Escalada sobre el Instituto Forestal: “Si pensamos un plan a 30 años, se tiene que empezar con un mínimo de rentabilidad para el pequeño productor”
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Después de casi cuatro horas de debate por primera vez en la historia se fijó el precio de la materia prima forestal. Viernes histórico que marca la culminación de un proceso que se inició en 2016, pero que no estará exento de debates, ya que el sector industrial, que deberá pagar más, no aceptó con resignación el promedio de 20 dólares la tonelada de raleo, fijado por el Instituto Forestal.
El sector forestal tendrá así una guía de precios mínimos que regirá el movimiento económico más relevante dentro del Producto Bruto Geográfico misionero y que, sin embargo, tenía a los productores en lo más bajo de la escala de la rentabilidad.
El presidente del Instituto y autor de la ley que le dio vida, Hugo Escalada, señaló que la materia prima “no tenía valor, realmente, con este fuerte apotegma, si se quiere, de que la oferta y la demanda sola se tienen que establecer, cosa que funciona en teoría, en la facultad y en mercados ideales. Nunca jamás va a haber oferta y demanda justa cuando tenés sectores monopólicos y tenés actores muy fuertes, que gracias al lobby te presionan diciendo: “Te compro a tanto, si te gusta bien y si no también”. Entonces, es imposible establecer un marco referencial librado a la oferta y la demanda.

¿Cuál es la estructura a través de la cual se llegan a estos costos?
La estructura a través de la cual se llega a estos costos, es un trabajo muy eficiente del colegio de Ingenieros Forestales, con profesionales muy eficaces, a la facultad de Ciencias Forestales, basado en saber aprovechar el talento producido en Misiones. Nosotros tenemos una Facultad, un Colegio, de los mejores del país, esos profesionales, ese conocimiento, se puso al servicio primero de establecer un marco conceptual teórico basado en un estudio de ingenieros, para recién a partir de eso empezar a discutir el resto. Porque si no entras en el “a mí me parece esto, o si me parece lo otro”. Al sistema cacho decimal, con un cachito más, un cachito menos, eso no sirve más. En el mundo desarrollado, los números son finitos, porque la rentabilidad es muy chica. Entonces, acá lo primero que tuvimos que hacer era ver donde estábamos parados, porque los números y las estadísticas que había no reflejaban la realidad del productor primario. Así que el primer paso fue hacer un estudio concienzudo, que nosotros queremos seguir haciéndolo cada 6 meses y hacerlo cada vez más profundo y finito todavía. Y después sobre ese número integrar el resto de la cadena de valor, pedirles a todos los actores que nos den sus grillas de costos, empezar a discutir y ver cómo llegar a un precio de referencia.
¿Cómo se arribó al consenso?
Lo que nosotros fijamos en el Instituto Forestal, era un mecanismo que para nosotros era imprescindible, que era salirnos de la unanimidad. No hay posibilidad cuando vos sentás a una mesa, a actores tan antagónicos, con intereses tan opuestos que se llegue a la unanimidad. El primer paso a la hora de formar el instituto fue gestar un sistema de mayorías, donde cada uno da su posición, pero después, se vota. Porque nosotros necesitamos que el producto que salga de ahí sea una respuesta. El primer paso fue salirnos del mecanismo de unanimidad, poner un mecanismo de mayorías, a partir de eso discutir, acercar las posiciones de cada uno. Hace tres meses el Gobernador lanzaba la Mesa Forestal y el Instituto Forestal al mismo tiempo. Y pedía que, en 60, 90 días, “haya definiciones”. Con el Instituto arrancamos específicamente, lo hicimos con 4 videoconferencias de no menos de una hora y media, dos horas, cada 15 días, explicándole a todos los actores de la cadena que íbamos a fijar el precio, que le pedíamos que acerquen sus estudios, que queríamos hacerlo de la manera más eficaz y eficiente, pero que no íbamos a abandonar el norte por el cual el Instituto Forestal iba a trabajar, que es el Estado al lado del productor primario.
¿Ahora cómo va a ser el mecanismo de control, para que se cumplan esos precios?
Esto tiene horas, en la pulseada por la fijación del precio, con muchas presiones, dificultades, con muchos lobbies, ahora viene lo que me estas preguntando, la etapa de definiciones. Quiero creer, va haber un tiempo prudente y prudencial, para esperar que los actores de la cadena no necesiten que se los controle. Ustedes habrán escuchado hablar innumerables veces de la responsabilidad social empresaria. Si realmente tuvieran responsabilidad social empresaria no debieran esperar a que el Estado los persiga para pagar algo que ellos mismos fijaron por ley. Porque en el Instituto también hay representantes de los grandes sectores, hay de Papel Misionero, Arauco, Apicofom, Amayadap, o sea, también ellos fueron parte de esta votación. Así que lo que nosotros esperamos, es que este precio que es absolutamente justo y que tiene nada más que un 5% de rentabilidad se cumpla. No le estamos dando un precio al productor para que mañana se haga millonario, le estamos dando un precio al productor para que deje de perder. Para que le dejen de decir: “Te voy a ir a recoger la basura del pinal, que no vale nada, porque te estoy haciendo un favor, después yo la proceso”. No, no es la basura, el primer raleo, es el primer aprovechamiento que se da de un producto forestal. Entonces cambiar la terminología, empezar a empoderar al productor que, si yo quiero que siga en la actividad, le tengo que dar un plazo hacia delante de sustentabilidad, porque sino en los últimos 6 años se ha dejado de plantar, en este último año hacen tala rasa y están poniendo yerba. Entonces, la actividad forestal, esto que nos resalta por ser la primera provincia forestal del país, está en ciernes, porque los productores la están abandonando. Vamos a terminar con la producción de una empresa y media gigantesca, produciendo de una manera fuertemente monopólica y el resto de los productores mirando hacia otro lugar. Eso fue lo que el Estado advirtió, eso fue lo que el Estado vislumbró, a partir de eso se genero esa herramienta en Cámara de Diputados que es el Instituto Forestal y hoy está teniendo sus primeros resultados.
¿Cuáles son esos valores de referencia, porque hoy son precios mínimos?
No son valores de referencia, son valores exigibles, porque es un valor a cumplir, que esperemos que lo cumplan. El valor gira alrededor de los 1600 pesos, para traducirlo de una manera más clara, está asegurando hoy 600 pesos más de lo que le venían pagando al productor primario por tonelada. Aún con esos 600 pesos más de lo que les estaban pagando, estamos acercándonos a un 4 ó 4,5% de rentabilidad, queda mucho por discutir para delante, queda mucho por establecer en el Instituto. Ahora, lo que sí es cierto que si se presiona la cadena para abajo, si te ponen un precio máximo fuera del país, o en Buenos Aires, vos para poder cumplir con eso, empezás a apretar; el que vende aprieta al que produce, el que produce al que le da de alguna manera la industrialización, y, ese al de la materia prima, el de la materia prima ya no tiene donde escapar, está en el piso.
La industria sostiene que esto va a desalentar inversiones y que incluso los grandes jugadores dejarán de comprar al pequeño productor. ¿Cómo se cuida eso, o cómo se equilibra eso?
Justamente ese es un tema que se puso arriba de la mesa. “Si instalamos este precio despedimos 20 mil personas”. “Si instalamos este precio mañana no le compramos más a todos los productores misioneros porque nos vamos a autoabastecer y ustedes van a tener una gran crisis, van a haber tractores en la ruta”. Se han dicho un montón de cosas. Lo que nosotros decimos de manera fehaciente con los estudios, con los datos que tenemos es, que, si queremos hacer un plan hacia adelante de 20, 30 años, si quieren denominarlo estratégico, cualquier planeamiento tiene que empezar con un mínimo de rentabilidad hacia el pequeño productor. No hay manera que vos reinviertas y compres maquinaria más moderna, que es lo que hoy nos están pidiendo, que nos tecnifiquemos, que exportemos cada vez más, que apostemos al mercado interno, si no tenés rentabilidad en tu producto, es una incoherencia. La manera en que vos reinvertís en lo tuyo es cuando tenés ganancia, si no tenés rentabilidad lo que menos vas a hacer es reinvertir en tu actividad.
¿Genera un impacto tan negativo en estas grandes empresas?
Es un precio que lo van a poder pagar, es un precio que obviamente les va a achicar el margen de rentabilidad, pero cuando hablamos de margen de rentabilidad de las grandes empresas, las grandes empresas tienen margen de rentabilidad porque son competitivas. Si vos vas a ser competitivo y vas a tener rentabilidad porque apretás al que está abajo, porque no le pagas lo que le tenes que pagar, porque de alguna manera para que te cierren los números acudís a otras ecuaciones, termina pasando lo que nos pasó a nosotros en la década del 70. Creció mucho la actividad forestal hasta mediados de la década del 70, después se paralizó. Misiones hoy tiene arriba de los 700 aserraderos, de los cuáles muy poquitos, me sobran los dedos de una mano, están tecnificados a primer nivel, el resto está trabajando con maquinaria en desuso. Sin ir más lejos, la planta de pasta de papel de celulosa de Papel Misionero, es una planta de la década del 70 que generó el Estado, es una planta prácticamente obsoleta. Entonces, no solamente no está pudiendo reinvertir el productor primario, tampoco lo están pudiendo hacer los productores industriales como en este caso Papel Misionero.
El sector industrial se quejó de este valor de 20 dólares la tonelada, ¿qué precio se está manejando en los otros países forestales, Chile, Brasil?
El Instituto Forestal chileno, que es un equivalente al nuestro, ha fijado ahora, en este mes del 2020, 23 dólares la tonelada de precio base. Porque ellos fijan un precio base y después se le van agregando en cuestión de definiciones. Por ejemplo, si vos tenés certificada tu madera, o sea si vos en toda la cadena, cumpliendo con todas las leyes vigentes, con todos los controles ecológicos, eso se llama certificación, vale más porque invertiste mucho más que si yo te estoy vendiendo una madera que no lo tiene. Entonces, ellos ponen un precio sostén, un precio básico, sobre eso a mayor cantidad de distancia que recorren para llevar la madera, a mayor cantidad de certificaciones, a mayor cantidad de valor agregado, vas subiendo el precio. Nosotros ahora hicimos el primer escalón, que es un precio con un mínimo de rentabilidad, al cual todavía no se le han agregado un montón de cuestiones que querríamos en un momento agregarle. Pero, vamos por partes, queremos esperar, queremos ver cómo el mercado se acomoda, el mercado se va a tener que acomodar, nosotros estamos convencidos que este precio se puede pagar tranquilamente, más en un momento de boom como estamos pasando ahora, no estamos lanzando esto en un momento en el cual no cierran para nada los números, en el sector forestal hoy en la provincia de Misiones está pasando por un momento muy bueno.
