El peso de la iniciativa
El 29 de marzo Laura Bover, científica argentina radicada en Estados Unidos, convocó un equipo de más de 100 profesionales, 90% de los cuales residen en Argentina, miembros del CONICET y médicos de hospitales públicos y privados, para diseñar protocolos de utilización de plasma de pacientes recuperados de COVID-19 en el tratamiento de enfermos severos en centros médicos. El 15 de mayo se hizo la primera transfusión de plasma de convaleciente para uso terapéutico en Argentina. Hoy en total, son 90 pacientes que recibieron el tratamiento, que es, mientras no aparezca una vacuna, una alternativa terapéutica válida. El miércoles, en el Banco de Sangre de Misiones se produjo la primera donación de plasma de un paciente recuperado de coronavirus, que estará disponible para cualquier otro misionero que demande el tratamiento.
El hospital público de Misiones está en la primera línea del combate al virus, que es de avanzada en el mundo. En Estados Unidos lleva atendidos con este tratamiento a 18 mil pacientes. La ingeniería estuvo a cargo de un equipo de médicos misioneros y el donante estuvo atendido en el hospital Madariaga. “Ocupé cama y recibí el tratamiento. La donación es una forma de devolver y de cuidarnos entre todos”, definió.
El concepto del joven donante completa una idea política. La salud al alcance de todos y con recursos del Estado. Que la salud pública misionera esté a la altura de las circunstancias no es casualidad, sino un resultado. Y es también el retrato vivo de la ejecución y planificación de políticas públicas al servicio de la población. El contraste es vívido con las políticas que se aplicaron en los 90 que trajeron consigo los peores indicadores de salud y educación, con una pobreza y desempleo que hicieron eclosión en los primeros años de este siglo.
Y esas políticas sobrevivieron al interregno de Cambiemos, que, nostálgico, volvió con el ajuste y los recortes en áreas sensibles. Tanto que eliminó el ministerio de Salud. En Misiones no hubo cambios bruscos en las políticas pese a la escasez de recursos y mantiene el rumbo marcado desde 2003 al que se le fueron agregando demandas de la coyuntura y derechos que se fueron reconociendo. Este jueves la Legislatura creó el programa Parkinson que apuntará a establecer estrategias para el abordaje y la rehabilitación de la población que padece esa enfermedad. También creó el Centro Provincial de Trastornos Neurológicos y Cognitivo Conductuales, para la investigación y detección precoz de enfermedades crónicas y degenerativas. Los olvidados de aquellos años están incluidos.
En la pandemia el Gobierno misionero fue marcando el pulso desde el primer día. Y todos los sectores fueron en menor o mayor medida, atendidos en sus demandas en medio de la parálisis. El gobernador Oscar Herrera Ahuad anunció que los médicos y especialistas que atienden a pacientes del Instituto de Previsión Social, al igual que los sanatorios, recibirán 500 millones de pesos para garantizar ingresos similares a los que percibieron en febrero, el último mes de la vieja normalidad. Se espera para los próximos días un plan de ayuda para el sector turístico y los jardines maternales, actividades que no tienen fecha de regreso.
La agenda misionera no es la que impone el centro del país, donde las tensiones políticas están dominadas por la extensión de la cuarentena y la decisión tomada del presidente Alberto Fernández de expropiar la cerealera Vicentin, una empresa que facturó millones de dólares y recibió otros miles en préstamos diarios del Banco Nación durante el último tramo de la gestión de Mauricio Macri, aún después de su derrota. Llamativamente, aún así tuvo que pedir concurso de acreedores porque no puede pagar deudas ni a proveedores, miles de productores de todo el país, incluso un par de empresas misioneras.
El foco, grieta mediante, está puesto en el intervencionismo del Estado y no en el cómo la empresa que recibió ingentes recursos estatales, quedó al borde del desguace, con una deuda de cien mil millones de pesos. Parece que para algunos, solo la estatización de deuda es aceptable.
No parece ser intención de Fernández comenzar a “adueñarse” de empresas privadas. Pero no carece de lógica el argumento presentado para la expropiación. Vicentín es la sexta exportadora de granos y derivados la Argentina, con incidencia en precios de alimentos y la liquidación de dólares. Un desguace o venta podría derivar en la inclinación de la balanza en un sector delicado. Controlarla, permitirá jugar en precios y también en generar liquidez de dólares y bajar la presión por el billete verde.
La idea de la expropiación rompe la cuarentena de la política. Mauricio Macri reapareció en una reunión con Lilita para expresar su “preocupación por los atropellos institucionales”. Sin embargo, todo indica que también deberá pasear por tribunales, lo mismo que su antecesora en la Presidencia. La Unidad de Información Financiera acusó a los directivos de Vicentín de haber simulado su situación de cesación de pagos para fugar y lavar dinero en el exterior, e involucró en las supuestas maniobras a Macri, a los ex titulares del Banco Central, Guido Sandleris; y del Banco Nación, Javier González Fraga; y a los dueños de la cerealera.
La alianza Cambiemos salió en pleno a cuestionar la decisión oficial, pero son escasas las explicaciones por los préstamos incobrables del Nación, que son la clave. Son más de 18.500 millones que fueron “prestados” casi a diario en medio de la retirada macrista y con escasas garantías de cobro.
La palabra intervención hace ruido y alimenta a una oposición que se muestra desorientada en medio de la cuarentena. Pero al mismo tiempo, le permite al Presidente sacarle la modorra a la política y recuperar la iniciativa que hasta ahora tenía la pandemia. Pero terco, el coronavirus está lejos de ceder protagonismo.
El susto presidencial por el contagio del intendente Martín Insaurralde y el contacto estrecho de Daniel Arroyo, que finalmente dio negativo para Covid-19, muestra que todavía no es tiempo para la política tradicional. El Presidente estuvo antes por Misiones, Formosa y un par de provincias más, pero se vio obligado a cancelar la visita a Catamarca, ahora la única provincia sin casos, después de la veintena registrada en la provincia gobernada por Gildo Insfrán.
Misiones se mantiene entre las provincias con menor cantidad de casos, pero la preocupación se extiende por la extensa frontera con Brasil. Herrera Ahuad estuvo en San Javier y Bernardo de Irigoyen, dos puntos de ingreso de brasileños y donde hay extrema preocupación. Una veintena de casos en Porto Xavier y otro tanto y un muerto en Dionisio Cerqueira encendieron todas las alarmas. El coronavirus ya mató a 42.791 brasileños y convirtió al país (des)gobernado por Jair Bolsonaro en el segundo con más contagios y más muertes del mundo, detrás de Estados Unidos y dejando en tercer lugar al Reino Unido, ambos imperios con igual condescendencia ante la pandemia. Y los casos no están lejos, sino apenas pasando las fronteras del río Uruguay o el Iguazú.
En Argentina también crecen los casos en una curva ascendente. Pero es uno de los diez países con la mejor respuesta ante la pandemia según ranking publicado por la revista Time y el único país de América Latina que figura en esa lista. La pregunta es cuánto podrá controlar la cuarentena en Buenos Aires y Capital Federal, donde se concentra el núcleo duro de los casos.
La economía está recuperando su ritmo en buena parte del país y en Misiones hay una cuasi normalidad, a excepción del transporte de media distancia y el turismo, las actividades más golpeadas. Y es de esperar que la recuperación sea más rápida por efecto de las fronteras cerradas y la circulación de dinero, especialmente en el sector productivo ligado a la yerba mate.
El director general de Rentas, Rodrigo Vivar, explicó que la pandemia provocó una caída de la actividad económica de 35 al 40 por ciento, pero en mayo la reactivación fue del 15 al 20 por ciento, gracias a las medidas tomadas desde el Gobierno provincial. Todavía falta para alcanzar el nivel de febrero, el mes pre-cuarentena, pero la recaudación nominal volvió a crecer.
El rol del Estado es central para la recuperación rápida. Los municipios comenzaron a permitir actividades para volver a la normalidad e invierten recursos en obras para dinamizar la economía. En Posadas, el intendente Leonardo Stelatto puso en marcha numerosas obras busca fortalecer los planes de empleo para contrarrestar los efectos de la cuarentena que todo lo pone en cuestionamiento. Hay zonas grises para las nuevas formas de trabajo y el uso de aplicaciones, que pueden generar empleo y tributos, pero que todavía no están regulados.
Uber anunció por sorpresa su desembarco en Posadas con un sistema de delivery y dejó al desnudo que no hay regulaciones ni formas de impedirlo, más allá de la preocupación lógica en el gremio de los taxistas. Hubo intensas conversaciones entre el Municipio y el Concejo Deliberante para ver qué hacer. También diálogo con taxistas y representantes de la compañía global. ¿Cómo cubrir el vacío? ¿Cómo impedir que funcione una aplicación en momentos en que se incentiva la digitalización y el uso de apps varias? PedidosYa opera con libertad. Uber Flash es casi lo mismo, aunque en auto y no en moto o bicicleta. ¿Cómo rechazar posible recaudación y, sobre todo, ingresos genuinos para potenciales dos mil conductores? Todo eso está siendo analizado en las últimas horas. El futuro ya llegó y no hay forma de cerrarle la puerta y la ciudad, linda de nuevo, tiene los desafíos de las grandes urbes.
Stelatto ya encaró su propia modernidad, con la separación de residuos y mejoras en calles y avenidas, fiel a su historia de hacedor. El intendente también se puso en contacto con el flamante director ejecutivo de Yacyretá, Ignacio Barrios Arrechea para acelerar obras pendientes en la capital misionera.
Simbólico. La primera reunión formal de Arrechea fue con Herrera Ahuad para coordinar acciones conjuntas entre Yacyretá y Misiones. La construcción de Aña Cuá demandará mucho empleo y hay coincidencia con una premisa del mandatario misionero: el desarrollo de las energías alternativas.