Informe Planeta Vivo 2018 de WWF revela la enorme magnitud del impacto humano en el planeta
El Informe Planeta Vivo 2018 de WWF, organización representada por Fundación Vida Silvestre Argentina en nuestro país, señala que la humanidad y la forma en que proveemos combustible, financiamos y alimentamos nuestras sociedades y economías están empujando al límite a la naturaleza y a los servicios que ella nos proporciona, como energía y sustento. El informe, publicado hoy, presenta un panorama desolador del impacto de la actividad humana sobre la vida silvestre, los bosques, los océanos, los ríos y el clima del mundo. Destaca además que nuestra ventana de oportunidad para actuar es cada vez menor y señala la urgente necesidad de que la comunidad global reconsidere y redefina colectivamente cómo valora, protege y restaura la naturaleza.
El Informe Planeta Vivo 2018 es la duodécima edición de la publicación emblemática de WWF. El informe incluye los últimos hallazgos medidos por el Índice Planeta Vivo, que analiza a 16.704 poblaciones de 4.005 especies de vertebrados desde 1970 hasta el 2014. Presenta una descripción general del estado de nuestro mundo natural a través de indicadores como el Índice Planeta Vivo (IPV), proporcionado por la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL, por sus siglas en inglés), el Índice de Hábitat de las Especies (SHI), el Índice de la Lista Roja de la UICN (RLI) y el Índice de Integridad de la Biodiversidad (BII), así como los Límites Planetarios y la Huella Ecológica. El informe describe un cuadro singular y perturbador: la actividad humana está empujando hasta el límite los sistemas naturales del planeta de los que depende la vida sobre la Tierra.
“La ciencia nos muestra la dura realidad que nuestros bosques, océanos y ríos están enfrentando en nuestras manos. De kilómetro en kilómetro y de especie en especie, la reducción de los sitios naturales y las poblaciones de vida silvestre son un indicador del enorme impacto y la presión que estamos ejerciendo sobre el Planeta, amenazando la estructura viva que nos sostiene a todos: la naturaleza y la biodiversidad”, explicó Marco Lambertini, Director General de WWF Internacional.
El IPV, que monitorea las tendencias en la abundancia mundial de vida silvestre, indica que las poblaciones globales de peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles disminuyeron en promedio un 60% entre 1970 y 2014, el año más reciente con datos disponibles. Las principales amenazas para las especies identificadas en el informe están directamente relacionadas con las actividades humanas, incluida la pérdida y degradación del hábitat y la sobreexplotación de la vida silvestre.
En Argentina, implementar mejores prácticas que sean compatibles con la conservación de la biodiversidad sigue siendo el desafío para combatir la degradación de los ecosistemas.“Es imperativo articular la conservación de la naturaleza con los acuerdos de la COP de París, e involucrar a la sociedad civil, a los gobiernos y al sector corporativo. En este sentido, es necesario revisar las políticas contradictoras que promueven la transformación de áreas naturales para establecer nuevas áreas de cultivos; o que subsidian el desarrollo de infraestructura para la extracción de hidrocarburos con métodos altamente cuestionados a nivel internacional como la fracturación hidráulica, que contradice los compromisos del Estado con el acuerdo de Paris, generando un impacto negativo sobre el calentamiento global mundial, la conservación de los ecosistemas sanos de Argentina y las futuras generaciones”, destacó Manuel Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre Argentina.
Por otra parte, de acuerdo a un estudio realizado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en conjunto con Fundación Vida Silvestre Argentina, de continuar como hasta ahora, en el 2028 habremos perdido una superficie de bosques nativos equivalente a 200 veces la Ciudad de Buenos Aires, con una tendencia sostenida mayoritariamente en la región del Gran Chaco, donde se encuentra el mayor remanente de bosques nativos del país. “De las poco más de 180.000 hectáreas deforestadas en 2017, algo más de 100.000 fueron en áreas legalmente protegidas por la Ley de Bosques. Es vital asegurar la conservación de nuestra rica biodiversidad, de manera climáticamente inteligente, cumpliendo las leyes y considerando que los ecosistemas sustentan todas las actividades para nuestra subsistencia, determinantes para un desarrollo económico y social viable”, señaló Jaramillo.
La actividad humana amenaza la capacidad de la naturaleza para proveer de sustento a la humanidad
Durante las últimas décadas, la actividad humana ha afectado gravemente los hábitats y los recursos naturales de los cuales dependen la vida silvestre y la humanidad, como los océanos, los bosques, los arrecifes de coral, los humedales y los manglares. El 20% de la Amazonía ha desaparecido en solo 50 años, mientras que se estima que la Tierra ha perdido aproximadamente la mitad de sus corales de aguas someras en los últimos 30 años.
Si bien destaca el alcance y el impacto de la actividad humana en la naturaleza, el informe también se centra en la importancia y el valor de la naturaleza para la salud y el bienestar de las personas, nuestras sociedades y las economías. A nivel mundial, la naturaleza proporciona servicios por un valor aproximado de US$ 125 mil millones al año, al mismo tiempo que ayuda a garantizar el suministro de aire fresco, agua potable, alimentos, energía, medicamentos y otros productos y materiales.
“La naturaleza ha sostenido y abastecido de energía en silencio a nuestras sociedades y economías durante siglos, y continúa haciéndolo hasta hoy. A cambio, el mundo ha seguido dando por sentado la naturaleza y sus servicios, al no actuar contra la pérdida acelerada de la naturaleza. Es hora de que nos demos cuenta de que un futuro saludable y sostenible para todos solo es posible en un Planeta donde la naturaleza prospera y los bosques, océanos y ríos están llenos de biodiversidad y vida”, agregó Lambertini. “Necesitamos repensar con urgencia cómo usamos y valoramos la naturaleza, cultural, y económicamente, y en nuestras agendas políticas. Necesitamos pensar en la naturaleza como hermosa e inspiradora, pero también como indispensable. Nosotros, y el Planeta, necesitamos un nuevo acuerdo global para la naturaleza y la gente, ahora”.
Una hoja de ruta para la acción sobre la naturaleza
La evidencia muestra que la agenda para el medio ambiente y el desarrollo humano deben converger si queremos construir un futuro sostenible para todos. El Informe Planeta Vivo 2018 destaca la oportunidad que tiene la comunidad global para proteger y restaurar la naturaleza rumbo al 2020, un año crítico en el que se espera que los líderes mundiales revisen el progreso logrado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París y el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB).
Fundación Vida Silvestre Argentina se suma al llamado que hace WWF a las personas, las empresas y los gobiernos para que se movilicen y cumplan con lo establecido en el acuerdo para la naturaleza y las personas, en el ámbito del CDB, con el objetivo de impulsar la acción pública y privada para proteger y restaurar la biodiversidad a nivel mundial, y cambiar las tendencias devastadoras.
La COP14 de la CDB reunirá a líderes mundiales, empresas y a la sociedad, con miras a desarrollar el marco de acción post-2020 para la biodiversidad global y, por lo tanto, marca un momento clave para sentar las bases de un acuerdo global que se necesita alcanzar con urgencia, para la naturaleza y la gente.