Jueza británica decide no autorizar extradición de Assange a Estados Unidos
Una jueza británica anunció hoy que no autorizará la extradición del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a Estados Unidos, debido a preocupaciones en torno al impacto sobre su salud mental.
Assange, de 49 años, es reclamado por la Justicia estadounidense, que quiere juzgarlo por haber publicado documentos militares y diplomáticos estadounidenses confidenciales y que lo acusa de cargos de espionaje por lo que podría recibir hasta 175 años de cárcel.
.El activista fue arrestado en abril de 2019 en la Embajada de Ecuador en Londres, donde se le concedió asilo en 2012. Permanece detenido en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, situada al sudeste de la capital inglesa.
Durante las cuatro semanas de juicio prestaron testimonio varios psiquiatras, que aseguraron que el periodista padece “un trastorno del espectro autista” y presenta “riesgo de suicidio” si es entregado a Estados Unidos, algo que ha tratado de evitar desde que fue detenido en Londres en 2010 a petición de Suecia por presuntos delitos sexuales que ya fueron archivados.
Muchos académicos consideran que la Ley de Espionaje, que nunca se utilizó para enjuiciar a un periodista hasta ahora, plantea problemas constitucionales preocupantes porque infringe los derechos de la Primera Enmienda a recibir y publicar información. En una carta abierta al presidente Donald Trump, un experto independiente en derechos humanos de la ONU le pidió al mandatario que perdone a Assange en la víspera del fallo del tribunal de Old Bailey.
“El señor Assange ha sido privado arbitrariamente de su libertad durante los últimos diez años”, escribió Nils Melzer, relator especial sobre tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes. “Este es un alto precio a pagar por el coraje de publicar información veraz sobre la mala conducta del gobierno en todo el mundo”, indicó.
Estados Unidos dice que Assange puso en peligro la vida de sus informantes con la publicación de los documentos secretos sobre las acciones militares estadounidenses en Irak y Afganistán, que revelaron actos de tortura, muertes de civiles y otros abusos.
El activista australiano y sus abogados han rechazado los cargos y dicen que el caso tiene motivaciones políticas, y que una extradición y un juicio contra Assange en Estados Unidos supondría un duro revés a la libertad de expresión y el derecho a la información
La jueza Vanessa Baraitser detalló evidencia presentada por la defensa de las intenciones suicidas de Assange y dijo: “La impresión general es la de una hombre deprimido y por momentos desesperado”, informó la cadena BBC.
La decisión de la jueza puede ser recurrida por ambas partes, lo que podría prolongar la larga saga judicial que rodea al periodista y activista australiano.
Los problemas legales de Assange comenzaron en 2010, poco después de que su web WikiLeaks publicase cientos de miles de documentos militares y diplomáticos confidenciales que pusieron a Estados Unidos en más de un aprieto.
Entre ellos figuraba un video en que se veía cómo helicópteros de combate estadounidense disparaban contra civiles en Irak en 2007, matando a una docena de personas en Bagdad, incluidos dos periodistas de la agencia de noticias Reuters.
Assange está recluido en una prisión londinense de alta seguridad desde su detención en abril de 2019 en la Embajada de Ecuador, donde vivió refugiado siete años.
La defensa del australiano, coordinada a nivel internacional por el exjuez español Baltasar Garzón, denunció en el pasado que el presidente estadounidense Donald Trump quería hacer con él un castigo “ejemplar” en su “guerra contra los periodistas de investigación” y que Assange no tendría un juicio justo en Estados Unidos.