Invertir en pandemia: una pareja de emprendedores que supo reinventarse en medio de la emergencia sanitaria

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Dicen que una crisis es una oportunidad, porque implica algo que se rompe, y al romperse, deja una abertura para salir de donde estamos e ir a otro lugar. La crisis sanitaria que azota al mundo entero hace más de un año y medio fue un duro revés para empresarios y emprendedores que nunca tuvieron la certeza de saber cuándo podrían volver a trabajar con normalidad.

Sergio Víctor Marcelo es un fotógrafo residente de la localidad de San Javier que, previo a la pandemia del COVID-19, trabajaba en eventos sociales y fiestas. Una noche trabajó en un evento sin saber que sería el último en mucho tiempo.

“Fue un freno de mano, de estar siempre activo a estar encerrado, sin saber cuándo volveríamos a trabajar”, indicó Sergio que pasados los meses, empezó a sentir el impacto económico de no poder producir. “Debía pagar equipos adquiridos, que estaban nuevos, sin uso, las cuotas del auto y la plata ya no alcanzaba. Le pregunté a un amigo que sabía al respecto y me dijo que esto iba para largo”, agregó.

No obstante, no sucumbió a la angustia de la incertidumbre y, junto a su esposa Natalia Sheske, decidieron hacer algo al respecto. “Al principio, yo era el único que salía de casa para hacer las compras, ahora necesitábamos hacer algo”, recordó. Es en ese momento que surge Ideas Creativas- Diseños Personalizados, un emprendimiento que realiza packaging para comercios y empresas.

La proliferación de hamburgueserías y pizzerías les abrió una oportunidad que supieron aprovechar y les permitió dar el primer paso a un proyecto que crecería hasta puntos pocos imaginados. “Estos comercios no tenían proveedores de cajas, sobres y embalajes, ya que las empresas que venden estos productos los producen a una escala mayor de la que precisan los locales de acá”, advirtió.

Con el correr de los meses los pedidos aumentaron, más clientes se agregaron a la lista y tuvieron que recurrir al Fondo de Misiones para incorporar más y mejor equipamiento. “Nosotros ya contábamos con impresoras profesionales, equipos fotográficos, de video. No faltaba el sector sublimación y una impresora más grande, ya que con la medida A4 nos limitaba la producción”, indicó.

Gracias al préstamo otorgado por la entidad crediticia, compraron un equipo completo de sublimación, impresoras y material de trabajo. “El crédito lo debíamos devolver en doce cuotas iguales a partir de los seis meses de que nos otorgaran, pero pudimos cumplir con el compromiso mucho antes”.

Con el nuevo equipamiento, pudieron cumplir con la creciente demanda que tenían y, meses antes del plazo estipulado para empezar a devolver el dinero, ya saldaron su deuda. “Debíamos pagar la primer cuota en junio, pero en mayo ya estuvimos en condiciones de reintegrar el total del crédito, algo que sorprendió gratamente al Fondo de Misiones”.

Esta responsabilidad fue premiada con el título de cliente “Boomerang Amatista”, una distinción otorgada por la entidad a aquellos emprendedores que cuentan con un desempeño ejemplar en aspectos como pagos de crédito, rendición, generación de empleo, innovación, entre otras.

Una gran responsabilidad

El crecimiento de la, ahora, empresa les permitió a Sergio y Natalia sumar clientes de mayor envergadura que significaron, a su vez, un desafío más grande. “Nos contactó una empresa que hace lencerías, una que produce alfajores artesanales para vender a turistas, clientes que no pensábamos en un principio”, enfatizó.

“Primero nos pedían 500 unidades para ver cómo sería el diseño, luego eso se fue a 1.000 y por último, el encargo final fue de 10.000 unidades, por lo que nos generó mucha alegría, pero también cierto temor de saber si podemos llegar a cumplir con todo”, agregó.

El incremento de responsabilidades asumidas los obligó a pensar también en aumentar el staff de trabajo. “Pensamos en incorporar a dos o tres personas, porque tanto Natalia como yo, tenemos otros trabajos y es difícil cumplir con todo”, sostuvo.

El éxito rotundo de Ideas Creativas sorprendió hasta a sus gestores que, con un contexto sanitario más permisivo para realizar sus anteriores tareas, ahora se ven limitadas por el nuevo proyecto. “Hago algunos books de cumpleaños y esas cosas, pero no al ritmo pre-pandemia y un poco se extraña. A mí me encanta la fotografía y debo tener millones de pesos invertidos en equipamiento fotográfico que no los exploto al 100%, pero este nuevo emprendimiento la verdad es que rinde muy bien en lo económico y demanda su atención”, aseguró.

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