Fiscalía y Congreso de Brasil investigarán a Guedes y Campos Neto por los Pandora Papers
(Por Pablo Giuliano) El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, y el presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, quedaron hoy en medio de un torbellino político debido a los posibles delitos de evasión fiscal cometidos por tener empresas en paraísos fiscales, como desnudaron los Pandora Papers, ya que fueron convocados a dar explicaciones ante el Congreso y la fiscalía les abrió una investigación preliminar.
En medio de esta ofensiva institucional, el senador Flavio Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro, salió en defensa de los exfinancistas que ocupan cargos públicos y dijo que “nada tienen que esconder” sobre sus empresas abiertas en paraísos fiscales y en el caso de Guedes con 9,5 millones de dólares en una offshore de las Islas Vírgenes Británicas.
En el ámbito judicial, el fiscal general Augusto Aras, puesto por Bolsonaro en el cargo en 2019, informó que abrió una formalidad llamada investigación preliminar, que significa en la práctica buscar una respuesta oficial de los involucrados en el escándalo.
“Como de costumbre, habrá una averiguación preliminar, escuchando personas y recibiendo documentos. Si es necesario haremos un pedido de apertura de una causa ante el Supremo Tribunal Federal. La primera persona a ser escuchada será Guedes”, aseguró en diálogo con el sitio Poder360, pero aclaró que la Procuraduría General de la República “no puede investigar con base en noticias de prensa”.
Guedes, financista neoliberal que trabajó para la dictadura de Augusto Pinochet en Chile y actuaba como administrador de fondos de inversión antes de asumir como ministro, mantiene desde 2014 una empresa con 9,5 millones de dólares en la guarida fiscal de las Islas Vírgenes Británicas que, según el Gobierno, había sido declarada ante el fisco brasileño.
La prensa local estimó que con la devaluación del real iniciada en 2019 cuando asumió Bolsonaro con Guedes, el ministro de Economía habría ganado con esa cuenta unos 14 millones de reales, casi 3 millones de dólares al cambio actual.
Campos Neto, en cambio, se defendió y dijo que no hizo negocios con sus cuatro empresas offshore -dos en Panamá y dos en las Bahamas- desde que asumió el cargo al frente del Banco Central, donde a partir de este año tiene independencia legal respecto del Poder Ejecutivo en base a una ley aprobada por el Congreso.
En un evento virtual, el titular del Banco Central sostuvo que su patrimonio es fruto de sus 22 años de trabajo en el mercado financiero antes de ingresar a la función pública, donde tiene responsabilidad total en el cambio, la tasa de interés y las metas de inflación.
En Brasil, la repercusión política de los Pandora Papers fue mayor que la mediática porque el principal grupo de medios del país, Organizaciones Globo, dueño del diario económico Valor y O Globo, han decidido reducir el perfil de este escándalo e incluso algunos columnistas estrella como Miriam Leitao justificaron la posición de Guedes por haber abierto empresas en guaridas fiscales.
Pese a estas posiciones, la Comisión de Asuntos Económicos del Senado convocó a Campos Neto y Guedes a declarar el 19 de octubre.
“Imaginen al brasileño que se despierta y ve un título que dice que el presidente de Petrobras es el dueño de la estación de servicio. La política económica de este Gobierno hizo que el patrimonio de Guedes se duplicase. Quizás no hay ilegalidad y sí conflicto de intereses”, argumentó el senador Alessandro Vieira, del partido Ciudadanía.
Para el senador Eduardo Braga, del Movimiento de la Democracia Brasileña y exgobernador de Amazonas, “si un parlamentario aparece con una cuenta offshore, todos lo estarían apuntando para que sea destituido”.
“No es poca cosa que los que tengan empresas offshore sean el ministro de Economía y el presidente del Central”, destacó.
El mismo procedimiento adoptó la Cámara de Diputados, en la que el opositor Partido de los Trabajadores (PT) acusó a Guedes de haber aprovechado personalmente sus decisiones de política económica, sobre todo cambiarias.
El mismo razonamiento lo acercó el diputado Kim Kataguiri, de los autodenominados libertarios exbolsonaristas.
Los dos funcionarios no son ni los únicos brasileños ni los únicos oficialistas mencionados en la investigación periodística Pandora Papers.
Grandes empresarios brasileños aliados al bolsonarismo han aparecido en la lista, como el magnate Luciano Hank, de las tiendas Havan, y el dueño de CNN Brasil y la constructora MRV, principal financista del club Atlético Mineiro.
También aparecen los socios de la prepaga Prevent Senior, investigada por hacer ensayos en humanos sin autorización con hidroxicloroquina en pacientes con Covid-19 para evitar internarlos y, así, reducir costos.
Crefisa, una gigante financiera que es responsable por el shock de dinero del club Palmeiras, finalista de la Copa Libertadores, es otro nombre que aparece en la lista.
Pese a estas reconocidas figuras y empresas, los grandes medios como Valor, O Globo y Folha de Sao Paulo han colocado en tercer plano el escándalo surgido de las filtraciones con origen anónimo que investigó un amplio consorcio de medios, que en Brasil tiene como socios a la revista Piauí y al sitio Poder 360
Pese a sus defensas actuales, ni Guedes ni Campos Neto habían hecho público ese patrimonio fuera del país y la prensa local tampoco había informado sobre ello.
Por eso, el líder de la oposición en la Cámara baja, el diputado Alessandro Molon, no dudó hoy en afirmar que estas empresas off shore son constitutivas de delito.
“Viola directamente el artículo 5 del Código de Conducta de la Alta Administración Federal y, por tanto, debe dar lugar a la renuncia del ministro. Desde la oposición vamos a proponer la citación del ministro y del presidente del Central para dar aclaraciones a la Cámara de Diputados y presentar un recurso de representación en el Ministerio Público Federal (primera instancia) por improbidad administrativa en contra de ambos”, detalló Molon.
Inmediatamente después, el jefe del bloque de diputados del Partido de los Trabajadores, Elvino Bohn Gass, apoyó esa posición y pidió, además, que la Fiscalía General investigue a Guedes y Campos Neto.