Ingresos bajísimos y discriminación laboral, el drama económico de la población trans en Misiones
Un estudio realizado por el Instituto Provincial de Estadística y Censos revela detalles sobre uno de los colectivos que recién en los últimos años tuvo visibilidad pública: ¿Cómo viven las personas trans en Misiones?
Los resultados de esta encuesta han develado el insuficiente acceso a la salud, la fuerte discriminación por parte de distintas instituciones, la precariedad laboral, la calidad de vida y la necesidad de poder transformar sus cuerpos.
El trabajo se enmarca en el Observatorio de Violencia Familiar y de Género que tiene como objeto desarrollar un sistema de información permanente con la finalidad de fomentar el diseño, implementación, monitoreo de políticas públicas y estrategias tendientes a la identificación, tratamiento integral, prevención y erradicación de la violencia familiar y de género. Organizar la recolección y sistematización de información conceptual, permanente y conocimiento basado en el monitoreo, recopilación, registro, estudio, análisis y difusión de datos sobre casos de violencia familiar y de género, es uno de los ejes del trabajo liderado por Silvana Labat, directora del Ipec.
De esta forma, el Observatorio desarrolló el Registro Provincial de Población Trans -RPPT- que tiene como objeto centralizar y sistematizar la información disponible en los distintos ámbitos públicos y privados a los efectos de generar indicadores estadísticos para ser utilizados como insumo en el diseño de políticas públicas orientadas a mejorar la calidad de vida de la población trans.
Para el 31 de julio del año 2021, se había logrado encuestar a 123 personas trans. Los/as relevadores/as pertenecen a distintas organizaciones como ser ATTA Misiones, el Colectivo 108 y Somos Diverses.
La edad promedio de las personas trans encuestadas es de 26 años. El 6,1% de las personas registradas eran menores de edad. Por otra parte, la gran mayoría de las personas (67,8%) tenían entre 18 y 29 años, seguidas por las de entre 30 y 39 años con el 17,4%. Tanto aquellas personas trans de entre 40 y 49 años como las mayores de 50 años, representaron el 4,3% respectivamente.
El 79,5% de la población trans encuestada vive en Posadas, el 8,5% en Garupá y el 3,4% en Oberá. Del restante 8,5%, el 1,7% reside en Eldorado; como así también, igual porcentaje, para aquellos que residen en Apóstoles. Mientras que el 5,1% vive en otras localidades.
Con respecto a las personas con las que vivían los/as encuestados/as, el 44,4% vivía con su madre y/o padre, el 28,0% vivía solo/a, el 21,4% con hermanos/as, el 14,5% con su pareja, el 12,8% con otros/as familiares y el 6,0% con sus hijos/as.
Los gastos en alimentos que afrontan las personas trans fueron compartidos en el 48,2% de los casos con todas las personas con las que conviven, en el 12,9% solo con algunas de ellas y en el 38,8% de los casos no comparte gastos de alimentos.
El 67,0% de los encuestados afirmó que era o eran propietarios del terreno donde está la vivienda en la que viven. El 93,0% de las viviendas están conectadas a una red de agua corriente pública, el 75,0% tiene los baños y cocinas conectadas a una red cloacal pública, el 56,9% de las viviendas están ubicadas en una calle asfaltada. El 4,5% de las viviendas se encuentra próxima a un basural, el 7,2% está en una zona inundable y el 6,4% en una villa de emergencia.
Identidad de género
Al indagar respecto de la identidad de género de los/as encuestados/as, se puede afirmar que el 36,8% se define como mujer trans, el 35,0% lo hace como varón trans y el 3,4% como transgénero. Finalmente, un 24,0% afirmó que posee otra identidad como ser andrógino, no binario, entre otras.
A partir de la pregunta sobre a qué edad expresaron o mostraron su identidad de género, el 88,2% manifestó que fue en la adolescencia y juventud (sumando las proporciones de respuesta “menor a 18 años” y “entre 18 y 25 años”).
El haber expresado su identidad de género llevó a ciertas situaciones como pérdida de amistades en el 56,8% de los casos, abandono o expulsión de su hogar familiar en el 30,9% de los casos, abandono de la localidad en la que vivía (14,8%) y abandono de la escuela/universidad con el 14,8%.
Educación
Esta sección analiza una serie de variables educativas sobre las personas trans encuestadas. Una regularidad que se observa es que, en todos los niveles educativos, es mayor el porcentaje que no completó dicho nivel respecto del que sí lo hizo, con excepción del nivel primario.
También se analizó sobre quienes ejercieron discriminación en instituciones educativas hacia las personas encuestadas que expresaron su identidad de género. La gran mayoría afirmó que provenía de parte de sus compañeros/as (47,0%). Los profesores/as y maestros/as también fueron identificados el 29,5% de las veces.
Algunas de las repercusiones educativas por haber expresado su identidad de género fueron que el 16,4% perdió o repitió un año, el 24,1% tuvo que abandonar los estudios y el 20,9% se cambió de escuela/universidad.
El 61,2% afirmó haber realizado una consulta general de salud en el último año, mientras que el 38,8% no lo hizo.
A su vez, el 55,4% de los encuestados que afirmaron haberse realizado tratamiento de hormonización destacaron que el tratamiento siempre estuvo bajo supervisión médica, por otro lado, el 33,9% dijo que no siempre estuvo bajo supervisión médica, mientras que el 10,7% aclaró que nunca.
El 76,0% de la población trans encuestada afirmó que desea realizarse alguna intervención/tratamiento/modificación corporal pero que todavía no pudo. Las cuestiones económicas predominan entre los motivos conocidos con el 32,6%; el 16,8% no lo hizo por temor y el 10,5% por alguna irregularidad con la obra social/prepaga/sistema de salud público.
En los centros de salud, la población trans encuestada también afirmó haber sufrido discriminación. Fue más frecuentemente por parte del personal administrativo (14,6%), mientras que en igual porcentaje (11,9%), esta discriminación fue ejercida por enfermeros/as y personal de seguridad.
Fue debido a estas experiencias sufridas que el 28,3% afirmó que dejó de realizar consultas médicas y/o abandonó tratamientos que se estaba realizando.
Al indagar sobre acceso a la seguridad social, la gran mayoría de los/as encuestados/as aseguro no poseer cobertura de salud (63,7%)
El 47,7% afirmó que, en el último mes, en referencia al momento de ser encuestado/a, no tuvo ingresos por alguna actividad o trabajo, mientras que el 52,3% si los tuvo. Sobre el total que percibió algún ingreso, el 77,2% no realizó o no le realizaron aportes jubilatorios por dicha actividad, por lo que se trataría de trabajo informal.
Analizando el ingreso mensual aproximado de los/as encuestados/as, pudieron construirse rangos salariales que permitieron dar a conocer que la mayoría de la población trans (36,7%) cobra menos de 10.000 pesos mensuales por la actividad que desempeña. Seguidamente, con el 30,6% se ubica el rango de entre 10.000 y 20.000 pesos al mes. Finalmente, en igual porcentaje (16,3%), se encuentran los rangos de entre 20.000 y 30.000 y el de más de 30.000 pesos.
Otra pregunta relevante en la temática de empleo es la búsqueda de trabajo en el mes previo a la encuesta. Las respuestas dieron a conocer que el 51,8% buscó trabajo en el último mes, mientras que el 48,2% no lo hizo. Sin embargo, lo más relevante de esta situación es que más de la mitad (50,5% de los casos) reportaron haber sufrido discriminación en el proceso de búsqueda de empleo.
Las situaciones de discriminación también se hicieron presentes en el ámbito laboral y no solamente en la búsqueda de empleo. Los/as encuestados/as identificaron que de las veces que sufrieron discriminación, el 66,7% fue por parte de un compañero/a, mientras que en el 19,0% fue por parte de los jefes/as. Otras personas como ser clientes, pacientes, etc., también fueron autores de discriminación en el 14,3% de los casos.
La exclusión sistemática, así como la imposibilidad de ejercer sus derechos, lleva a la población trans a enfrentar trabajos precarios y menos regulados, como asimismo a ejercer la actividad de la prostitución. Respecto a esta temática, el 6,3% de los/as encuestados/as afirmó que actualmente se encuentra en una situación de prostitución, mientras que el 25,9% no se encuentra ahora, pero si la ha ejercido anteriormente. Finalmente, el 67,9% nunca se encontró en una situación de prostitución.
La ley 26.743 establece que las personas trans (travestis, transexuales y transgéneros) pueden ser inscriptas en sus documentos personales con el nombre y género de elección, así como solicitar que los tratamientos médicos de adecuación a dicha expresión de género sean incluidos en el Programa Médico Obligatorio, garantizando la cobertura de las prácticas en todo el sistema de salud, tanto público como privado.
La importancia de esta ley en el análisis que se está llevando a cabo hizo cuestionar el conocimiento de ésta por parte de los/as encuestados/as. El 87,0% estaba al tanto de la ley de Identidad de género, mientras que el 13,0% no.
Frente a la posibilidad de ejercer su derecho de ser inscriptos/as en sus documentos con el nombre y género que elijan, el 47,7% de la población trans encuestada rectificó su DNI. Del 52,3% restante que no lo rectificó, sólo el 17,5% intentó hacerlo; mientras que del 82,5% que no intentó rectificar, el 79,3% manifestó que piensa hacerlo en algún momento.
El acceso a la información respecto a recursos legales ante hechos de discriminación según su fuente. Puede observarse que mayormente hubo ausencia en el acceso a la información legal cuando la discriminación fue ejercida por parte del Estado y organismos públicos (80,6%). En segundo lugar, el 68,0% de los casos de desinformación se dio cuando se presentaron actos discriminatorios desde organizaciones sociales y políticas. Finalmente, donde más información legal hubo fue en aquellos casos en donde fueron los amigos/as, conocidos/as y familiares aquellos que ejercieron algún tipo de discriminación (46,2%).
El 78,1% de los/as encuestados/as nunca hizo una denuncia o reclamo por discriminación o violencia, mientras que el 21,9% si lo hizo, de los cuales, el 36,7% sufrió discriminación a su vez al momento de realizar la denuncia o reclamo.
Siguiendo con el análisis judicial, el 20,2% de la población trans encuestada fue detenida alguna vez por la policía, gendarmería u otra fuerza de seguridad. A su vez, en el 78,3% de estas detenciones, afirmaron que no intervino un Juez o Jueza.
También se indagó sobre una serie de posibles situaciones que haya vivido la población trans encuestada por parte de alguna fuerza de seguridad debido a su identidad de género.
La situación que más frecuentemente se dio fue que no lo/la llamen por el nombre con el que se identifica (37,7%), lo que implica una clara infracción a la ley de identidad de género. A su vez, fue frecuente la violencia verbal o insultos en un 36,2% de los casos, así como también se le negó la toma de una denuncia en el 19,0% de los casos.
Por otro lado, se buscó conocer la percepción de la población trans acerca del trato de las fuerzas de seguridad respecto a años anteriores. Poco más de la mitad (55,9%) afirmó que considera que el trato se mantiene igual que antes, mientras que el 33,3% aseguró que hubo mejoras en el trato y hay menos acoso y violencia. Sin embargo, el 10,8% opina lo contrario, ya que cree que la situación empeoró.
Finalmente, hubo buenas noticias respecto al comportamiento de la ciudadanía en general, ya que el 51,4% de los/as encuestados/as considera que mejoró el trato, mientras que el 42,9% opinó que se mantuvo igual y el 5,7% que ha empeorado.