El siguiente paso: más radicalismo para fortalecer Cambiemos
Domingo 15 de Marzo de 2015, el primer paso: tras horas de intenso debate, los radicales de todo el país definíamos como estrategia electoral para enfrentar al kirchnerismo, competir en las PASO y caminar junto al PRO y la Coalición Cívica. Fue una Convención Radical histórica además de una de las manifestaciones de democracia partidaria más contundentes de las últimas décadas. A los pocos días nacía Cambiemos, con el objetivo de representar a la mayoría de los argentinos que demandaban terminar con las peores prácticas del populismo kirchnerista….y lo logramos.
Miércoles 17 de Febrero de 2016, el segundo paso: tras el recambio presidencial y las primeras medidas del nuevo gobierno, en la Cámara de Diputados de la Nación nacía oficialmente el Interbloque Cambiemos, hecho que sería replicado a los pocos días en el Senado. El objetivo parecía imposible: en clara minoría en ambas Cámaras, teníamos que asegurar gobernabilidad a través de la sanción de las principales leyes que demandaba el país, como la salida del default, el apoyo a las Pymes, la repatriación de capitales, el pago histórico a los jubilados y la sanción del Presupuesto 2017, entre otras medidas. Contra todos los pronósticos, en todos estos meses logramos construir una sólida y eficaz coalición parlamentaria. Tuvimos tragos amargos por supuesto, como el bloqueo a la reforma política por parte de sectores políticos que añoran la arbitrariedad y la falta de reglas transparentes en democracia.
De acá en adelante, el siguiente paso: luego de haber conformado un exitoso frente electoral en el 2015, luego de haber creado y sostenido un exitoso bloque parlamentario en el 2016, el siguiente paso es fortalecer a Cambiemos como una sólida coalición política. ¿Qué implica ello? Que en las principales decisiones de gobierno, debemos practicar más el dialogo y el consenso entre los partidos que conformamos Cambiemos; que debemos generar un ámbito donde se puedan canalizar nuestras posturas a través de nuestros órganos de conducción; que debemos construir estrategias comunes donde todos los actores del espacio (y no solo uno) salgamos fortalecidos, donde las ganancias y las pérdidas (los aciertos y los errores) sean de responsabilidad compartida; en pocas palabras, se trata de fortalecer el “nosotros” que tan bien funciona en lo parlamentario, y tan bien demostró funcionar en lo electoral. Este fortalecimiento no pretende quitarle ejecutividad al gobierno, todo lo contrario, procura encontrar los mejores canales para que a partir de la diversidad de voces que contiene Cambiemos, se puedan evitar errores y tomar las más eficaces y eficientes decisiones políticas y de gobierno. Más radicalismo para fortalecer a Cambiemos como una coalición política, no implica tener más cargos o más ministerios, implica que los radicales tengamos los canales asegurados para influir “ex ante” y no “ex post” en las soluciones que demanda el país.
Dar este paso es prioritario y urgente, a fin de que Cambiemos concurra a las urnas con la mayor fuerza y representatividad posible, dos grandes garantías para obtener el mejor resultado electoral. Si logramos dar este tercer paso, el peligro y el fracaso de regresar al populismo será nada más que un lejano recuerdo.