Kiczka admitió consumo de pornografía y acusó a sus contactos de pasarle material por whatsapp

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Llegó sonriente y con mirada desafiante. Germán Kiczka se presentó ante el juez Miguel Ángel Faría para intentar desplegar su estrategia de defensa en el escándalo de pedofilia, tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil. 

La llegada de Kiczka a declarar contó con un fuerte operativo policial que incluyó un casco y un chaleco antibalas para el libertario y una decena de policías que lo custodiaron. 

En la indagatoria -cuando fue detenido se abstuvo de declarar-, reconoció el consumo de material pornográfico y que descarga ese material de internet. Pero ante la evidencia, negó que sea contenido pedófilo o con menores de edad. 

Ante la insistencia del juez y la fiscal, sobre la existencia de material con menores de edad en sus teléfonos y computadoras, el dirigente puertista aseguró que los recibía de sus amigos “en grupos de whatsapp”, lo que compromete particularmente a los integrantes del grupo “Cigarros”, compartido con Alejandro, Pedro,Gastón y Lucio.

En ese grupo, Alejandro, dice “tengo ganas de agarrar menores”. Alejandro se apellida Prietto y trabaja en Cigarros Misioneros, la empresa que preside Pedro Puerta y en la yerbatera de Ramón Puerta. Gastón Caballero es dirigente de Activar, ex concejal de Apóstoles y el tercero que aparece en el streaming en el que Pedro confiesa entre risas poner estimulantes eróticos en el mate para conseguir sexo con “guainas, guainos, gurises o tu elección sexual del momento”. Lucio se llama el otro hijo de Ramón Puerta. 

Kiczka también intentó despegarse del material pornográfico bajado a través del programa p2p -que permite compartir archivos entre terminales directas-. “Son por descarga errónea ya que el programa no reconoce visualizaciones previas”, se excusó.

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El ahora ex diputado puertista libertario negó haberse fugado tras su desafuero. Dijo que estaba en una especie de “retiro espiritual”. Aseguró que se ocultó de la prensa y quería “estar solo y aislado por la angustia que sentía”. 

Juró que desconocía que estaba siendo buscado por Interpol.

Sin embargo, cuando el juez empezó a indagar con preguntas precisas y el alcance de las responsabilidades penales por la tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil, Kiczka optó por abstenerse de responder. 

Tras varias horas de declaración, volvió a la celda del Penal de Cerro Azul, donde también está preso su hermano Sebastián, quien además tiene cargos por corrupción de menores.

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