El periodismo en general en la Argentina no la está pasando bien, ya desde hace años. En rigor el fenómeno es global. Internet y Google masificaron la información y la explosión de los teléfonos celulares, combinados con las redes, convirtieron a todos en “periodistas”.
No es fácil andar por los 40 años y tener un historial laboral dedicado exclusivamente a esta profesión que, por momentos, es apasionante, pero donde las posibilidades laborales escasean cada vez más. Y lamentablemente es difícil pensar que eso va a cambiar en el futuro.
Julieta Martínez, Juan Carlos Arguello, Cristian Milciades y quien estas líneas escribe, somos, como saben algunos de Ustedes, los cuatro periodistas que hacemos todos los días Economis. Estábamos los cuatro hace exactamente dos años en otro lugar.
Las perspectivas no eran alentadoras. La economía en general andaba muy mal, no solo para las organizaciones informativas. No estaba claro si nuestro trabajo iba a seguir ahí por mucho tiempo más. Nada que no pase en muchos otros diarios y medios de comunicación.
La sensación de incertidumbre es fea, mucho más si uno es grande y tiene hijos a los que sustentar. Pero mucho mayor todavía, si cuando eso sucede, uno ya conoce el mercado laboral y es realista: “esto se acaba acá y afuera no aparecen posibilidades”. Hay periodistas que lo saben muy bien. Otros, gracias a Dios nunca tuvieron que buscar trabajo y si bien intuyen que el mercado está difícil, nunca se tuvieron que hacer algunas preguntas que conllevan planteos existenciales.
¿Qué otra cosa puedo hacer? ¿A qué me puedo dedicar? ¿Para qué sirvo?
Lamentablemente es una sensación que vuelve a ser muy conocida en la Argentina en muchas profesiones y oficios.
El primero que se animó fue Juan Carlos Arguello. Fundador, director e ideólogo de este proyecto periodístico. Lo hablamos en un bar en una mañana calurosa de diciembre. 
Hoy en día, un medio digital puede ser bueno pero aún así la gente puede ignorarlo olímpicamente. Y conozco muchos casos.
Sencillamente hay una sobreoferta. Demasiada información. Y cada vez menos tiempo y disposición para consumirla. El desafío es nuestro, de los periodistas, por hacer un medio que agregue algo, que sea leído a pesar del incesante bombardeo de datos, cifras y noticias (sumado al comprensible estado de hartazgo de buena parte del público).
Juan Carlos y Julieta Martínez se decidieron exactamente a finales de 2016, a empezar a armar Economis en el verano de 2017. Cuando volví de vacaciones se había sumado Cristian Milciades.
 
Y así arrancamos los cuatro. Con nada más que un concepto que teníamos que convertir en un trabajo sustentable. Sin saber a dónde íbamos a terminar. Pero sabiendo que íbamos a poner todo por esta nueva oportunidad.
En términos futbolísticos, los que hacemos Economis somos un equipo con mucho amor por la camiseta. Le ponemos mucha garra y corazón a lo que hacemos. Nos apasiona el periodismo.
Claro está, a veces hay cosas que nos salen bien, otras salen más o menos y otras salen mal. Aprendemos todos los días, intentamos mejorar siempre. No nos dormimos en los “laureles” cuando tenemos un pequeño triunfo. Porque sabemos que esto del periodismo es así, cada vez más incierto. Cada vez más difícil.
Por eso en este fin de año, les queremos dar las gracias a todos por prestarnos algo de su tiempo y atención, por leernos, por participar, por dejarse entrevistar, por interpelarnos, por darnos in-formación. Como en la foto que acompaña a este texto, donde estamos junto a los diez empresarios que participaron del debate de fin de año. Queremos que vengan muchos más.
Gracias a todos en este fin de año, por permitirnos estar acá y haciendo lo que nos gusta.

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Martin Boerr

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