Alemania pasó a ser acentuadamente dependiente del gas ruso (suministrado por varios grandes gasoductos, uno de ellos en el Báltico), de carbón polaco y de USA, y de energía nuclear generada en Francia. ¡Debacle total de las “limpias y renovables”!
España, por su parte, en años de la plata dulce, previos a la mega crisis financiera del 2008, en base a muy fuertes subvenciones (tal como se está perpetrando en Argentina, muy acentuado eso en los años macristas), impulsó masivas inversiones en eólicas y solares.
Cuando las finanzas públicas españolas comenzaron a tener serias limitaciones, “se acabó el romance” con las eólicas y solares. Y cuando hay que desguazar centrales eólicas y solares, al cabo de sus cortas vidas útiles, surge el enorme problema de que hacer con esos gigantescos desechos, costosos para desguazar y fuentes de basuras contaminantes.
El tema no se agota, y a los argentinos nos quieren forzar a frenar nuestro importante desarrollo tecnológico nuclear, obstaculizando nuevas y muy necesarias inversiones en plantas generadoras nucleares. A la vez, con campañas insidiosas, pretenden impedir las también necesarias construcciones de grandes usinas hidroeléctricas.
En realidad, hidroeléctricas y nucleares, molestan a los fuertes intereses montados en torno a eólicas y solares, así como a sus asociadas directas, las usinas en base a petróleo o gas.
Para más datos, ver el libro LOS PROFETAS DEL CAOS, en mi blog.
(*) Nicolás Del Caño es un dirigente político trotskista, como tal muy afín a los intereses y postulados del sector oligárquico neoliberal.