La noticia de la designación de Juan José Szychowski como nuevo titular del Inym en reemplazo de Alberto Ré causó un gran impacto en el mundo yerbatero.

Economis habló con media docena de reconocidos dirigentes de la producción, entre ellos Hugo Sand (la cara visible del tractorazo que dio origen al INYM), Julio Peterson, Marcelo Hacklander, Cristian Klingbeil y otros y también con industriales del sector, como su prima Victoria, titular de La Cachuera quien remarcó “por favor, aclaren que no tiene nada que ver con la empresa, nunca estuvo vinculado”.

Todos coinciden en que Szychowski conoce de la producción y el negocio yerbatero incluso mucho más que sus antecesores, Alberto Re o Luis Prietto. Estos últimos, ingenieros agrónomos, considerados muy buenos profesionales pero con un perfil más político. Elegidos por ser figuras más neutrales.

En cambio Szychowski tiene un perfil totalmente distinto. Es difícil encontrar un personaje del mundo yerbatero con tanta llegada a uno y otro lado, de los dos grandes sectores que siempre se debaten en el INYM: productores e industriales.

El nuevo titular del INYM es nieto de Juan Szychowski, el inmigrante polaco que llegó a Apóstoles hace 100 años y a fuerza de ingenio y trabajo arduo creó una de las empresas más consolidadas del sector y una de las firmas alimenticias más antiguas de la Argentina, la cuarta yerbatera del país y la segunda exportadora, detrás de Grupo Kabour.

Por un lado, Szychowski proviene de la misma clase social de los industriales yerbateros. Tiene el mismo bagaje educativo y cultural que cualquier otro empresario reconocido de la provincia. También parece tener más espalda para resistir a tal o cual crítica o presión de un peso pesado.

Al mismo tiempo, no tiene nada que ver con la industria yerbatera. Su padre “Toto” se desvinculó de la empresa familiar cuando su hijo Juan José todavía era chico. Decidió seguir su propio camino en la actividad y tuvo plantaciones y secadero. “Le deseamos lo mejor, conoce mucho de yerba mate y está muy prepardo”, dijo la presidenta de La Cachuera.

Szychowski es un auténtico productor, de los que se despiertan a las 5 am para estar en el campo antes 6 de la mañana. De los que conocen de primera mano cómo se trabaja en el yerbal, cómo viven, sueñan y padecen los eslabones más débiles de la cadena. Para Szychowksi los tareferos o pequeños productores de 10 hectáreas, son personas con nombre y apellido con las que comparte sus jornadas de trabajo.

Szychowski también presta servicios de transporte y cosecha de yerba a otros productores y tiene un background profesional ideal para encarar la gran discusión que se da en el INYM dos veces al año: el precio de la yerba.

El valor de la materia prima se discute a partir de una variable fundamental: el costo de producción de cada kilo de hoja verde. Los productores tienen una debilidad natural para lidiar con las planillas de Excel (la famosa grilla), los costos y la inflación. Pero Szychowski es contador y fue profesor de la materia “Costos” en la UNAM.

Apoyo de los productores

“Será fundamental que lo apoyemos en su gestión”, explicó a Economis, Sand. Sucede que los productores se destacan por una característica que los debilita: son muchos y están atomizados. Las asociaciones de productores proliferan como hongos y muchas terminan siendo un sello de goma. Mientras los industriales son pocos y se suelen poner de acuerdo con facilidad en las negociaciones por el precio.

“Seguramente tendrá el apoyo de los distintos sectores, ya que es un conocedor de la actividad yerbatera y sus distintos eslabones”, dijo Fabián Pawluk, director del INYM por la producción.

“Me parece muy acertado, es alguien del palo, del rubro, prestador de servicios, productor, tuvieron molinos en su momento, es alguien muy respetado por su perfil profesional”, dijo Jerónimo Lagier, ex director del INYM por la producción.

“Como asociación pedíamos que la designación sea la de una persona relacionada a nuestro sector, con conocimientos de las problemáticas, esa designación nos alegró muchísimo, estamos a entera disposición”, dijo Marcelo Hacklander, productor de Jardín América y titular de la Unión de Agricultores de Misiones.

“No queríamos un personaje de la política”, dijo Hacklander. “Cacho quería alguien de la política, para apoderarse de la caja y manipular a los más humildes”, dijo Hacklander, repitiendo un reparo bastante extendido entre los representantes de la producción.

“La mayoría de las asociaciones venimos pidiendo, desde el gobierno de Macri, que sea el el titular del INYM, su capacidad y experiencia nos va a garantizar equilibrio”, explicó Cali Zuberbhuler.

Apoyo de la industria, con alivio

Al mismo tiempo, la designación de Juanjo Szcychowski generó un alivio en la industria yerbatera misionera y correntina. Economis habló con varias firmas, entre ellas tres de las más grandes.

“Trae tranquilidad porque es alguien ligado desde siempre al rubro y a las instituciones”, explicó Ricardo Handziak, titular de Cooperativa Liebig, la firma de mayor crecimiento en los últimos 10 años y la segunda yerbatera del país con su marca Playadito.

El regreso del kirchnerismo al poder y la falta de definición del nuevo titular del INYM tenía inquietos a los industriales, que no veían con buenos ojos la designación de Javier Gortari, el otro candidato en danza.

No por la figura en sí del ex decano de la UNAM, respetado como académico, sino por la eventual injerencia del kichnerismo duro en la política yerbatera y una eventual intervención del INYM con la creación del Fondo Especial Yerbatero.

En esto coinciden productores e industriales: no quieren que la política maneje el INYM y se haga clientelismo con el dinero de la yerba. “Estamos en contra del FEY y 12 asociaciones de productores apoyamos y pedimos la designación de Juanjo Szychowski”, dijo a Economis, Julio Peterson.

En ese sentido, las críticas de Héctor “Cacho” Bárbaro a la designación de Szychowski solo sirvieron para reforzar el consenso de los dos grandes sectores en torno a su designación.

El gran desafío de Szychowski será el de tratar de llegar a consensos más profundos que permitan al INYM funcionar mejor utilizando todas las herramientas de la actual ley, la que dio lugar a su creación y que nunca se utiliza en todas sus posibilidades muchas veces porque parece tocar intereses de algunos. “El INYM es una herramienta excelente, mal utilizada”, dijo Sand hoy a este diario.

“Me sorprendió positivamente la designación, ya que conozco su espíritu integrador. Creo que fomentará la comunicación para la integración de todos los eslabones de la cadena”, dijo Sol Orquera, gerenta general de CBSé y continuadora de la firma que fundó su padre Florentino.

“Es una persona que conoce la actividad y además muy preparada”, dijo Gerardo Vallejos, titular de Piporé.

Una cosa más. Tanto productores como industriales consultados por Economis, destacaron el compromiso de Szychowski para mejorar las condiciones laborales y sociales del eslabón más débil de la cadena, el pequeño productor y el tarefero. Todos destacaron la participación que tuvo para crear el convenio de corresponsabilidad gremial y atacar el problema del trabajo en negro.

“Nosotros pedimos por el, si mantiene su forma de trabaja tenemos muchas expectativas, ojalá podamos enderezar el rumbo del INYM”, dijo Cristian Kligbeil, vicepresidente de APAM.

“No lo conozco personalmente pero sabemos todos que entiende y conoce muy bien la actividad, así que va a saber tomar políticas que hagan crece a toda la cadena”, dijo Carlitos Okulovich, que participa del negocio yerbatero familiar en Don Basilio.

Debatir y resolver dentro del INYM las cuestiones

Una pequeña anécdota que pinta por qué el nuevo titular del INYM es más Juanjo que Szychowski.

El año pasado se estaba discutiendo el precio de la materia prima para el período abril-septiembre de 2019 y los industriales decidieron no ir a la tercera y última reunión en el INYM, forzando el laudo. El argumento esgrimido era que había protestas en la puerta de la sede del organismo y no estaban dadas las garantías de seguridad para sesionar.

Economis estaba entonces en la puerta del INYM, dialogando por teléfono con el presidente de una de las dos cámaras que aglutinan a la industria yerbatera, quien comunicó la novedad.

Inmediatamente publicamos esa noticia, y agregamos un párrafo contando que estábamos en la puerta del INYM y no apreciábamos protestas virulentas que pudieran poner en riesgo la integridad de los directores por la molinería. Era una impresión desde el lugar de los hechos. Subjetiva, claro está, pero hecha de buena fe.

A los pocos minutos recibimos dos mensajes con reacciones diametralmente opuestas por ese comentario. El primer mensaje era de un industrial yerbatero, para criticarnos por incluir ese detalle adicional en la crónica. Sentía que estábamos poniendo en duda sus razones para hacer caer el acuerdo y forzar el laudo.

El otro mensaje fue Juanjo Szychowski, felicitándonos por hacer esa misma observación. Para el futuro titular del INYM también estaban dadas en ese momento las condiciones para sesionar y arreglar la cuestión con el consenso de todos los sectores.

Szychowski tendrá como gran desafío el aglutinar a todos esos sectores que a veces están unidos, como ahora, y a veces enfrentados, para seguir haciendo crecer a la actividad yerbatera. Y sobre todo, convertir al INYM en una herramienta más efectiva cuando haya que dirimir conflictos que enfrenten a las partes.

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